En Uruguay, “el sector arrocero se beneficia de un entorno favorable por buenos precios y buen caudal de agua en las represas, lo que ha llevado a una intención siembra para la campaña 2024-2025 que alcanzaría las 182.000 hectáreas. Uruguay mantiene un cultivo intensivo bajo riego, con rendimientos en el entorno de 9.000 kg/ha en los últimos años, y, a pesar de fluctuaciones en los costos de producción, los precios de exportación y los precios a los productores alcanzan niveles récord”.
Los datos están contenidos en el Anuario 2024 de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (OPYPA) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) que aborda el Análisis sectorial y cadenas productivas, así como temas de política y estudios del sector.
El informe lleva la firma de Federico Piegas, contador público, técnico de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (OPYPA) quien analizó el rubro del “Arroz: situación y perspectivas”.
En los aspectos más salientes, en resumen, Piegas expresó:
“El mercado internacional de arroz ha mostrado una tendencia al alza en la producción, el consumo, las exportaciones y los stocks finales en los últimos años, con proyecciones de crecimiento moderado para la zafra 2024-2025. India sigue siendo el principal exportador mundial, aunque sus medidas restrictivas en 2022 y 2023 afectaron tanto las cantidades exportadas como los precios internacionales. Sin embargo, a partir de setiembre de 2024, comenzó a flexibilizar algunas restricciones, lo que ha influido en una caída de los precios en los mercados asiáticos. En cuanto a la situación de Uruguay, el sector arrocero se beneficia de un entorno favorable por buenos precios y buen caudal de agua en las represas, lo que ha llevado a una intención siembra para la campaña 2024-2025 que alcanzaría las 182.000 hectáreas. Uruguay mantiene un cultivo intensivo bajo riego, con rendimientos en el entorno de 9.000 kg/ha en los últimos años, y, a pesar de fluctuaciones en los costos de producción, los precios de exportación y los precios a los productores alcanzan niveles récord. La agroindustria arrocera sigue siendo uno de los sectores clave de exportación, con la mayoría de los productores asociados en gremiales. En los destinos de exportación, Uruguay ha diversificado sus mercados, reduciendo su dependencia de Brasil y aumentando su presencia en destinos como la Unión Europea y otros mercados emergentes”.
Situación local
El cultivo de arroz en Uruguay comenzó alrededor del año 1920, para abastecer en una primera instancia al mercado interno. En las siguientes décadas se produjeron las primeras exportaciones de arroz, las cuales se fueron incrementando en los siguientes años, alcanzando hoy día al 95% de la producción. El área dedicada al arroz es aproximadamente un 1% del total del país y el producto se encuentra entre los principales rubros de exportación. La agroindustria arrocera se encuentra integrada por dos gremiales: la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA), conformada por la mayoría de los productores del país, y la Gremial de Molinos Arroceros. Ambas gremiales trabajan en conjunto de manera de obtener los mejores resultados en la cadena, tanto en resultados económicos como en lo tecnológico. De acuerdo a la Oficina de Estadísticas Agropecuarias (DIEA), geográficamente el cultivo de arroz se encuentra ubicado sobre todo en la zona este (Treinta y Tres, Cerro Largo, Lavalleja y Rocha) y en el norte del país (Artigas, Salto, Rivera y Tacuarembó) y allí también se encuentran los molinos receptores. El número de productores de arroz se encuentra en el entorno de 400. El manejo del cultivo se caracteriza por ser 100% bajo riego. El agua utilizada proviene de represas desde donde es llevada a las chacras por gravedad (aproximadamente un 40%) o por bombeo eléctrico (aproximadamente el 60%). El agua para riego también proviene de cauces naturales (ríos o lagunas). El área sembrada de arroz en las últimas diez zafras agrícolas ha oscilado entre las 140.000 y las 170.000 hectáreas. Las oscilaciones dentro del mencionado rango se han dado principalmente por razones climáticas (falta de agua para regar) y por baja rentabilidad del rubro, entre otras razones. Adicionalmente, el rendimiento promedio desde 2014-2015 a la fecha es de 8.600 kg/ha, con máximos de 9.400 kg/ha en 2020-2021 y mínimos de 7.762 kg/ha en 2017-2018.
La pasada zafra, 2023-2024, se cosecharon 148.629 hectáreas, con un rinde promedio de 8.816 kg/ha. La producción total al final del cultivo se vio mermada debido a las abundantes lluvias en el otoño de 2024, lo que generó pérdidas en rendimientos y en algunos casos pérdida del total del área a cosechar, principalmente en la zona este del país. Para la actual campaña, 2024-2025, desde el sector privado se estima una intención de siembra de 182.000 hectáreas, lo que significa el máximo desde la campaña 2010-2011, cuando se sembraron 196.000 hectáreas. Se entiende que el alto caudal de agua en las represas y los buenos precios percibidos por los productores han configurado un escenario propicio para una mayor área de arroz. Respecto al área sembrada, la producción total y los rendimientos de las últimas diez zafras y una estimación de la intención de siembra para 2024-2025. Proyectando un rendimiento promedio de unos 9.000 kg/ha en las últimas cinco zafras, se estima una producción de 1.645.866 toneladas.
Costos de producción
En cuanto a los costos de producción, para la zafra 2023-2024 y con respecto a la anterior (2022-2023), han tenido un comportamiento dispar. Como forma de análisis se toman los valores estimados a la fecha de siembra de cada zafra agrícola. Por un lado, se toma el 2024 componente en dólares, principalmente de insumos como fertilizantes fosfatados y urea, y, por otro lado, el componente en pesos, mano de obra, gasoil y tarifa eléctrica. Existe una baja en los costos por tonelada en USD de fertilizantes fosfatados y de urea, de 19% y 13% respectivamente, mientras que aumentan los costos en moneda local, como el de mano de obra y tarifas eléctricas, en el entorno de 15% y 11%, respectivamente, en dólares. Asimismo, el precio de los combustibles tiene una leve baja en dólares, de alrededor de 1%. Se debe mencionar que entre ambas zafras existió una baja de 6% en promedio en el tipo de cambio. Si se toman los mismos rubros de costos, los de dólares y los de pesos convertidos a dólares, de la zafra 2023-2024 y se los compara con los de julio de 2024 para tener una aproximación a los costos de la siembra actual, se percibe un cambio en la variación al comparar con la de las dos zafras anteriores. Por ejemplo, existe un incremento en el costo por tonelada de fertilizantes fosfatados de aproximadamente 19% y una baja en la urea que ronda un 8%. Con respecto a los costos en pesos convertidos a dólares, se registró un leve aumento en el litro de gasoil y la mano de obra, pero una baja de 2% en la tarifa eléctrica. Para el período analizado, entre la siembra de la campaña 2023-2024 hasta julio de 2024, el tipo de cambio promedio tuvo incremento de 4%.
Precio de la zafra
Al analizar el ingreso de los productores, el precio definitivo en la zafra 2022-2023 fue de USD 270/t (USD 13,5 por bolsa de 50 kg, precio convenio), un 14% mayor que en la zafra anterior (2021-2022), lo que se explica por el aumento del precio de exportación, en torno a un 20% entre zafras.
El precio provisorio (USD 343/t, USD 17,15/ bolsa 50 kg) para la zafra 2023-2024 presenta un fuerte aumento (27%) respecto al definitivo 2022-2023, lo que se explica mayoritariamente por el escenario internacional. El precio promedio de exportación en todos los productos de arroz, para el período marzo de 2024 a octubre de 2024, alcanza los USD 676/t. Esto significa un aumento de 22% con respecto a la zafra anterior, que, a su vez, es el máximo si se toma una serie desde la zafra 2010-2011.
Cabe mencionar que el productor tiene actualmente la herramienta del precio spot al momento de colocar el arroz. Esta herramienta tiene la característica de que el productor puede destinar un 20% de la producción para comercializar vía spot y el restante 80% se mantiene en la modalidad precio convenio. Asimismo, el productor tiene la posibilidad de retornar ese 20% al precio convenio en caso de decidir no colocarlo en spot. Dado la actual coyuntura de precios, se ha dado que el precio spot no ha sido mayor al precio convenio. Con base en datos del Banco Central del Uruguay (BCU), el endeudamiento de la fase primaria muestra un aumento de 126% interanual (setiembre de 2023 -setiembre de 2024), impulsado por un crecimiento de la deuda con la banca privada. La participación de la banca privada en la deuda pasó de 42,4% en setiembre de 2023 a 60% en setiembre de 2024.
Morosidad baja
Sin embargo, la deuda con la banca pública (40% del total) disminuyó en aproximadamente en 17 puntos porcentuales. La morosidad continúa con su tendencia a la baja desde 2019-2020, es de 1% y la más baja desde la zafra 2015-2016.
En lo que refiere al endeudamiento de la fase industrial, es decir, al sector de elaboración de productos de molinería y molinos arroceros, el stock de créditos vigentes aumentó 55%, impulsado por un incremento significante en la deuda con la banca privada y por un leve aumento de deuda con la banca pública. En cuanto a la morosidad, el porcentaje ha permanecido en cero desde 2020-2021.
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