El subsecretario del Ministerio de Ambiente, Gerardo Amarilla afirmó que “uno de los principales retos que enfrenta Uruguay en cuanto a recursos hídricos es la adaptación al cambio climático, que puede tener impactos significativos en la disponibilidad y calidad del agua”.
Sus conceptos fueron realizados este jueves 23 en la Sesión Plenaria de la Conferencia del Agua 2023 de Naciones Unidas.
Amarilla también expuso sobre “Seguridad Hídrica y compromisos al 2026” en una actividad organizada por la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina).
En tanto, además, efectuó una ponencia en el evento de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) con la temática: “Agua y agricultura para el clima en América Latina y el Caribe”.
Junto a Amarilla, por el Ministerio de Ambiente también participa en estas actividades la Directora Nacional de Agua, Viviana Pesce.
En su discurso ante el plenario de la ONU, Amarilla sostuvo que “el bienestar social es imposible de alcanzar si no propiciamos la seguridad alimentaria, salud e higiene, y generar las oportunidades para el verdadero desarrollo de los sectores con mayor pobreza. Nada de lo dicho se logrará sin una gestión integrada y sostenible de los recursos hídricos”.
Amarilla destacó que en el 2020 “se creó el Ministerio de Ambiente, con competencias exclusivamente en materias ambientales a través de sus distintas áreas sobre agua, cambio climático, biodiversidad y servicios ecosistémicos, calidad y evaluación ambiental”.
Mencionó la aprobación del proyecto “Universalización del Saneamiento para el Interior del país”, por el cual se logrará un incremento significativo en la infraestructura existente de los servicios de alcantarillado sanitario, además de fuertes inversiones para proveer de una fuente alternativa de agua dulce para potabilizar que beneficiará al 60% de la población del país”.
El jerarca del MA expresó que “en los últimos años estamos enfrentando un período de sequía severo que provoca un alarmante déficit hídrico. Esto está generando repercusiones no solo en el sector productivo con importantes pérdidas, sino también impactos sociales en las poblaciones rurales y no de menor importancia los impactos ambientales, en la afectación a recursos naturales y biodiversidad”.
Por tanto, “hoy debemos entre todos propiciar mecanismos de prevención de éstas situaciones y lograr metas sobre mitigación del cambio climático, ya que estas situaciones serán cada vez más frecuentes”.
“Debemos hacer foco en la prevención, en la instrumentación de inversiones en obras hidráulicas que permitan un mejor manejo de los períodos de escasez hídrica como el que estamos atravesando y cuando haya agua disponible suficiente sirvan para propiciar mayor rendimiento de la producción con mejorando calidad y cantidad”, estimó.
Para ello –agregó- “se necesitan inversiones en infraestructura para lograr la disponibilidad de fuentes alternativas a la lluvia, como por ejemplo el alumbramiento de aguas subterráneas y la re circularidad para la agricultura de aguas ya tratadas; también inversiones para mejorar e incluir nueva tecnología en reservorios de agua; y por último inversiones en el necesario cambio cultural de la población para un uso más sustentable y responsable del agua”.
Amarilla indicó que “es trascendental continuar en el camino del multilateralismo a través de la función esencial de las organizaciones internacionales y de los mecanismos de cooperación. Los sistemas de apoyo y financiamiento en el contexto de cooperación internacional requieren mayor flexibilidad y multiplicidad de los criterios de elegibilidad para los países en vías de desarrollo”.
Ante realidades muy diversas y particulares, Amarilla afirmó que “deben considerarse políticas diferenciales que reconozcan también los esfuerzos realizados por países con Uruguay para un continuar con un verdadero desarrollo sostenible”.
En este contexto, Uruguay desea reafirmar sus compromisos con la comunidad internacional para ese necesario Desarrollo Sostenible y destacar la necesidad de acciones conjuntas, coordinadas y que cuenten con financiación para lograr avanzar en la implementación de los objetivos y metas”.
Los desafíos
En el evento de la CAF “Seguridad Hídrica y compromisos al 2026”, el Subsecretario del MA dijo que “en relación a Uruguay y en particular este año los desafíos en el sector agropecuario pasan por los perjuicios que la variabilidad climática, en especial la ocurrencia de rachas secas por períodos más prolongados que la media histórica, seguido de eventos lluviosos de mucha intensidad en cortos períodos de tiempo, generan pérdidas irreparables para un país cuyo principal rubro de generación de divisas es la producción agropecuaria”.
Alerta temprana
El subsecretario Amarilla sostuvo que “es necesario contar con un sistema de alerta temprana para estos eventos, que permita a los productores, junto con la adopción de medidas de subsidio por parte de los diferentes Ministerios, asegurar la prevención de los efectos de la sequía de forma eficiente e integrada”.
Para ello “cada vez más productores están creando reservorios de agua y sistematizando los abrevaderos de ganado con bebederos con sistemas electrónicos de corte de entrada de agua alimentados de tanques u otros reservorios similares. En el caso de perforaciones, el uso de bombas semisurgentes y presurizadas para vencer la gravedad y llevar agua contra pendiente, distribuyendo agua en los diferentes potreros del predio es una práctica que se sigue adoptando y que es amortizable en el corto plazo”.
Además, “si bien no se puede prevenir la sequía, sí se puede prevenir los efectos que ésta causa con cada vez mayor intensidad, implementando tecnologías que permitan el desarrollo productivo conjuntamente con el abastecimiento de agua para la población”.
Agregó que “una de las medidas que pueden adoptarse es la de “productor de agua”, es decir, un porcentaje importante del agua que corre por nuestra red hidrográfica termina en el estuario del Río de la Plata. Una forma de realizar reservorios es crear la figura de productor rural “productor de agua” creando represas y/o embalses que regulen el estiaje de los cursos y reserven agua para los períodos de escasez”.
“La reutilización de aguas residuales para su empleo en la actividad agrícola es otra actividad que puede ser regulada y sujeta a normativa, siempre teniendo en cuenta la normativa existente para el vertido a terreno”, afirmó Amarilla.
Seguridad Hídrica
En cuanto a la Seguridad Hídrica en el Uruguay y compromiso al 2026, Amarilla estimó que se debe continuar con el intercambio interinstitucional: OSE; MGAP; MTOP; Intendencias; MSP; MIEM; y Cancillería.
Señaló que son varios los temas comunes: Agua potable, riego, impactos de obras sobre infraestructura vial, acuíferos transfronterizos, navegación fluvial, generación de energía, uso de álveos públicos y privados, etc.
Lecciones aprendidas
Amarilla abogó sobre las lecciones aprendidas, aludiendo en particular a la Sequía 2020 – 2023.
Al respecto “el evento de sequía extremo vivido en los últimos 3 años, con especial énfasis en el verano del 2023 ha provocado el colapso de los sistemas hídricos y puesto en jaque la gestión de las aguas en el Uruguay”.
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