El diputado Álvaro Perrone (Cabildo Abierto) planteó la posibilidad de “gravar con IVA la venta de la marihuana”, a lo cual el secretario general de la Junta Nacional de Drogas, doctor Daniel Radío dijo no ser contrario a dicha iniciativa y también consideró que está a favor “de cobrar una licencia a los clubes cannábicos”.
Sus apreciaciones fueron efectuadas el pasado jueves 7 en la Comisión de Presupuesto integrada con la de Hacienda de la Cámara de Representantes que analiza la Rendición de Cuentas.
“Desde Cabildo Abierto hemos hablado públicamente, en primer lugar, de que estamos en contra de la ley de la marihuana ‑estaba en nuestro programa de gobierno derogarla‑ y, en segundo término, de la posibilidad de gravar con IVA la venta de ese producto”, indicó el legislador Álvaro Perrone.
Al respecto “estuvimos discutiendo varias sesiones acerca de la baja o la quita del IVA, que en el caso del asado se redujo un 10 %, y lo mismo sucedió en cuanto al IVA de los productos de la canasta básica. Entonces, a nosotros nos choca muchísimo que los productos alimenticios de la canasta básica como, por ejemplo, fideos, harina o aceite paguen IVA, y la marihuana no. Esa es una propuesta que realizamos nosotros”.
Asimismo, “sabemos que la ley ha funcionado mal y según los datos que tenemos la marihuana que se vende en las farmacias no alcanza a cubrir los gastos del Ircca. No sé si ustedes han hecho algún estudio al respecto, si lo tienen en carpeta, o qué opinión les merece; nos gustaría saber si conocen cuánto se podría recaudar por ese concepto porque, de pronto, ese dinero se podría utilizar en algo, ya que, por lo menos, una cama es una cama”.
Por su parte, Radío puntualizó que “no suscribo que la ley esté funcionando mal. Como es de público conocimiento, no fui votante de la ley. Todo depende de qué le pidamos a la ley. Si el objetivo de la ley es que no haya más narcotráfico, es una cosa, pero yo no le pido eso a la ley. Eso forma parte de una mirada de un sector de la Administración anterior que en su momento yo no compartí y que sigo sin compartir”.
“El objetivo de la norma tiene que ser preservar el derecho de las personas a usar una sustancia sin necesidad de vincularse con el crimen organizado. Y eso se logra hoy con un tercio de los usuarios de cannabis en el Uruguay, y casi diría que con dos tercios; con un tercio eso se logra con seguridad porque lo adquiere a través del mercado regulado”, agregó.
Desde su punto de vista como hay poco menos que un tercio que sigue concurriendo al narcotráfico tradicional, el otro tercio, que hemos dado en llamar «el mercado gris», en realidad adquiere el cannabis de manera irregular, pero no se vincula con el narcotráfico tradicional, por lo menos, es decir con las organizaciones de narcotraficantes; en realidad, obtiene el producto a partir de filtraciones de autocultivadores, o tiene acceso al cannabis que se produce de manera regulada y se comercializa de forma no regulada. Ergo: dos tercios de la población usuaria de cannabis, en grandes números, hoy accede a él sin necesidad de que el crimen organizado tenga su número de teléfono. Me parece que ese es un logro. Ojalá podamos ir más allá y alcanzar a más.
¿IVA a la venta?
En tanto, “con respecto al IVA asumo que no tenemos una posición de consenso a la interna del Instituto de Regulación y Control del Cannabis. Yo solamente soy un miembro de la Junta Directiva, pero además hay una Secretaría Ejecutiva. En principio, yo no soy contrario a que se grave con IVA. Ustedes saben que yo tengo una estructura de personalidad conservadora; no soy liberal, por decirlo de alguna manera. Entonces, no me opongo a la existencia de impuestos”.
Según el titular de la JND “como no creo ‑con perdón‑ que la propiedad sea un hurto, tampoco creo que los impuestos sean un hurto; ahora está de moda decir eso. Yo trato de ser más pragmático en estas cosas y me parece que, a veces, esta podría ser una posibilidad. Les confieso que no tenemos consenso entorno a esto en el Ircca. Hay otra gente que cree que eso sería muy negativo. Insisto en que yo tengo la cabeza abierta con respecto al tema”.
Radío puntualizó que “eso de que lo que se vende no cubre los gastos del Ircca es una lógica que no debemos aplicar. El Ircca solo recibe del Estado $ 30.000.000 pero, en teoría, no se tiene que beneficiar de la venta de cannabis; no debería ser así. Para mí, el ideal sería que todo el presupuesto del Ircca viniera de Rentas Generales y no solo esos $ 30.000.000; todo tendría que venir de Rentas Generales. Todo lo que se mueve en el Ircca tendría que venir de Rentas Generales, y lo que el Ircca obtiene por concepto de licencias y demás debería volcarse a Rentas Generales luego, o vaya a saber a quién. ¿Por qué? Porque el Ircca no debería ser un boliche al que le convenga vender cannabis; el Ircca debería ser un organismo de regulación y de control, y eso debería estar garantizado por el Estado”.
Por tanto, “si eso después generara alguna ganancia ‑que efectivamente genera por ventas de licencias, y lo que fuere‑, entonces debería devolverse. Pero no soy partidario de que el Ircca deba favorecerse de cuanto cannabis se comercialice porque a mí me convenga que se venda, porque no nos debería convenir que se vendiera. Me parece que tendríamos que tener una actitud de neutralidad con respecto a si el comercio de cannabis aumenta o no. Lo que nosotros tenemos que hacer es regular y controlar”.
Dejó en claro que “la venta de licencias no es lo mismo que la venta de cannabis. Insisto en que yo preferiría que no fuera así. Es verdad que desde el Ircca recaudamos a partir de las licencias, que pueden ser de cualquier cosa, como por ejemplo de investigación o, especialmente, de cultivo de cannabis medicinal, ya que de las relativas a uso industrial se encarga el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. Esas son las licencias de las que recaudamos, y no de la venta de cannabis en las farmacias. Ahí hay un gasto de gestión administrativa, pero básicamente nosotros no nos beneficiamos de eso, porque son pequeños los márgenes que nos quedan. Mi teoría ‑mi idea conceptual, digamos‑ es que eso no resulta deseable”.
Costo de clubes
Radío dijo que aprovechaba “para decir algo que no va a ser del agrado de todo el mundo: yo creo que también le tendríamos que cobrar una licencia a los clubes cannábicos. Cada club cannábico le cuesta al Ircca en el entorno de los US$ 1.000 al año, y tenemos doscientos y pico de clubes cannábicos; eso implica un cuarto de millón de dólares de costo para el IRCCA, y el club cannábico no pone nada. Creo que tendríamos que tratar de indemnizar eso de alguna manera, y quienes lo tendrían que hacer son los clubes”.
Además, escucho discursos que dicen: «Qué difícil; qué represivos que son con los clubes», pero los clubes cannábicos no paran de aumentar; cada vez tenemos más: casi se han duplicado desde que estoy al frente de la Secretaría, y ese es un gasto en términos de fiscalización y de funcionamiento administrativo.
Para Radío “todo eso no debería ser un beneficio económico para el Ircca, porque a nosotros no nos tiene que convenir que haya más cannabis circulando. Nosotros tendríamos que tener nuestro presupuesto asegurado desde Rentas Generales, y esta plata que se obtiene a partir de la venta de licencias deberíamos devolverla al Estado; para mí ese sería el ideal conceptual”.
Fuente Imagen: Presidencia de la República
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