El integrante de la Agremiación de Tamberos de Canelones (ATC), Justino Zabala consideró que el comercio lácteo de Uruguay con Brasil es muy irregular, porque “es un mercado que va y viene”.
Los dichos de Zabala fueron realizados el pasado miércoles 22 de junio en la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Representantes.
En la ocasión participaron, por la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL), Leandro Galarraga, Presidente y Néstor Cabrera, Vicepresidente; por la Agremiación de Tamberos de Canelones (ATC), Justino Zabala, y por la Sociedad de Productores de Leche de Florida, Federico Arrillaga, Vocal.
De esta forma se expresó Zabala respecto a la relación comercial con Brasil en materia de productos lácteos.
“Con respecto a Brasil, ha sido un comprador histórico de lácteos a Uruguay. En este último año la compra fue de un 30%, lo que representa un tercio de la venta. En otros años ha estado en el 60% o el 70% y en algunos, en el 5%, porque Brasil es un mercado muy grande pero que tiene una alta producción de leche y un desabastecimiento que es apenas del orden del 3%”, indicó Zabala.
Obviamente, “como los brasileros son doscientos millones, un 3% es muchísimo y alcanza con el excedente de Uruguay y Argentina juntos para cubrirlo. Además, tiene un manejo del tipo de cambio y de sus importaciones bastante sui generis, para decirlo de alguna manera. O sea que en determinado momento ellos cierran las importaciones y no otorgan los permisos, a pesar de la existencia del Mercosur: el Mercosur existe para nosotros pero no para ellos”.
Agregó que “también está todo el lobby de los productores, que tienen una bancada agropecuaria en el Parlamento y que trabaja muy fuerte. O sea que Brasil es un mercado que va y viene; cuando compra, tenemos la enorme ventaja de que no pagamos aranceles, que no es poca cosa”.
Asimismo, “la industria nuestra paga entre US$ 30.000.000 y US$ 40.000.000 por año de aranceles; o sea que es muchísima plata; para que tengan una idea, esto cuesta US$ 0,02 dos centavos de dólar por litro de leche a los productores, que no es poca cosa. Brasil tiene ese problema”.
Además, “enfrentamos la competencia de Argentina, que entra a Brasil igual que nosotros no así Nueva Zelanda y Europa, que entran con aranceles mucho más caros, aunque ahora se está planteando bajarlos pero, como ustedes saben, tienen un manejo cambiario muy diferente al nuestro. Entonces, a veces venden a un precio que les sirve por el tipo de cambio interno que tienen”.
Para Zabala, “normalmente Argentina era una parte muy menor de la competencia nuestra y ahora está vendiendo más leche a Brasil de la que vende Uruguay. Conaprole hasta llegó a tener una empresa en Brasil pensando en armar todo eso creo que en parte la tiene, pero tuvo que manejarse con otros criterios porque no tiene esa constancia que debería tener Brasil”.
Con relación al tipo de cambio, Zabala puntualizó que “nos preocupa siempre; somos exportadores netos. Los productores cobramos la leche en pesos; a diferencia de los agricultores o los ganaderos, que cobran en dólares, nosotros cobramos en pesos. Por lo tanto, la incidencia del tipo de cambio a veces le pega mucho más a la industria que directamente al productor”.
Concluyó que “al final todas las lonjas salen del mismo cuero y todo sale del precio de la leche, y si la industria cobra menos, a nosotros nos van a pagar menos; eso está clarísimo, pero en el balance del corto plazo no estamos tan dependientes del tipo de cambio, como puede ser un agricultor, porque si el tipo de cambio baja, los US$ 600 que cobra por la soja le baja en la competencia. Eso es así”.
Obviamente, “Conaprole exporta US$ 10.000.000 por mes, entonces, cuando el dólar baja un par de pesos”, eso incide de forma importante.
Fuente Imagen: carve850.com.uy
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