A continuación, compartimos la información suministrada por el pastor uruguayo Andrés Miranda ante la apertura el pasado 23 de abril de la nueva sede de
“UNA GRAN FIESTA. Aunque han pasado casi 24 horas, mi mente aun está dando vueltas y sorprendida de todo lo que ocurrió en la apertura de la nueva iglesia en Cahttanooga, TN. Dios nos dio un tiempo maravilloso, rodeados de hermanos y amigos que llegaron a darnos su apoyo. En verdad llegó más gente de la que esperábamos y tuvimos que poner sillas adicionales dos veces.
La presencia de Dios se dejó sentir de una manera bien fuerte desde el principio. La presentación del ministerio Malach fue de gran impacto. También Dios usó grandemente a mi hermano Esteban para dirigir el tiempo de alabanza y adoración y llevar a la congregación ante el trono del Altísimo.
Nada más al principio presentamos los proyectos misioneros que vamos a apoyar en Italia, Francia y Turquía. La gente fue muy receptiva a la visión y de la primera ofrenda que recogimos vamos a destinar una parte para estos misioneros.
Nos acompañó el Obispo Sean Teal, pastor de la iglesia americana que Dios a usado para abrirnos las puertas. También estuvo el Dr. Fidencio Burgueño, director de los Ministerios Hispanos en EE.UU. quien compartió un saludo con los presentes, recordándonos que «la tarea no es fácil, pero no es tarea nuestra edificar la iglesia, sino del Señor». Por su parte el Supervisor Regional Dr. Miguel Vega oró por nosotros y dirigió una breve ceremonia de instalación. Fue un tiempo muy fuerte, muchas cosas vinieron a mi mente en esos instantes…Especialmente el recuerdo de mi padre a quien siempre le decía que no iba a ser pastor y sin embargo por esas cosas de la vida, me encontré abriendo la iglesia nueva el mismo día del aniversario de su fallecimiento.
Pero como dije allí, este momento no es una aventura, ni un riesgo, ni un desafío… es un privilegio.
Los hermanos de nuestra iglesia madre, el Centro Internacional de Adoración estuvieron al firme dándonos su incondicional apoyo, así como queridos amigos y colegas del ministerio. Nuestras hijas trabajaron mucho envueltas en más de una cosa a la vez, así como Jorge, mi yerno.
También nos sentimos honrados con el respaldo del Seminario Teológico de
Pasaron muchas cosas ese día. Al final también fue sorprendido por la cantidad de personas que pasaron al altar y por la manera poderosa en que el Espíritu Santo se movió allí ministrando a las necesidades de ellas.
Fue día que quedará grabado en nuestra memoria, y el comienzo de un tiempo nuevo, como nos profetizaron varios amigos: un tiempo donde vamos a recoger la cosecha de la siembra de todos estos años. Lo creo y lo declaro. Gracias a todos por orar y tenernos en sus mentes y corazones”.
Vean las fotos en: www.myspace.com/andresmira
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