El trabajo conjunto entre el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA), a través del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) dependiente de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA), el Consejo de Educación Técnico Profesional – UTU y la Asociación Uruguaya de Guardaparques (AUG), hicieron posible la acreditación de saberes para guardaparques, que se
desarrolló durante el segundo semestre de 2013.
Han podido acceder a esta acreditación los trabajadores que desempeñan funciones de Guardaparque o similar, en áreas protegidas del SNAP y otras, que cumpliendo dicha función manifestaron su interés en acreditar sus saberes.
El proceso implicó visitas de los docentes – acreditadores a las áreas protegidas donde trabajan los guardaparques, e instancias de reunión que tuvieron lugar en la región en la que trabajan para no interferir con las tareas de quienes desean acreditar su conocimiento y experiencia obtenida por medio de la práctica.
Las Áreas Protegidas que se incluyeron en este proceso de acreditación fueron:
Humedales de Santa Lucía y Parque Lecoq
Rincón de Franquia y Esteros de Farrapos
Quebrada de los Cuervos, San Miguel y Potrerillo de Santa Teresa
Laguna de Rocha , Cabo Polonio y Laguna de Rocha
Las principales dimensiones que componen esta acreditación son:
• Manejo y Conservación.
• Planificación y Manejo.
• Control y Vigilancia
• Gestión
El pasado 03 de diciembre de 2013 se llevó a cabo una jornada en el Polo Tecnológico de Los Arrayanes, sede del Campus Regional de Educación Tecnológica del Este, donde asistieron guardaparques de todo el país que participaron del proceso de acreditación de saberes.
En esta jornada, participaron integrantes del Comité Técnico responsable del diseño y seguimiento de la propuesta, del Programa Educación para el Agro y de la Unidad de Acreditación de Saberes por UTU, así como representantes de la DINAMA.
Allí se hizo un recuento del proceso transitado, la metodología de trabajo empleada y algunos resultados alcanzados. No faltaron las anécdotas e imprevistos, producto de las recorridas que los docentes debieron realizar por todas las Áreas Protegidas del Los docentes destacaron la apertura de los trabajadores que se enfrentaban a algo nuevo y extraño: «Fuimos recibidos hogareñamente, como compañeros. Es muy difícil evaluar a pares, solo se puede hacer desde el compromiso, fue un proceso de chequeo mutuo.»
También evaluaron la experiencia: «El tiempo compartido con cada uno fue escaso pero lo más interesante de este proceso es pensar en las puertas que se abren en términos de continuidad educativa». En este sentido además de las posibilidades de continuar los tránsitos formales dentro de UTU, los docentes entregaron a todos los participantes vasta información impresa y digital con amplia bibliografía sobre distintos tópicos asociados a la tarea del guardaparque: conservación, turismo, medioambiente, primeros auxilios, seguridad, etc.
Destacaron a su vez la importancia de haber concretado este paso: «Este fue un proceso histórico para este colectivo, brinda estabilidad y proyecta al trabajador. La profundidad del conocimiento se demuestra en el lugar, con su especificidad, no es lo mismo un área protegida que otra, y allí el docente es un aprendiz».
Por su parte los trabajadores también manifestaron su satisfacción por haber sido parte de esta propuesta educativa. «Estamos contentos y agradecidos de haber participado de esta acreditación. Las cosas son siempre perfectibles pero este es un gran paso en nuestra actividad. Hay un componente de invisibilidad en el trabajo del guardaparque, es difícil ejercer la autoridad, pero es una tarea que se realiza desde el compromiso y el amor al prójimo y a la naturaleza».
El próximo 31 de Julio, 37 guardaparques recibirán su certificado de acreditación, lo que les permitirá reinsertarse en el sistema educativo formal así como aumentar sus posibilidades de estabilidad laboral.
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