El mundo tiene en la actualidad más de 7.000 millones de habitantes. El crecimiento exponencial de esta población lleva a estimar que se llegará a los 10.000 millones entre el año 2040 y 2050. Este dato, combinado con la realidad de que el 50% de las 100 economías mundiales más grandes está constituido ya por empresas, confirma la necesidad de adoptar medidas decisivas para lograr generación de valor con compañías más sustentables.
Ese fue el concepto con el que Gustavo Viñales, especialista en Responsabilidad Social Empresarial (RSE) de CPA Ferrere, abrió la conferencia denominada “Sustentabilidad, lo que se puede medir, se puede mejorar”.
“Las empresas deben asumir que la toma de decisiones tiene un triple impacto: económico, social y medioambiental. Es necesario poder medirlo con claridad para poder comunicarlo e implementar prácticas tendientes a la sustentabilidad, que tengan sentido y continuidad”, apuntó.
Viñales enfatizó en la necesidad de trabajar sobre los “indicadores clave” de cada empresa, para mejorar la gestión y comunicar con transparencia a sus grupos de interés. “Las empresas que dan estos pasos logran una reducción de sus costos operativos, ingreso a nuevos mercados, innovación en sus productos, fidelización de sus equipos de trabajo, fotalecimiento en la relación con sus clientes, reducción de impactos medioambientales y posicionamiento de sus marcas como amigables con el medio ambiente”, destacó.
El mensaje de Viñales fue totalmente compartido por el ingeniero químico Asier Sopelana, Project Manager de Factor CO2 y experto en metodologías de cálculo de huella de carbono, invitado especial del encuentro. Sopelana insistió en que la identificación de las fuentes de emisión de factores contaminantes por parte de las empresas es el punto de partida para adoptar acciones correctoras.
Más allá de que la normativa aún no lo exija, advirtió que las empresas deben iniciar el camino con tiempo y señaló las ventajas de “aprovechar la oportunidad para diferenciarse. Los inversores hoy analizan cuan verde es una organización para ver donde colocar su dinero”. En ese sentido, apuntó que es útil “seleccionar a los proveedores de acuerdo a cuan verdes son, siempre dentro de un mismo costo y calidad”.
Sopelana presentó varios ejemplos europeos y destacó que si bien la huella medioambiental tiene en cuenta 14 tipos de impacto, la huella de carbono es la primera a considerar. El proceso para medir la contaminación incluye las emisiones efectuadas por los proveedores, las propias y las que produce la salida del producto.
“Reducir y hasta neutralizar la emisión de gases de carbono debe ser considerado una herramienta de mejora continua, un elemento de gestión interna en el que todas las partes deben estar comprometidas y una verdadera oportunidad de marcar la diferencia”, concluyó.
El evento contó también con la presencia de Agustín Inthamoussu, representante de Carbosur, empresa uruguaya pionera en brindar servicios especializados en el área del cambio climático.
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