El precandidato presidencial, Jorge Larrañaga (Futuro Nacional) publicó en su sitio web una nueva columna de opinion titulada “Vázquez: Vamos mal”.
En ella, Larrañaga cuestiona la lógica tras el nuevo eslógan del candidato oficialista » «vamos bien», y afirma que “el proyecto del Frente Amplio se tornó autocomplaciente, conformista y conservador. Es una prueba más que se han quedado sin ideas de cambio, y sólo aspiran a repetir más de lo mismo. Incluso los errores. (…) No hay ningún proyecto político que se revele más conservador que el Frente Amplio de Vázquez, modelo 2014”.
El líder de Futuro nacional alerta sobre el “estado de riesgo y fragilidad” de algunos uruguayos: “En esta década de enorme crecimiento, algunos uruguayos no ganaron oportunidades ni libertad. El gobierno se conformó con aportar a la sociedad del consumo, subirse a la ¨cultura del plasma¨, como si fuera consumo sí o consumo no”. Y prosigue: Lo verdaderamente inclusivo es dar oportunidades. No el simplismo de tener o no tener.
Lo genuinamente integrador, es que el individuo sea capaz de producir para tener. Lo justo es construir una sociedad donde sus integrantes sean capaces de valerse por sí mismos.”
“Es claro que el Frente no mostró capacidad ejecutiva. Se quedaron sin gestión; pero el problema es más serio, perdieron la capacidad de soñar, se quedaron sin ideas. Hoy, la mayoría parlamentaria los refugia en cierta seguridad, pero es contundentemente claro que no volverán a tener esa confianza de parte de la ciudadanía”
Expresa que es necesario un cambio en la educación, la seguridad, la salud y en la integración. “Como Vázquez no debate, como no se expone ante los demás candidatos de la oposición, y como si los periodistas le preguntan se ofusca, quizás deba ser algún propio frentista quien pueda preguntarle a Vázquez si verdaderamente cree que en educación, salud, seguridad ¿vamos bien?”, finaliza.
VÁZQUEZ: VAMOS MAL
Hace unos días, la prensa da cuenta del lanzamiento del nuevo eslogan de la campaña del candidato oficial del Frente Amplio: “Por eso vamos, vamos de nuevo, que vamos bien, bien de verdad”.
¡El Vamos bien de Fidel!
Ese eslogan, confirma lo que venimos afirmando desde hace tiempo, el proyecto del Frente Amplio se tornó autocomplaciente, conformista y conservador. Es una prueba más que se han quedado sin ideas de cambio, y sólo aspiran a repetir más de lo mismo. Incluso los errores.
El vamos bien de Vázquez confirma que no habrá cambios en la política de seguridad. ¿cómo vamos a cambiar si vamos bien? Tampoco vamos a cambiar la realidad educativa, si vamos bien. Menos que menos la Salud Pública.
Por tanto no hay ningún proyecto político que se revele más conservador que el Frente Amplio de Vázquez, modelo 2014.
En esta década hubo crecimiento económico. Claro que sí. Lo que no hubo es crecimiento humano y social.
Hay seres humanos en estado de riesgo y fragilidad. Están mejor que antes sí, tienen más cosas que antes sí; lo que no tienen es capacidad de sustento propio, no tienen la capacidad ¨emancipatoria¨ de la ayuda social del Estado. El gobierno nunca les construyó las rutas de salida. Por tanto siguen dependiendo.
En esta década de enorme crecimiento, algunos uruguayos no ganaron oportunidades ni libertad.
El gobierno se conformó con aportar a la sociedad del consumo, subirse a la ¨cultura del plasma¨, como si fuera consumo sí o consumo no.
La última encuesta de hogares mostró que un porcentaje altísimo de familias tienen: refrigeradores, calefones, microondas, TV color, computadoras…más automóviles y ciclomotores.
Durante décadas, la izquierda marcó la diferencia entre “crecimiento” y “desarrollo”, bajo la lógica de que el aumento del tamaño de la economía no implicaba, por sí mismo, un proceso de desarrollo.
Por tanto ahora, cabe esta pregunta ¿este crecimiento implicó desarrollo? Está claro que no.
Lo verdaderamente inclusivo es dar oportunidades. No el simplismo de tener o no tener.
Lo genuinamente integrador, es que el individuo sea capaz de producir para tener. Lo justo es construir una sociedad donde sus integrantes sean capaces de valerse por sí mismos.
El Frente llegó al gobierno con la promesa de cambio. Fue la idea que dominó la campaña y fue lo que la ciudadanía quiso. Por desgaste de los partidos tradicionales, por una realidad de crisis; por diversos motivos, los uruguayos en 2004 eligieron el cambio. Era probar lo nuevo, los que nunca habían tenido la oportunidad de gobernar, se hacían acreedores de la chance.
Ya está. Ya mostraron lo que dan. Y confiesan hoy, lo que no pueden dar.
En esta década no hubo una sola transformación estructural. En el período de mayor bonanza de la historia, el gobierno se limitó a gastar y no hizo inversiones para transformar las raíces de inequidad estructurales.
Antes del Frente había una situación de inequidad territorial y geográfica entre Montevideo e interior.
Hay una situación de inequidad de oportunidades entre los que menos tienen y los que más, entre otras cosas porque la educación pública está en emergencia. Pero, parece que vamos bien.
La salud estaba mal antes del Frente. Está mal ahora. El Clínicas, la mayoría de los hospitales del interior, tienen menos pacientes pero los mismos problemas de siempre. Hay madres que mueren en el parto como si estuviéramos en el siglo XVIII.
Qué decir de la infraestructura nacional, o de la matriz energética. Necesarias para que el crecimiento de la producción se haga más rentable y duradero. Se hizo poco y nada. Ahora vienen planteos de urgentísima necesidad por el Ferrocarril. Y en estos nueve años, no hicieron nada; encima la culpa parece que la tiene la oposición.
Ni hablar de la seguridad. Si vamos bien no habrá cambio en la política de seguridad pública.
El proyecto frentista se volvió viejo y vetusto.
Por tanto la elección en este 2014 es entre el pasado y el futuro. Es entre el pasado que nos quieren repetir como si fuera nuevo, con las mismas caras, con la misma soberbia, pero sin ideas, con un Frente agotado y conservador; y un genuino proyecto nacional, desafiante de las inequidades, el proyecto de Futuro que encarna el Partido Nacional.
Es claro que el Frente no mostró capacidad ejecutiva. Se quedaron sin gestión; pero el problema es más serio, perdieron la capacidad de soñar, se quedaron sin ideas. Hoy, la mayoría parlamentaria los refugia en cierta seguridad, pero es contundentemente claro que no volverán a tener esa confianza de parte de la ciudadanía.
Por eso desde el Partido Nacional le ofrecemos a la ciudadanía un proyecto de verdadero cambio.
Hay que cambiar la educación, la seguridad, la salud, integrar humana y geográficamente al Uruguay.
Como Vázquez no debate, como no se expone ante los demás candidatos de la oposición, y como si los periodistas le preguntan se ofusca, quizás deba ser algún propio frentista quien pueda preguntarle a Vázquez si verdaderamente cree que en educación, salud, seguridad ¿vamos bien?.
El país necesita un rumbo, y un rumbo nuevo. Porque como venimos, venimos mal.
Jorge Larrañaga.
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