Compartimos la columna del senador Ope Pasquet (Vamos Uruguay) titulada “Pluna y el precio de los combustibles”.
“El vicepresidente de la república, Cr. Danilo Astori, ha señalado en más de una ocasión que el precio del combustible adquirido en el Uruguay fue uno de los factores que causaron la ruina de Pluna. La propia empresa lo decía, antes de cerrar. En la actualidad, mientras el gobierno maneja diversas fórmulas para salir del fenomenal atolladero en el que se ha metido, la necesidad de que una hipotética nueva “aerolínea de bandera” pueda comprar combustible a precios subsidiados por el Estado ha sido mencionada en varias oportunidades.
La atención pública, claro, está puesta en otro sitio. Todos quisiéramos saber qué se trató y qué se acordó en esa reunión que tuvo lugar en las oficinas de López Mena y a la que asistieron, el pasado miércoles, el presidente del Directorio del BROU, Fernando Calloia, y Hernán Antonio Calvo Sánchez (“el caballero de la derecha”), según informó Búsqueda en su edición de ayer. Esperamos también que se devele la incógnita y se sepa de una buena vez si el BROU hizo bien las cosas, de manera de poder obtener el pronto reembolso de los U$S 13.600.000 que debió pagar como avalista de la empresa Cosmo. Pero estas y otras interrogantes que tienen en vilo a los uruguayos desde hace semanas, no debieran hacernos olvidar la menos espectacular pero seguramente más importante cuestión del precio que pagamos por el combustible; un precio que, como se vio, puede derribar aviones con más eficacia que una batería antiaérea.
En la edición (digital) de Correo de los Viernes correspondiente al pasado viernes 26 de octubre, bajo el título “Combustibles tres veces más caros”, encontramos una noticia tomada del blog del periodista Zelmar Lissardi, según la cual ANCAP acaba de exportar naftas a un precio tres veces menor al del mercado interno. “El ente petrolero”, como suele llamárselo, exportó en octubre unos 24.000 metros cúbicos de naftas a Estados Unidos, a un precio promedio de diez pesos (medio dólar) por litro. En Uruguay el precio por litro va de $37,60 (1,88 dólares) a $39,20 (1,96 dólares). “Quiere decir –concluye la nota- que el Estado nos cobra a los sufridos uruguayos tres veces y medio más de lo que debería…”.
El precio del combustible fue uno de los temas centrales que se debatieron en la campaña promovida por el Frente Amplio y los trabajadores de ANCAP contra la Ley de Asociación de dicho ente, sancionada durante el gobierno del Dr. Batlle. La ley preveía la libre importación de combustibles para alinear su precio interno con el precio internacional, pero la ciudadanía la revocó en el referéndum celebrado en diciembre del año 2003. El Dr. Tabaré Vázquez, victorioso en aquella jornada y ya con las urnas del 2004 a la vista, se comprometió a sustituirla por otra ley mejor. Pasaron los cinco años de la presidencia del Dr. Vázquez, y la nueva ley nunca llegó. Nueve años después de aquel referéndum, el impacto del precio del combustible sobre Pluna viene a recordarnos, de la peor manera, que el problema no está resuelto.
Es obvio que el precio de los combustibles es un dato fundamental para la economía nacional, como también lo es que no sería fácil para el Estado –con el gobierno actual o con cualquier otro- renunciar a una fracción siquiera de la recaudación que obtiene por su intermedio. Pero si de verdad se quiere apoyar al “país productivo” de los eslóganes, cumplir aquella promesa olvidada del Dr. Vázquez sería una manera de hacerlo”.
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