El sector forestal y sus diversas actividades han registrado un importante crecimiento en el país y una muestra de ello son las megainversiones que llegaron en los últimos años. A ello se suman importantes perspectivas de desarrollo a futuro, lo que llevó al Instituto Uruguay XXI a publicar un informe en que se promueve al país como destino para invertir. El documento detalla que sólo un quinto del área declarada de interés forestal está plantada, y especifica -buscando abrir la cancha- que la madera producida “es de alta calidad, no sólo para la obtención de pulpa de celulosa sino también para la fabricación de productos de madera sólida”, informó la diaria.
El informe comienza presentando varios motivos por los cuales las empresas forestales internacionales pueden interesarse en radicar inversiones en Uruguay.
En primer lugar menciona la ubicación geográfica del país “en la misma latitud que los principales emprendimientos forestales del hemisferio sur”, como los de Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Argentina y Chile. Se trata de una región que ofrece “condiciones de clima y suelo que aseguran muy buenos niveles de competitividad a nivel internacional”. Otro motivo es el “marco jurídico estable y propicio para la inversión internacional”, así como la vigencia de “un código nacional de buenas prácticas forestales para el logro de una producción sostenible, atendiendo a los requisitos de la demanda internacional”. En el plano logístico se asegura “una adecuada estructura de carreteras y caminos que permite la conexión de los principales centros de producción y playas de acopio con los principales puertos del país”. Por otra parte, menciona que la promoción del “desarrollo de sistemas agro-silvo-pastoriles” y permite “integrar la gestión y el desarrollo de la forestación con la ganadería y la agricultura”, logrando “diversificar los productos y escalonar los ingresos: ganado, semilla, cosechas y reservas forrajeras en el corto plazo, y madera de calidad en el mediano y largo plazo”.
Resalta que el sector cuenta con 20 años de experiencia y mano de obra calificada, y que actualmente sus exportaciones representan 13% del total de las ventas externas de Uruguay. También se describe que actualmente hay unas 885.000 hectáreas de bosques plantados que representan 5% del territorio nacional, pero advierte que “sólo 21,5% del área declarada de prioridad forestal está plantada”.
En el plano industrial, asegura que la madera producida “es de alta calidad, no sólo para la obtención de pulpa de celulosa sino también para la fabricación de productos de madera sólida”.
El informe subraya las condiciones generales del país, desde las naturales hasta las económicas y políticas, las “atractivas condiciones culturales y educativas de la población, incluyendo el uso de varios idiomas además del español”.
Para todos los gustos
La segunda parte del documento describe las características del sector forestal uruguayo, compuesto por distintas actividades que van desde la obtención de semillas y plantines hasta el traslado final de los productos elaborados. “El sector incluye al menos a cuatro cadenas industriales de base forestal: la cadena celulósico-papelera, la de productos de madera elaborada (madera rolliza tratada, madera aserrada, tableros, carpintería de obra, muebles, molduras, etc.), la industria química (resinas, aceites esenciales, bioplásticos, etc.) y la energética”, detalla. En conjunto, las actividades de silvicultura, extracción y elaboración de productos de madera representaron 3,5% del Producto Interno Bruto en 2010.
Señala que la industria local de productos forestales se caracteriza por una integración vertical de sus empresas, que abarca la actividad agraria y la propiamente industrial y todos los procesos intermedios hasta la comercialización final de la mercancía. También se recuerda que la generación de energía a través de residuos forestales (biomasa) forma parte de las actividades relacionadas a la fase industrial, lo que ha cobrado importancia debido a su importante perspectiva de futuro por el aumento de la materia prima y las políticas de Estado en la materia.
En lo que respecta al empleo en el rubro, en 2010 se contabilizaron unos 13.000 trabajadores vinculados a la silvicultura, a los que se suman unos 3.500 de las industrias de transformación mecánica (aserraderos y tableros) y 2.500 en las industrias celulósicas (pasta de celulosa, papel y cartón, y chips), lo que conforma un total de 19.000 personas. A ello deben agregarse los empleos indirectos (principalmente en transporte y logística), que elevan la cifra hasta unos 21.400, equivalentes a 1,3% de la población ocupada del país. “El personal ocupado en el sector forestal casi se ha duplicado en los últimos cinco años, lo que da muestras del potencial que tiene este sector para emplear gente, fundamentalmente ubicada en el interior del país”, resumen el trabajo en ese aspecto.
20 años no es nada
En otro orden, se destaca el crecimiento sostenido que ha registrado la actividad en los últimos 20 años, pero se indica que sigue siendo un rubro “relativamente joven”. En los últimos años se multiplicó por 30 la superficie forestada, alcanzando unas 885.000 hectáreas en 2010. Sin embargo, el área declarada de prioridad forestal alcanza las 4.114.000 hectáreas, 23% del área agropecuaria total del país.
La mayor parte de las plantaciones de Uruguay corresponde a las especies Eucalyptus (70%) y Pinus (28%). La extracción de madera registró un fuerte crecimiento hasta 2008, pasando de 5.700.000 metros cúbicos (m3) en 2005 a 9.400.000 en 2008. Sin embargo, la crisis internacional contrajo la demanda mundial y redujo los precios de las exportaciones, provocando una caída del volumen de extracción a 8.400.000 m3 en 2009. Después la extracción se recuperó y en 2010 alcanzó a 11.800.000 m3.
De la misma forma, la producción también cayó en 2009 debido a la disminución de la producción de chips y, en menor medida, de madera aserrada y tableros. En 2010 se verificó un aumento en la producción de todos los bienes de la industria forestal: chips y pasta de celulosa registraron similares valores a los de 2008, y madera aserrada, tableros y papel y cartón los superaron.
En materia de exportaciones, el informe asegura que el rubro forestal representó 12,5% de las ventas totales de Uruguay en 2010 y “tiene una importante proyección de futuro”. “A pesar de que la crisis global internacional de 2009 provocó una caída de las exportaciones del sector, tanto en volumen como en valor, las exportaciones superaron los 700 millones de dólares”, y en 2010 alcanzaron los 1.000 millones de esa divisa, cifra similar a la contabilizada en 2008.
El producto principal fue pasta de celulosa, que representó en 2010 el 64,5% del total exportado por el sector, seguido por “chips” con un 13% del total, y “papel y cartón” con el 9,3%. En lo que respecta a los precios de colocación, la pasta de celulosa tuvo una tendencia creciente de valorización entre 2000 y 2007, ubicándose en promedio en 641 dólares por tonelada. Con la crisis, en 2008 se evidenció una fuerte caída, recuperándose a fines de 2009 y alcanzando en 2010 valores superiores a los registrados anteriormente.
El año pasado, y después de experimentar “niveles muy elevados”, el precio de la celulosa procesó “fuertes ajustes a la baja en los últimos meses”. No obstante, “permaneció en niveles elevados en una perspectiva histórica”, ubicándose en julio del año pasado en 858 dólares por tonelada, un valor “apenas 6,5% menor al récord alcanzado en julio de 2010”.
El más allá
En cuanto a las proyecciones, a nivel internacional persistirán factores que afectarán la demanda mundial a largo plazo, como el aumento de la población, el crecimiento de las economías en desarrollo -en especial de Asia-, exclusión de más bosques de la producción maderera debido a nuevas políticas y reglamentos ambientales, y fomento del uso de biomasa para la generación de energía y su utilización como biocombustible. También plantea que “una mayor atención al ‘desarrollo verde’ puede suponer una nueva orientación para el desarrollo del sector forestal”, incrementando las inversiones en gestión forestal sostenible, y haciendo una promoción activa de la madera en la construcción con criterios medioambientales y como fuente de energía renovable. El informe prevé un incremento de la demanda mundial de productos derivados de la madera, como la madera en rollo industrial, cuya demanda alcanzará en 2020 los 2.164.000 m3 anuales, cuando en 2005 era de 1.683.000 m3.
En el plano local, se estima que la planta de producción de celulosa de Montes del Plata, que se proyecta que estará en funcionamiento entre 2013 y 2014, consumirá más de 4.000.000 de toneladas de madera pulpable por año y exportará 1.300.000 toneladas. También sostiene que entre 2014 y 2020 llegarán a la madurez las plantaciones realizadas para producción de madera para aserrado, contrachapado y madera de ingeniería. “En forma creciente se irán volcando cantidades muy importantes de madera de calidad, cuya producción y oferta se manejarán en forma sostenible en volúmenes que oscilarán entre 4 millones de m3/año para el período 2011-2016 y más de 10 millones de m3/año para el período 2017-2021”, estimó.
Uruguay XXI fundamenta que ello implicará “una oportunidad para inversiones industriales, así como la exportación de madera de mayor valor agregado y subproductos varios”.
Fuente: La Diaria. http://ladiaria.com.uy
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