Carta de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos al Presidente José Mujica Cordano.
Montevideo, 27 de abril de 2010
Señor Presidente de la
República Oriental del Uruguay,
Don José Mujica Cordano.
Presente.
De nuestra mayor consideración:
Usted ha puesto en el tapete la discusión sobre la relación e inserción de las FFAA en la sociedad. Tema cuya importancia nadie puede obviar y que hace a nosotros en la doble condición de ciudadanos y de familiares de detenidos desaparecidos. Tema que, por su complejidad, seguramente merecerá instancias apropiadas de reflexión en las que participen sectores más amplios que los partidarios.
Usted sabe que nosotros no elegimos la condición de familiares de desaparecidos. Un día la tragedia se instaló en nuestras vidas, en la vida de nuestras familias y tuvimos dos opciones: luchar o resignarnos. Usted sabe que nunca hemos perseguido ni alimentado la venganza y que nos hemos movido en el marco del derecho nacional e internacional con una orientación propositiva inspirada en el futuro (1).
En el centro de nuestra lucha está encontrar a nuestros seres queridos. Al comienzo teníamos la esperanza de encontrarlos con vida. Ahora no, salvo a los niños. Por eso un eje de nuestro trabajo es la investigación (junto con la prevención y la memoria como promotores del “nunca más”). Ahora bien, nosotros no investigamos como los científicos, para conocer lo desconocido. Nosotros investigamos para encontrar algo que es conocido y que perversamente se oculta: la suerte de nuestros familiares. Y estos hechos se ocultan al punto de mentirnos, de mentirle a la sociedad entera y al Presidente de la República (2) .
Desde allí hemos impulsado las Declaraciones y Convenciones regionales e internacionales contra la Desaparición Forzada de Personas, así como colaborado en los respectivos instrumentos contra la tortura. En lo nacional , hemos presentado al Parlamento el proyecto de ley de declaración de ausencia por desaparición forzada de personas (aprobado) y hecho aportes a la Ley de reparación integral.
Señor Presidente, en nuestro país no hubo una guerra ni dos demonios. Debe recordarse además que en las guerras no todo está permitido y que los crímenes de guerra están establecidos en el derecho internacional. Lo que es indiscutible –por harto probado- es que acá (como en los otros países de la Región) hubo un plan represivo, ejecutado de forma coordinada, inspirado en la Doctrina de la Seguridad Nacional (DSN). En ese plan se embarcaron las FFAA. Esta represión no fue ejecutada por un “grupito de locos desacatados”. Acá hubo –hechos, testimonios, documentos y otras pruebas abundan- una política represiva basada en las FFAA. Las víctimas directas de esta represión fueron estudiantes y obreros organizados, militantes políticos, parlamentarios, periodistas, mujeres embarazadas y –los más peligrosos de todos- “niños”; sin olvidar la represión ejercida sobre toda la sociedad a la que se le conculcaron derechos, libertades y garantías.
Nuestro pueblo conoció sobre sus castigadas espaldas, la sevicia a través de sus propias FFAA, las que mantenemos, armamos y pagamos todos. Unas FFAA que no son las de la Independencia ni tampoco las basadas en el servicio militar voluntario como en algunos países del llamado primer mundo.
Son un enorme aparato burocrático-militar de discutible necesidad y, con esta estructura, de más dudosa utilidad para las tareas de defensa…. pero esa es otra discusión pendiente que habrá que procesar en distintos ámbitos.
Lo que queremos transmitirle es que, estas FFAA son la continuidad de aquellas que dieron el golpe, que coparon el aparato del Estado, que no admiten su responsabilidad y que se abroquelan en su silencio sobre la suerte de nuestros familiares, continuando su desaparición.
Mientras las FFAA no reconozcan su responsabilidad institucional en el proceso dictatorial, no rectifiquen su destino renegando de la DSN y sigan configurando y avalando las posiciones que expresan a través del Círculo y Club Militar, no digan las verdades que ocultan, no se saneen, no degraden a los asesinos, torturadores y desaparecedores que cobijan, la ciudadanía las tolerará (¡qué más remedio!) pero no las respetará ni integrará. Esto es algo que no se puede decretar. Es una lástima que no se aprovechen para eso estos tiempos democráticos.
Hemos participado (asistiendo y estudiando) en encuentros en torno a la defensa nacional y a la solidaridad continental por el caso de Haití, en los que hemos tenido diálogos con integrantes de una oficialidad nueva, que en su pasado como individuos nada tienen que ver con los hechos luctuosos. Nada tenemos personalmente contra éstos. Por ellos también debería la institución repensarse, aceptar su pasado reciente y rectificarse. Si no, no tendrán autoridad moral para custodiar los territorios de la República ni para contribuir a la paz de otras naciones.
Comprendemos perfectamente las responsabilidades que tiene frente a las fuerzas que hoy usted comanda. Comprendemos la razón de unidad nacional que lo mueven y que le impone su investidura, por eso le reiteramos que: o las FFAA reniegan de sus antecedentes de dictadura, crimen y sevicia, dando claras pruebas de rectificación o seguirán, le pese a ellas y nos pese a todos, estigmatizadas por cada uno de los ciudadanos que cotidianamente forjamos la patria y que, como usted, queremos hacerla entre todos, respetuosos de las diferencias y comprometidos en la defensa de los derechos de las personas y los pueblos.
Atentamente, Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos-Desaparecidos
(1) En el campo regional e internacional integramos la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (Fedefam ), organismo de consulta con status II del Ecosoc.
(2) Caso del lugar de entierro de María Claudia García de Gelman, entre otros. Recuérdese el episodio ligado al caso Berríos. Recuérdese además desde el Informe Sambucetti hasta el Informe de las tres Armas entregado al presidente Tabaré Vázquez en el año 2005, etc. Cuando se pidió informes al SID éste se negó a informar.
He leido carta del 29 de Abril, al presidente de la republica y apoyo lo s dichos y ademas me emocionan el demostrar un espiritu de lucha que yo considero invalorable.-Felicito esa iniciativa y desearia recibir mayor información al respecto.- Soy ex detenido de la dicatadura del 73 y ahora jubilado por la ley 18033.- En el momento me he inscripto como benefactor de la ley 18596 y envie la papeleria a travez del ministerio de trabajosin tener noticias hasta ahora de que ha sido de ese expediente.- Felicitaciones y fuerza y espero alguna noticia de Uds.
Estimados señores, cuando un Presidente, en calidad de Jefe Supremo de las FFAA, le ordena a los Comandantes en Jefe de las mismas, proporcione la información necesaria, con la convicción de que los mismos, por su edad, jerarquía, grado y cargo no pueden ignorar, los mismos deben decir la verdad sobre la «información real», que posea, sobre los militares responsables de los hechos que se investigan y son de público conocimiento. Si los mencionados Jefes, todos a los que se les ordenó aportar esa información, no pueden hacerlo, es por las causas siguientes: Si la tienen y no la aportan, por proteger a sus camaradas comprometidos, se están equivocando en sus funciones, porque esos ya no son sus camaradas, en virtud que cuando fueron sus superiores eligieron el camino de la deshonra, la tortura, la desaparición y la supresión de la identidad de los niños hijos de desaparecidos. Cualquier militar que tenga honor, conoce las Leyes y Usos de la Guerra y por nada del mundo, por ninguna causa puede violar las mismas amparados en el derecho a la represalia por otros hechos cometidos por el enemigo que hayan sido reprochables. De esta forma, los que ocultan la información, son encubridores que en cierta forma no le han dicho la verdad al superior. Al superior no se le miente, porque si se le miente, no le tienen lealtad y si no le tienen lealtad, no lo respetan, y si no lo respetan es porque no están ejerciendo el liderazgo y si no ejerce el liderazgo, tiene el grado y el cargo, pero no tiene el mando ni el poder y por lo tanto, no está en condiciones de conducir los destinos de la Fuerza Armada destinada a asegurar la paz interior y defender la Constitución y las Leyes. ¿puede un cabo, saber mas que un Teniente General? ¿y si un cabo, desarrollara una investigación sobre los hechos ocurridos por los que clama determinada comunidad amparados en la ley y la justicia, y aporta muchos mas datos que el mencionado Jefe y da lugar a un exclarecimiento que en tantos años no han podido hacer ninguno de los ministerios ni el de Defensa ni el del Interior? ¿no tiene el cabo mas aptitudes que los nombrados? ¿tiene el cabo que pedir autorización a sus Jefes, para decir la verdaod? ¿y si no lo autorizan y encima lo sancionan o lo dan de baja,no sería un hecho injusto? Ahora volviendo a la realidad, ¿no hay ni un indicio, ni una presunción, ni un testimonio, nada? ¿No hay ningún funcionario del podedr Judicial que tenga alguna información y no la ha revelado o ha entorpecido las investigaciones o está demorando las mismas ocultándolo? Creo que no, creo que hay mucho, bastante como para actuar al respecto, pero lo han demorado y lo siguen ocultando. Y si alguien me hiciera una apuesta millonaria, yo me volvería millonario y los que buscan alguna respuesta desde hace años, quedarían como unos incautos y tontos. ¿Saben por que existe la esperanza, porque la alimentan los hombres que buscan la verdad y si la verdad no llega es porque existen hombres que solo «dicen que buscan la verdad, pero no saben que hacer con ella cuando aparece». Mientras sea la realidad así, el presidente Mujica va a tener razón, el tema terminará cuando mueran todos los actores, pero recuerden que ustedes, los que buscan la verdad no son los actores y para ustedes también pasa el tiempo. Hay algo que yo no haría jamás, decir una cosa como «hay que mirar al futuro, lograr la convivencia» y luego como decir eso digo la otra «voy a la marcha de los desaparecidos» y quedo bien con los dos demonio de la guerra que yo mismo nombré. Me gustaría, mas bien tengo el derecho a recibir una respuesta. Deben hacer un gran esfuerzo, o para exclarecer o para abanadonar esa posición si realmente saben que «no pueden hacerlo» o saben que alguien no quiere.
Ya se ha hecho un comentario muy similar en cuanto a los fundamentos sobre el tema y no lo han publicado ¡¡¡ojoooo!!! ¡¡¡no es lo que pareceee, no es lo que pareceeeee!!!
Pero solo me resta decir ¡¡¡¡menos mal que no perdí el trabajo!!!!!!!, porque si esto lo hubiese escrito antes del 2005, hoy sería un olvidado difunto.