El presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, de gira
por varios países de América Latina, canceló la semana pasada una visita
oficial de tres días al Uruguay. El mandatario africano, que gobierna el único
país de ese continente de habla hispana, fue cuestionado por su política de
derechos humanos, durante su visita a la Argentina.


Teodoro Obiang. Al frente del gobierno desde 1979.

Obiang, a quien organizaciones como Amnistía Internacional
acusan de graves violaciones a los derechos humanos, tenía agendada la visita
entre el 10 y el 12 de febrero de 2008.

La delegación que acompañaba al mandatario africano estaba
integrada por unas cuarenta personas y era trasladada en dos aviones de línea.
Al llegar a San Pablo, última escala antes de arribar al territorio nacional,
un alto funcionario resolvió cancelar la visita, confirmaron fuentes del
Ejecutivo uruguayo.

El presidente de la República, Tabaré Vázquez, se disponía a recibir
al visitante. Sin embargo, por problemas de agenda ­sobre todo, la intensa
actividad relacionada a la reestructura del gabinete­ la audiencia debió
posponerse hasta el martes. Pero ese día, la delegación abandonaba el país. A
su llegada, el domingo, Obiang iba a ser recibido por el vicepresidente Rodolfo
Nin Novoa.

A raíz de esta situación, la delegación visitante resolvió
posponer el viaje al Uruguay y proseguir la gira por el Cono Sur que incluía
Argentina y Chile.

En Argentina

En Argentina, la bienvenida al gobernante africano tuvo como
contrapartida un reclamo por la situación de los derechos humanos en ese país.

Obiang, en el poder desde 1979 tras encabezar un golpe de
Estado contra su tío, el dictador Francisco Macías, fue recibido el miércoles
por la presidenta Cristina Fernández en la Casa de Gobierno. Ambos mandatarios firmaron
diversos documentos, entre ellos uno de cooperación en materia energética.
«Guinea Ecuatorial, el único país africano de habla hispana, tiene un
origen común con nosotros. El memorándum de hoy espero sea el punto de partida
para lograr una mejor complementariedad entre ambas economías y también una
mejor vigencia del sistema de derechos humanos que la humanidad, el mundo,
necesita», dijo Fernández, durante un acto junto a Obiang. El objetivo de
la visita oficial del mandatario africano, según informó la cancillería
argentina, era «afianzar la relación bilateral y avanzar en el tratamiento
de temas de interés común, con el fin de profundizar los vínculos». Guinea
Ecuatorial, que se independizó de España en 1968, es el tercer productor de
petróleo de Africa Subsahariana, tras Nigeria y Angola. Guinea Ecuatorial es
una pequeña nación, ubicada sobre el golfo de Guinea, con poco más de 500.000
habitantes. Pero su riqueza en petróleo y gas natural son un atractivo.
Fernández, sin embargo, aprovechó la ocasión para expresarle a Obiang «la
honda preocupación por la situación denunciada por Naciones Unidas, en cuanto a
la situación de los derechos humanos en su país» y le solicitó que en las
elecciones presidenciales del próximo año «permita la presencia de
veedores de la Argentina».

Previamente, el presidente de Guinea Ecuatorial, había
hablado de «los lazos de hermandad con Argentina» y señalado que su
país «puede servir como zona franca para las transacciones
económicas». Hasta la década de los noventa, Obiang anuló la participación
de los partidos políticos en la vida pública. Por presión internacional, decidió
convocar a elecciones en 1996 y 2002, en las que resultó vencedor. Los comicios
presidenciales fueron cuestionados por su falta de transparencia. Los
detractores de Obiang, de 65 años, lo consideran un dictador que castiga
brutalmente a sus adversarios políticos y preside un gobierno que roba millones
de dólares del erario público, procedentes del petróleo, mientras la población
vive en la extrema pobreza. Tanto la
ONU, como Aministía Internacional lo han acusado de torturas
y desapariciones.

Fuente: Diario La
República. http://www.larepublica.com.uy