El precandidato presidencial José Mujica (Frente Amplio) le responde al precandidato Jorge Larrañaga (Alianza Nacional) sobre los alcances de sus conceptos ante la eventualidad de convocar a la Asamblea Nacional Constituyente para abordar el tema de la propiedad privada.
«Hoy, me veo obligado a dar una respuesta pública a alguna pregunta que ha hecho públicamente mi colega, el Doctor Jorge Larrañaga: ¿qué quise decir cuando señalo, por
ejemplo, que el tema de la propiedad es un tema de los que debería de discutirse en una Constituyente?
El doctor Larrañaga debe saber, seguramente mejor que yo, que por ejemplo Wilson Ferreira Aldunate en su programa de gobierno establecía que la propiedad de la tierra tiene que tener alguna limitación, algún límite, y proponía determinada cantidad de hectáreas. Debe saber el Doctor Larrañaga que hoy en el Uruguay hay una empresa extranjera forestal que en estos días se concentró, y que tiene unas 250.000 hectáreas.
Hay otra empresa forestal que tiene unas 180.000 hectáreas, otra que tiene 160.000, y entre poquitas empresas extranjeras tienen 680.000 hectáreas de tierra. Son varias veces el tamaño de alguno de los departamentos.
Es sabido que hay ciudadanos que están juntando firmas por ahí, que quieren hacer un plebiscito, con determinadas exigencias, con respecto a la propiedad de la tierra. Es sabido, además, que Uruguay es un país de propiedad privada, donde no existen limitaciones de carácter legal, y hay que poner limitaciones, pero no es un punto sencillo para los gobiernos. Por eso pienso que es un tema de los que se podría encuadrar en una discusión de una Constituyente pues es un tema francamente de rango constitucional.
En lo que me es personal, pienso que alguna limitación tiene que haber, pero naturalmente todo esto es opinable, lo que está claro es que Uruguay tiene determinada legalidad que es la que está vigente, y que obviamente, por esta naturaleza, estamos todos obligados a respetar. Pero si hubiera que modificarla, y hay muchos ciudadanos que así piensan, es desde nuestro humilde punto de vista, un tema francamente de naturaleza constituyente.
Entonces queda aclarada aunque sea sucintamente, nuestra posición».
Senador José Mujica.
Fuente: Mensuario Participando.
Que la propiedad y en particular la propiedad territorial es un derecho limitado y vinculado (entre otras cosas) por su función social es algo que ya actualmente no se discute en el mundo civilizado. Es extraño que los Doctores Lacalle y Larrañaga se alarmen con normas como la Ley de Ordenamiento Territorial Sostenible y las consideren «ataques al derecho de propiedad». Hoy ya nadie habla en el mundo del ius abutendi y que el propietario pueda hacer con su bien cualquier cosa. Las disposiciones de la LOT que mayormente alarman a los Doctores Lacalle y Larrañaga son tomadas del Estatuto da Cidade brasileño que rige alli hace diez años y no parece que ello haya espantado las inversiones de capital en nuestro vecino norteño.
Contrariamente a lo que dice Mujica, no creo que sea necesario modificar la Constitución de la Republica para incorporar la doctrina de la función social de la propiedad, los colombianos la incorporaron a texto expreso en su constitución, pero la nuestra habla de la propiedad, en general, no dice especialmente que se trate de la propiedad salvaje de que se hablaba en el siglo XIX sino que perfectamente es entendible en cotexto con los demás derechos alli consagrados y que resultan del resto del Sistema que la propiedad que ampara nuestra constitución es una propiedad responsable que debe ser ejercida en función social y con respeto de los demás derechos confluyentes en el mismo espacio tales como el derecho a la ciudad, el derecho al medio ambiente, el derecho al trabajo, a la vivienda decorosa de todos los habitantes y junto a todo ello la soberanía del Estado sobre el territorio y su ordenación a beneficio de todos los habitantes de la República.
Para decir eso no es necesario modificar la Constitución.