Los aceites capilares se han convertido en un básico en las rutinas de cuidado del cabello, y por buenas razones. Estos elixires naturales ofrecen una multitud de beneficios que van desde la hidratación profunda hasta la reparación de puntas abiertas.
Los aceites para el pelo son verdaderos elixires para nuestro cabello. Su capacidad de penetrar en la fibra capilar, reponiendo la humedad perdida y nutriendo el cabello desde la raíz hasta las puntas, los convierte en aliados indispensables para lograr una melena saludable y radiante.
¿Cuándo usar aceites en el cabello?
Además de hidratar y fortalecer el cabello, los aceites crean una barrera protectora que sella la cutícula, aportando un brillo intenso y previniendo el daño causado por el calor de herramientas de peinado. Asimismo, controlan el encrespamiento y aportan suavidad, dejando el cabello manejable y con una apariencia más saludable.
1. Antes del lavado
Aplicar aceite capilar antes de lavar el cabello es como darle un tratamiento de spa a tu melena. Al masajear suavemente el aceite en el cuero cabelludo y el cabello seco, creas una barrera protectora que sella la humedad y nutre en profundidad la fibra capilar.
Esto es especialmente beneficioso para cabellos secos, dañados o con puntas abiertas, ya que ayuda a reparar y fortalecer desde la raíz.
Además, el aceite ayuda a remover impurezas y residuos acumulados, preparando el cabello para una limpieza más efectiva. Para mejores resultados, deja actuar el aceite durante al menos 30 minutos antes de lavar.
2. Como acondicionador sin enjuague
Después de lavar el cabello, una pequeña cantidad de aceite en las puntas es suficiente para controlar el frizz, aportar brillo y suavidad. Los aceites actúan sellando las cutículas, evitando que la humedad se escape y protegiendo el cabello de los daños externos.
Este método es ideal para cabellos finos o con tendencia a enredarse, ya que facilita el peinado y evita la rotura. Evita aplicar el aceite demasiado cerca de las raíces para no engrasar el cuero cabelludo.
3. Antes de usar herramientas de calor
El calor de planchas, secadores y tenacillas puede dañar gravemente la estructura del cabello. Aplicar un poco de aceite antes de utilizar estas herramientas crea una barrera protectora que reduce el daño causado por el calor.
Además, el aceite ayuda a distribuir el calor de manera más uniforme, evitando puntos calientes que pueden quemar el cabello. Los aceites de argán y coco son excelentes opciones por su alta capacidad de protección térmica.
4. Como tratamiento nocturno
Durante la noche, nuestro cabello es más vulnerable a la fricción con la almohada y a la deshidratación. Aplicar una cantidad generosa de aceite antes de dormir proporciona una hidratación profunda y repara el cabello dañado mientras duermes. Al despertar, tu cabello estará más suave, brillante y manejable. Este tratamiento es especialmente recomendado para cabellos muy secos o porosos.
El paso a paso para utilizar un aceite hidratante en el cabello
La elección del aceite capilar dependerá del tipo de cabello y las necesidades específicas.
El aceite de coco, por ejemplo, es ideal para hidratar y nutrir cabellos secos y dañados, mientras que el aceite de jojoba regula la producción de sebo en cabellos grasos. El aceite de argán es conocido por su versatilidad y su capacidad para aportar brillo y suavidad a todo tipo de cabello.
Experimenta con diferentes aceites para encontrar el que mejor se adapte a tu melena.
La cantidad de aceite a utilizar variará según la longitud y el grosor del cabello. Como regla general, comienza con una pequeña cantidad y aumenta si es necesario. Si tienes el cabello fino o con tendencia a engrasarse, es mejor aplicar una cantidad menor y concentrarla en las puntas. Un exceso de aceite puede dejar el cabello pesado y sin vida.
La forma de aplicar el aceite dependerá del resultado que desees obtener. Si lo utilizas antes del lavado, puedes aplicarlo en el cabello seco desde la raíz hasta las puntas. Si lo usas como acondicionador sin enjuague, es mejor concentrarlo en las puntas. Para proteger el cabello del calor, aplica unas gotas en las palmas de las manos y distribúyelo uniformemente por el cabello antes de utilizar herramientas de calor.
Masajear el cuero cabelludo y las puntas con el aceite estimula la circulación sanguínea, favorece la absorción del producto y proporciona una sensación de relajación. Además, ayuda a distribuir el aceite de manera uniforme por todo el cabello. Dedica unos minutos a este paso para disfrutar de los beneficios del masaje capilar.
Si has aplicado el aceite antes del lavado, es fundamental enjuagarlo bien con champú para eliminar cualquier residuo. Puedes utilizar un champú clarificante si tu cabello es muy graso o si has aplicado una cantidad excesiva de aceite. Si utilizas el aceite como acondicionador sin enjuague, no es necesario enjuagarlo.
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