La isla principal, conocida como Isla de Lobos, abarca 43,5 hectáreas, acompañada por el Islote de Lobos, que tiene 1,3 hectáreas. Ambas forman parte de un conjunto de 22 formaciones rocosas que emergen del Océano Atlántico en el punto más austral del territorio uruguayo.
Este ecosistema es hogar de una gran diversidad de vida marina, incluidas dos especies de otáridos prioritarias para la conservación en Uruguay: el lobo fino sudamericano (Arctocephalus australis) y el león marino (Otaria flavescens). Además, la isla es un punto de descanso para focas, como los elefantes marinos y la foca de Weddell, así como un área crucial para la migración de la ballena franca austral y hábitat de diversas especies de delfines, orcas y tortugas marinas.
Además, incluye arrecifes rocosos con una profundidad de hasta 30 metros, albergando una rica biodiversidad de invertebrados, peces y tiburones costeros entre otras especies.
Esta zona protegida tiene un alto valor cultural e histórico. Desde el siglo XVIII, ha sido un punto geopolítico estratégico y un enclave importante para la industria ballenera y lobera de la época colonial. Asimismo, la isla alberga el faro de Lobos, que desde 1906 guía a los navegantes y protege a las colonias de fauna marina con su diseño.
El decreto firmado por el Ministerio de Ambiente y el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, otorga a esta área la protección necesaria para preservar sus ecosistemas y promover la investigación científica. La gestión del parque se coordinará con el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y el Ministerio de Defensa Nacional (MDN).
Los próximos pasos incluyen la participación de actores clave para la planificación y elaboración de un Plan de Manejo que garantice la conservación y uso sostenible del área.
Desde julio de 2021, el Ministerio de Ambiente ha estado trabajando en conjunto con diversas instituciones, como la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (DINARA), la Universidad de la República, y el Museo Nacional de Historia Natural, para avanzar en la identificación y priorización de áreas marinas relevantes para la conservación.
Este avance también refleja el compromiso del país hacia el incremento de superficies marinas protegidas. Con esta acción, Uruguay da un paso firme en la protección de su patrimonio natural, respondiendo a los desafíos globales de conservación marina y contribuyendo a la sostenibilidad de los océanos.
Fuente Contenido e Imagen: Ministerio de Ambiente.
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