Desde la Intergremial de Transporte Profesional de Carga Terrestre del Uruguay (ITPC) se advierte que en el último tiempo la duración de las operaciones que se ejecutan en el Puerto de Montevideo aumentó considerablemente. Por ejemplo, se puede demorar hasta nueve horas para retirar un contenedor, operación que normalmente se debería realizar en una hora y media o dos como máximo. Consideramos que esto es como consecuencia de fallas que se producen en la cadena operativa (balanzas de ANP – Aduana/MGAP – Terminales).
El cuello de botella de esta cadena suele variar de acuerdo a diferentes circunstancias, pero actualmente como sucede en cada Semana de Carnaval o Semana de Turismo, es el servicio de balanzas de la Administración Nacional de Puertos (ANP) el que provoca los retrasos mencionados.
En una semana donde la operativa se concentra en cuatro días y no en cinco como habitualmente ocurre, la dotación de balanzas que provee la ANP es inferior a la habitual. Accesos como el de las calles Maciel y Florida permanecen cerrados y los horarios de varios servicios conexos se restringieron.
El resultado de estas decisiones se pudo ver este lunes 25, cuando se registraron largas filas de camiones, escenario que seguramente se repetirá el resto de la semana. Esto representa un enorme costo en horas de personal que deberá asumir el transportista, ya que ningún cliente quiere correr con los costos que genera la espera para ingresar a un recinto público. Además se debe contemplar el menor rendimiento de cada camión en esta situación, que pierde de hacer más viajes por las largas demoras para poder cumplir uno solo de ellos.
Queremos advertir que está situación también perjudicará a importadores y exportadores que podrán verse obligados a pagar días adicionales de almacenaje o arribo tardío a puerto, porque las demoras hacen que los transportistas vean desbordada su capacidad.
Y finalmente, en muchos casos, las demoras se traducen en una penalización de parte de los clientes a los transportistas, que no tienen ninguna responsabilidad por el lento desarrollo de la operativa.
Solicitamos que la ANP asuma la responsabilidad por la falta de previsión para disponer de personal suficiente para la apertura de una cantidad suficiente de balanzas que otorguen un servicio razonable en una semana como ésta.
Se ha prometido en reiteradas oportunidades la instalación de balanzas electrónicas automáticas que no dependen de la disponibilidad de personal, pero no hay novedades al respecto. Los transportistas hemos padecido las consecuencias de conflictos generados por negociaciones de otros actores, las inclemencias climáticas que paralizan el Puerto sin protocolos adecuados para gestionar la operativa de los camiones, las deficiencias de funcionamiento de las Terminales (que priorizan los buques en detrimento de los camiones), y además debemos lidiar con la incapacidad de la ANP de planificar adecuadamente servicios fundamentales como el de las balanzas para que la actividad económica del país pueda seguir funcionando en medio de una semana con feriados laborables.
Cuesta entender cómo se celebra que la ANP tuvo ingresos extraordinarios por USD 199 millones, cuando el principal puerto del país opera de manera lamentable, perjudicando económicamente al sector de transporte de carga carretero, que está compuesto principalmente por pequeñas y medianas empresas que no tienen la espalda para soportar los perjuicios permanentes que la ineficiencia portuaria le causa.
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