Uruguay avanza en su posicionamiento global en la generación de energías limpias; se trabajará con Alemania en grupos técnicos para promover el hidrógeno verde, la eficiencia energética, la movilidad eléctrica y el almacenamiento en baterías.
Uruguay y Alemania firmaron este miércoles 29 de marzo en Berlín un acuerdo energético que establece un marco de cooperación técnica e intercambio de conocimientos entre ambos países para desarrollar acciones conjuntas en el desarrollo de fuentes renovables y combustibles alternativos.
El acuerdo, firmado por el ministro uruguayo de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, y su homólogo alemán del Ministerio Federal de Economía y Acción Climática (BMWK), Robert Habeck, permitirá la creación de un comité directivo integrado por ministros de ambos países. Además, se crearán grupos de trabajo técnicos para promover el intercambio y las acciones en temas como el hidrógeno verde, la eficiencia energética, la movilidad eléctrica y el almacenamiento en baterías.
Esta nueva alianza con el Gobierno alemán -socio estratégico que ha liderado la política de descarbonización en el mundo- coloca a Uruguay como uno de los pocos países firmantes a nivel mundial y es posible gracias al profundo trabajo realizado por Uruguay en la reconversión de su matriz eléctrica. Ahora, este esfuerzo continúa con la segunda transición energética destinada a reducir el uso de combustibles fósiles en el total de la matriz energética.
La firma del acuerdo tuvo lugar en el marco de la participación de Uruguay en la Conferencia de Diálogo sobre la Transición Energética de Berlín, los días 28 y 29 de marzo, en donde el país fue representado por el Ministro Paganini, la coordinadora del Programa H2U para el desarrollo del hidrógeno verde del Ministerio de Industria, Energía y Minería, María José González, y el Presidente de ANCAP, la compañía petrolera nacional, Alejandro Stipanicic.
“Este acuerdo refuerza el compromiso de Uruguay con la descarbonización y el reconocimiento de Alemania a nuestra trayectoria y nuestro potencial. Uruguay puede desarrollar un rol central como proveedor de los nuevos energéticos de fuente renovable, con un perfil claramente complementario con los países europeos”, dijo el ministro Paganini.
«Hoy en día la diversificación de proveedores es estratégica en términos geopolíticos, y los países del sur, excedentarios en energía renovable, somos parte de la solución”, complementó.
Energy Partnership es un instrumento del Ministerio Federal de Economía y Acción por el Clima (BMWK) con países comprometidos con la plena transición energética para crear una red global destinada a facilitar el intercambio de políticas energéticas a nivel intergubernamental y fomentar la innovación en política energética y la cooperación económica.
La firma de la Declaración Conjunta de Intenciones (JDOI) establece un marco general para impulsar el diálogo sobre política energética y la cooperación técnica. Esto permitirá el desarrollo y la mejora de infraestructuras energéticas sostenibles, así como la creación de mercados energéticos modernos y eficientes, en particular mediante el fomento de un mayor uso de energías renovables y tecnologías energéticamente eficientes.
Uruguay completó la primera transición energética de la última década, que permitió que mas del 90% de la demanda de electricidad en un año medio fuera abastecida por fuentes renovables como la eólica, la biomasa, la fotovoltaica y la hidroeléctrica.
Con un crecimiento económico sostenido, estabilidad social y política, una legislación con visión de futuro y unos recursos naturales privilegiados, Uruguay es un líder mundial en energías renovables, por lo que Alemania lo tuvo en cuenta a la hora de definir este acuerdo.
La situación geográfica del país y su combinación de fuentes renovables lo hacen ideal para la generación solar y eólica, con una importante complementariedad de factores, que se conjugan con un paisaje de llanuras onduladas y cientos de kilómetros de costa oceánica y fluvial que facilitan la logística portuaria y terrestre.
Con el hidrógeno verde y la promoción de la movilidad eléctrica, Uruguay pretende ahora completar su transformación energética.
En esta segunda etapa, que el país ya ha comenzado a emprender, se asumirán nuevos retos, como el desarrollo de una economía del hidrógeno verde y la continuación de la descarbonización del sector energético y de la producción de materias primas.
El acuerdo permitirá a Uruguay seguir posicionándose como un país atractivo para atraer inversiones, ampliar su apertura económica hacia Europa en futuros mercados energéticos y consolidar su posición como proveedor mundial de energías renovables.
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