Concurrió el 16 de noviembre a la Comisión de Asuntos Internacionales del Senado a los efectos de dar a conocer sus planes hacia un peculiar destino: Irán y posteriormente los legisladores le votaron afirmativamente la venia.
Se trata de Beraldo Nicola quien afirmó que su prioridad como nuevo embajador será un perfil económico-comercial, promoviendo el corte halal de la carne ovina, el arroz, y el “deber” sugerido por los parlamentarios, de ofrecer un pollo de tamaño más pequeño, el cual se consume en aquellas latitudes.
Nicola Flániguen estuvo acompañado por el director de Relaciones Institucionales, Alejandro Garofali.
NICOLA. Esta es la segunda oportunidad en la que me toca comparecer en este ámbito, ya que durante mi último destino era el cónsul general de la república en Chicago y fui trasladado como embajador de la república en Polonia. Así que a mediados del 2019 tuve el honor de ser recibido por esta comisión en una audiencia similar a esta.
Lamentablemente, la pandemia que comenzó en el 2020 y la crisis que generó ocasionaron el cierre de varias oficinas consulares y embajadas de la república, entre ellas la del país en Polonia. Esa circunstancia hizo que solamente fuera jefe de misión en Varsovia durante catorce meses, por lo que no pude dar cumplimiento al plan de actividades que había preparado y que pude presentar ante esta comisión. Las actividades estuvieron clausuradas en Polonia durante la mayor parte del 2020.
Mi amigo, el embajador Garofali, va a estar de acuerdo conmigo en que cuando la Cancillería dispuso el cierre de la Embajada en Polonia me tocó vivir una de las instancias más penosas, más duras que puede enfrentar un diplomático profesional, como es el desmantelamiento y cierre de una oficina diplomática. Fui, además, el único jefe de misión que debió proceder al cierre de su embajada estando presente y en destino, pero pude cumplir con lo instruido por la superioridad en tiempo y forma.
Dos años más tarde, la Administración propone mi nombre para ser el próximo embajador de la república en la República Islámica de Irán, y en caso de obtener la conformidad de los señores senadores, Teherán será mi próximo destino diplomático.
Entiendo que fui seleccionado para esta posición por mi experiencia profesional adquirida en la Federación de Rusia y en la República Popular China, países en los que he vivido y trabajado por más de diez años. Son lugares políticamente muy centralizados, donde los actores del sector público y sus agentes tienen una gran importancia. En esto se asemejan mucho a Irán.
Sobre Irán, puedo comentar que en noviembre de este 2022 la población ya llegó a 88:000.000 de habitantes; la capital, Teherán, tiene unos 15:000.000 de habitantes. Es una ciudad importante.
La superficie de Irán es diez veces mayor que la de Uruguay, con 1:650.000 kilómetros cuadrados de superficie territorial.
El idioma oficial es el farsi, y también se habla el azerí, dialectos turcos y kurdo, entre otros.
El país es étnicamente con mayoría persa –más del 60 % de la población es persa– y hay minorías de kurdos, árabes y turcos allí.
La religión oficial es la musulmana chiita, que alcanza a más del 90 % de la población. Entre el 90 % y el 95 % de la población son musulmanes chiitas. Entre el 5 % y el 10 % son musulmanes sunitas y menos del 0,5 % son judíos, cristianos y de otras religiones.
En cuanto a la forma de Estado, el artículo 1.º de la Constitución aprobada tras la revolución religiosa de 1979 la define como una república islámica. El sistema iraní se basa en la distinción entre un Poder Ejecutivo que encabeza el presidente de la república –jefe del Gobierno–, compuesto por los distintos ministerios, que gestiona y administra el país, y un Poder Legislativo, que aprueba las leyes y vota los candidatos a ministro que propone el presidente.
Por encima de este esquema republicano clásico se encuentra la parte religiosa. El líder supremo de Irán es el jefe de Estado, que es elegido de por vida por la Asamblea de Expertos. Esto le da un carácter diferencial al sistema iraní y coloca al estrato superior del clero chiita, y en particular a la persona elegida líder supremo como el verdadero dueño del poder político en Irán. El líder supremo es quien firma y promulga las leyes que el Parlamento aprueba; es el comandante general de las Fuerzas Armadas Iraníes y es quien puede declarar la guerra. Está encargado de organizar las elecciones y puede destituir a altos funcionarios del Gobierno, incluso al presidente de la república.
Actualmente, desde 1989 –cuando fue elegido–, el líder supremo es el ayatola Alí Jamenei y el presidente de Irán es Seyed Ebrahim Raisi, elegido en agosto de 2021.
Irán tiene una ubicación estratégica. Se ha dicho tradicionalmente que la geografía de una nación es uno de los factores que determinan su política exterior. Irán está situado en el centro de Eurasia, limitando con el golfo Pérsico y con el mar de Omán, y tiene fronteras terrestres con siete países.
En esta zona viven hoy más de 400:000.000 de personas, en unos veinticinco estados. Casi todos esos países son heterogéneos desde el punto de vista étnico y religioso y muchos de ellos presentan inestabilidad política.
Esta es una zona intrínsecamente inestable que, por lo general, tiene múltiples conflictos en desarrollo. A lo largo de la historia ha tenido una importancia notable desde el punto de vista geopolítico. Hoy esta significación geopolítica se ve reforzada por la creciente importancia económica de la región, que tiene enormes reservas de petróleo, de gas natural y también de minerales como oro.
Uruguay está reconociendo esta característica, porque la presencia de nuestro país en esa región se ha duplicado. Pasamos de tener cuatro embajadas en la zona –en Israel, en la India, en Irán y en Arabia Saudita– a tener hoy ocho; en las últimas dos décadas se abrieron embajadas en Emiratos Árabes Unidos, en Catar, en Armenia y hace pocos días viajó a Ankara para asumir funciones quien será el primer embajador uruguayo en Turquía.
Brevemente me voy a referir a la política exterior iraní.
Es una potencia regional importante en este espacio de Eurasia central, ya que tiene una ubicación estratégica, como comentamos. El interés declarado por parte de la clase política de Irán es colaborar con la estabilización de esta región, buscando siempre aumentar su cooperación y su influencia regional.
La prioridad en Irán hoy es mejorar la situación económica, que es complicada, y en lo posible mejorar los términos de intercambio comercial con los demás países.
Las complicadas relaciones de Irán con los Estados Unidos y con la Unión Europea están hoy totalmente condicionadas por las negociaciones del Plan de Acción Integral Conjunto, relativas al programa nuclear iraní, que fue denunciado ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por el Organismo Internacional de Energía Atómica en 2006, alegando que no podían garantizar su finalidad pacífica.
Desde entonces, Occidente viene imponiendo fuertes sanciones a los sectores financiero, energético y del transporte iraníes. Estas sanciones se suman a similares medidas que venía imponiendo Estados Unidos en materia económica, comercial, científica y militar también desde la Revolución Islámica. Fueron reforzadas recientemente durante la administración Trump, pero Estados Unidos viene sancionando a Irán desde hace más de cuarenta años. Todas estas sanciones generan múltiples perjuicios a la actividad económica del país y empobrecen grandemente a la población iraní.
Esta falta de resultados y de apoyos en occidente ha generado que Irán se esté acercando paulatinamente a China, a Rusia y a la India, en un giro muy claro de Teherán hacia el este. Esa tendencia y el permanente antagonismo con Israel son aspectos que hay que mencionar cuando analizamos la política exterior iraní.
Refiriéndome a la relación bilateral, puedo decir que es buena. Últimamente también ha habido señales positivas como, por ejemplo, que nuestra Cancillería ha reforzado el personal diplomático de la embajada; antes trabajaba solamente el jefe de misión y ahora hay un funcionario apoyándolo. Lo mismo ha hecho Irán, porque ha elevado el nivel de representación: pasó de tener un encargado de negocios a tener un embajador extraordinario recién designado en Montevideo.
En el 2023 se cumplirá el 120.° aniversario de las relaciones de amistad de Irán con Uruguay –también con Argentina y Brasil–, y por eso ya estamos en contacto con la Embajada iraní para planificar actividades que permitan celebrarlo.
Haré un breve resumen de lo que será la gestión de mi jefatura de misión en Irán.
En el área política, la aspiración es mantener y profundizar las buenas relaciones entre los países, promoviendo y tratando de coordinar visitas de autoridades y delegaciones de ambos países en las capitales.
Se van a revisar los tratados y los acuerdos suscritos entre ambos países, buscando su actualización y mejorarlos en lo que sea posible.
Actualmente se está negociando un memorándum de entendimiento en materia fitosanitaria y otro en materia de sanidad animal.
También está pendiente de aprobación el Memorándum de Entendimiento sobre Hermandad de Puertos y Transporte Marítimo de Mercancías.
El área fundamental de trabajo de la embajada va a ser la comercial.
La embajada va a tener un perfil económico-comercial y concentrará esfuerzos y trabajo principalmente en la promoción comercial y en poder incrementar la balanza comercial de nuestro país con la República Islámica de Irán, que nos es favorable, pero que tiene muy escasa significación. Los últimos cinco años fueron superavitarios para el Uruguay, pero el año en que hubo mayor superávit alcanzamos los USD 8:000.000 y el año en que tuvimos un menor superávit llegamos a USD 2:000.000. Son cifras muy poco significativas para un país de casi 90.000.000 de consumidores.
Las importaciones de productos iraníes por parte de Uruguay son aún menos significativas y alcanzan pocos miles de dólares. Esa es una de las cosas que preocupan al Gobierno de Irán.
¿El arroz?
Como productos específicos, la embajada va a trabajar sectores como la carne ‒de cordero, de oveja, cortes bovinos no prémium‒ y se buscará superar la situación sanitaria que prácticamente ha paralizado las ventas de arroz a aquel destino. Cabe destacar que en 2008 las ventas de arroz al mercado iraní superaron los USD 118:000.000, o sea que pasamos de venderles por una cifra importante a no vender nada.
El año próximo ya se ha comprometido la presencia del director ejecutivo de Uruguay XXI en Teherán para trabajar conjuntamente con la embajada en la realización de actividades de promoción comercial y presentación país y mantener reuniones de trabajo.
Tengo previsto también mantener actividades en materia deportiva y en el área cultural vamos a planificarlas con las embajadas vecinas para plantear a la Dirección General para Asuntos Culturales realizarlas conjuntamente en Turquía y en Armenia, a fin de poder utilizar el Fondo para la Promoción de Actividades Culturales en el Exterior. Cuando conozca mejor la situación en Teherán, voy a tratar de organizar exposiciones pictóricas o muestras de ese tipo.
Como comentario final digo que, si se me concede la venia parlamentaria correspondiente, soy consciente de que estaré asumiendo una jefatura de misión en un lugar que presenta múltiples desafíos y complicaciones para la diplomacia profesional. Esto es mayormente debido a la especial situación que generan las sanciones que se vienen aplicando desde hace décadas y que afectan la economía y la estabilidad interna, a lo que se suma la realidad actual, en el sentido de que hace dos o tres meses que hay manifestaciones callejeras, protestas y mayor inestabilidad política en el país. De todas maneras, considero que estoy capacitado para hacerlo gracias a la experiencia que he adquirido a lo largo de mi carrera diplomática de más de treinta años en la Cancillería, que me ha permitido trabajar en dos embajadas fundamentales, como son las de Washington y Moscú, así como tener experiencia en China, ya que estuve cuatro años al frente del Consulado General en Shanghái. A su vez, tuve la suerte de trabajar en un destino multilateral, al haber sido representante alterno del Uruguay ante la OEA.
Entonces, reitero que el énfasis de la embajada va a ser fundamentalmente económico. El énfasis en la gestión va a estar en el aumento de nuestras exportaciones al mercado iraní. Para ello es necesario que nuestros exportadores cuenten con mecanismos de pago seguros y eficientes que garanticen que todas las operaciones comerciales sean cobradas como corresponde. Para este aspecto deberé trabajar desde que asuma funciones en Teherán.
Los lazos de amistad y de cooperación entre ambos países se van a mantener y a fortalecer. Uruguay ha tenido y tiene buenas relaciones y debe preservar siempre el equilibrio con todos los actores de esta región, como históricamente lo ha venido haciendo. Esta es una de las principales características de la Embajada de Uruguay en Irán desde su apertura en diciembre de 1985. Todos los anteriores jefes de misión la han cuidado y por supuesto que voy a seguir trabajando en esa línea.
Agradezco a los señores senadores el tiempo y la atención, y estoy a sus órdenes por cualquier comentario o pregunta que deseen hacerme.
PRESIDENTE de la Comisión, Pablo Lanz. Muchas gracias a usted por este informe tan detallado. Realmente tiene una agenda muy importante por delante.
Senador Sebastián DA SILVA. Efectivamente fue un informe muy detallado, pero quiero dejar en actas que escuchar el entusiasmo del embajador frente al desafío de tener que asumir una jefatura de misión en un destino tan delicado habla mucho de su vocación diplomática. En esta comisión desfilan embajadores que tienen algunos otros destinos bastante más sencillos, y la verdad es que quiero celebrar el entusiasmo que escuché del embajador. Todos sabemos que es un destino delicado, de manera que quiero felicitarlo.
Por otra parte, quiero decir que nosotros tenemos un potencial. En el Uruguay hoy hay una crisis de importación de pollos versus la posibilidad de exportación de pollos a los países árabes. El pollo que les gusta a los árabes es más chiquito. Ellos no lo trozan, se lo comen entero. Hay un incipiente mercado en Arabia sobre todo, en donde toda la cuenca avícola puede tener un potencial enorme. Por tanto, le pido un especial énfasis en este sentido. Hay que cambiar un poco. El pollo que nosotros comemos es más grande y allí, insisto, se come uno más chiquito. Además del tradicional mercado de arroz –para la cadena arrocera Irán es fundamental–, habría que ver si podemos explorar el tema de ese pollito que comen los árabes. Me parece que esto puede tener un impacto enorme en el desarrollo, sobre todo en Canelones.
Con respecto al mercado de la carne ovina, ahí también tenemos mucho para hacer. Confío en que ese entusiasmo del embajador lo veamos reflejado en el incremento de ventas de ese producto. Irán es una de las génesis de la cultura de la humanidad, del mundo por todos conocido, y por más delicada que sea su situación tiene un potencial. Es muy complementario: compra arroz, carne, pollo. Si usted logra abrir el mercado de los pollos en Irán, va a ser muy bien recordado en este país.
Senador Raúl LOZANO. Quiero dar la bienvenida al embajador Alejandro Garofali y al embajador Beraldo Nicola. Sin duda fue muy completa su exposición, como también el informe que presentó por escrito a esta comisión, que tuvimos el gusto de leer.
Me hago eco de las palabras del senador Da Silva, pero voy a consultar al señor embajador sobre algo que para este país tan complicado y difícil, como sin duda es la República Islámica de Irán, es fundamental en el caso de que se quiera ampliar la exportación de carnes. Concretamente, me refiero al corte halal. Me gustaría saber si ya tiene previsto el señor embajador, antes de su partida, hacer los contactos necesarios como para ver la posibilidad de exportación de carne, siempre teniendo en cuenta que para Irán, insisto, el corte halal es fundamental.
Senador Daniel CAGGIANI. Yo también me voy a sumar a las felicitaciones al embajador Garofali y al embajador Beraldo Nicola por la presentación que hizo. Además, por lo que estuvimos viendo, le gustan los destinos difíciles. Es un todoterreno, podríamos decir. Me sumo también a las palabras de los senadores Da Silva y Lozano. Sin duda para nosotros es fundamental seguir cultivando las relaciones diplomáticas con una nación tan importante como Irán. Estamos hablando de un país ubicado en una zona muy conflictiva y que, además, tiene una complejidad importante, no solamente por el bloqueo, sino por la situación de inestabilidad que se está viviendo en la región y en el mismo país. Creo que eso va a generar mayores exigencias para una representación como la uruguaya, que tiene una presencia importante en esa zona y que, como bien decía el señor embajador, la ha definido como una punta estratégica de desarrollo. Por algo estamos tratando de abrir embajadas en esa zona del mundo, que tanto nos cuesta a los uruguayos.
En mi caso no voy a hacer muchas preguntas. Sí voy a decir que hay un trabajo muy importante hecho por la familia Otegui en Irán, que es la que ha sostenido, sin duda, un relacionamiento importante en materia de intercambio comercial. Más allá de que hoy sea muy poco significativo, ese intercambio es altamente positivo para el Uruguay. Creo que ahí hay un pie interesante para poder trabajar.
Por otra parte, ante este conflicto que se está viviendo entre Rusia y Ucrania, la geopolítica de los alimentos y la energía es vital. Esto puede destrabar alguna serie de problemáticas con respecto al tema de los bloqueos, porque las potencias terminan optando por defender sus intereses estratégicos y, sin duda, la energía es uno de ellos. Además, puede ser una oportunidad para una región tan importante como la nuestra y para el Uruguay, que es un país productor de alimentos. En este aspecto, puede haber una adecuada cooperación en materia comercial que sería interesante también explotar, y desde la comisión trataremos de abonar y de ayudar para que así sea.
De manera que para nosotros es muy útil haber escuchado su presentación. Creo que ha sido muy claro, muy enfático en lo que se puede decir y en lo que no se puede decir, que entiendo que también es muy importante. Seguramente, cuando pasemos a la votación, va a contar con el apoyo unánime de esta comisión.
Embajador NICOLA. Simplemente quiero comentar que, tanto para la parte de carne como para la certificación halal, tengo previstas reuniones. Estaba esperando, justamente, a ser recibido y tener la venia del Senado para poder presentarme con mayor fortaleza ante al INAC y a Saman, pero ya estoy coordinando reuniones con ellos y con Pedro Otegui también. La intención es esa: tratar en los dos primeros años que uno está en un país, que es cuando llega con mayor fuerza, hacer lo posible en ese sentido.
Recuerdo que cuando estaba trabajando en Moscú, una vez fui a un restaurante armenio; como leí chicken, pedí pollo, y me trajeron un pollo entero, lo que nunca me había pasado. Ahí fue cuando me enteré de que comen un animal más pequeño. De manera que estaría bien interesante tratar de hacer algo al respecto, teniendo la certificación halal de por medio como requisito previo.
DA SILVA. Si no me equivoco, es habitual en el Uruguay en el Centro Islámico, que creo que está en la calle Ejido.
NICOLA. Entiendo que cada país tiene sus características y que no todos reciben la misma certificación, pero eso lo voy a solucionar antes. Tengo más de dos meses por delante. De manera que seguramente ese tema lo voy a tener más claro cuando disponga de la venia.
Fuente Imagen: www.ucr.ac.cr
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