“Análisis de la oferta y demanda de productos concentrados para la alimentación animal” es el título del estudio realizado por Marcelo Pizzanelli y que se encuentra contenido en el Anuario 2024 de OPYPA (OFICINA DE PROGRAMACIÓN Y POLÍTICA AGROPECUARIA) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
En sus conclusiones finales, el profesional expresa:
“El consumo aparente de alimentos concentrados se estima en 2.368 millones de toneladas en 2023, lo que representa una pequeña reducción respecto al récord alcanzado en 2022, de 2.551 millones de toneladas. Esto se debe principalmente a la baja de la faena de animales terminados en corral.
El año 2023 marcó el final de un período de tres años de sequía, que alcanzó entonces su punto más crítico, llevando a una dependencia de las importaciones de insumos para la alimentación animal.
A pesar de que en 2022 ya se observaba un aumento en las importaciones, en 2023 prácticamente se duplicaron. En respuesta a esta situación de emergencia agropecuaria, el Decreto n.o 93/23 aprobó la exoneración de impuestos sobre las importaciones de diversos alimentos para animales, lo que facilitó el acceso a los insumos necesarios.
Según la metodología empleada para estimar el consumo de alimentos concentrados en cada cadena, la ganadería de carne continuó siendo la principal demandante de estos insumos. Sin embargo, su participación mostró una disminución en comparación con 2022.
En 2024, el consumo aparente de alimentos concentrados podría situarse ligeramente por debajo de los niveles de 2023.
Dada la cifra récord de producción del maíz en la zafra 2023-2024, es probable que hacia el cierre de 2024 ocurra un incremento de la participación de la producción nacional en el abastecimiento de la demanda de concentrados en detrimento de las importaciones”.
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