“¿Sabían que el año pasado pasaron cuatro millones más de vehículos por los peajes? Y en esa cifra no están contabilizadas las motos ni las bicicletas, ni tampoco, por supuesto, los peatones”.
La afirmación corresponde al presidente de la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev), Alejandro Draper, quien integró la delegación de Presidencia de la República encabezada por el Secretario Álvaro Delgado el pasado miércoles 2 al concurrir a la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda de la Cámara de Representantes que analiza la Rendición de Cuentas.
DRAPER (Alejandro). Trataremos de contestar lo planteado por el diputado Álvaro Perrone. Hay cosas que competen a la Unasev y otras no, pero quiero dejar claro lo muy bien que se está trabajando en conjunto con el Ministerio de Transporte, con el Congreso de Intendentes y con el Ministerio del Interior.
Sin duda alguna, más allá de tener los años que tenemos, hace varios años que estamos presidiendo esta querida Unidad en este período de gobierno, y sabemos que estas instancias, lamentablemente, en otras oportunidades no se daban. Hoy son una realidad y nos sentimos muy complacidos de que así suceda. Con respecto a lo que tiene que ver con los criterios de instalación de los radares, podemos decir que la Unasev, a través del área de Sinatrán, comunica al Ministerio de Transporte lo que nosotros denominamos puntos rojos, que son los siniestros fatales y gravísimos. Eso es lo que realizamos desde nuestra Unidad, en base a ese relevamiento que también hacemos después, cuando damos los datos anuales y semestrales. Estamos absolutamente convencidos de que la instalación de radares tiene que estar seguida de la señalización debida, y es verdad que a veces vemos que no se realiza. Entonces, todos los que estamos acá, que estamos comprometidos con las obligaciones que tenemos, cuando nos dicen: «Lo único que se quiere hacer es recaudar», analicemos y hagamos la autocrítica. No puede haber un radar si no está absolutamente bien señalizado. Punto y aparte; en eso no hay duda. Otra cosa que tenemos clara -venimos reuniéndonos, y en pocos días va a haber novedades al respecto- es que tenemos que uniformizar las velocidades. Eso está bien claro, pero lleva un trabajo atrás. No se hace porque alguien pasa por un lado y dice: «Vamos a bajar acá de 75 a 60». Se tiene que realizar un trabajo, y también debemos ser conscientes de que los radares aún no se han terminado de colocar y quedan muchos para instalar en base al trabajo que se va haciendo. La idea es ir a los resultados y ver cómo seguimos. Reitero que así como decimos que no tenemos dudas en cuanto a la señalización, también se deben uniformizar las velocidades. Quien habla viene todos los días -hace más de 100 kilómetros- desde nuestra querida ciudad de Pando. Hacemos ruta, hacemos rambla y recorremos todos los sectores. El señor diputado conoce bien Canelones, y sabe los pro y los contra que tenemos en todas las rutas. Estas son cosas que tienen que estar en la mesa y en la agenda de todos, y debemos saber que tenemos que lograrlas. Lo que hay detrás de esto es decir: «Aquí falleció fulano de tal; aquí falleció una persona de ochenta años, o un niño de dos años». Eso es lo que hacemos nosotros: marcamos dónde está el peligro, y no lo hacemos porque se nos ocurre, sino porque hay antecedentes, y allí están los resultados de lo que sucede.
Gracias que tenemos un Ministerio de Transporte como el que tenemos, porque desde la Unasev es imposible llevar adelante lo que tiene que ver con la parte vial. Le voy a dejar algunos temas el amigo Falero, pero lo que hace a las rotondas, a la enorme cantidad de kilómetros de doble vía y de tercera vía que hay, y muchísimas cosas más, va de la mano con que en el primer semestre tenemos nueve fallecidos menos; ojo que un fallecido ya es horrible, terrible, y todos los días tenemos que ver en la prensa cosas espantosas, pero también hay que decir las cosas buenas. Este es trabajo de todos, y hay que decirlo.
Las multas
En cuanto al trabajo que tiene que ver con las multas -voy a otro punto; perdón, no me quiero ir del tema-, todos sabemos que estas son aplicadas por los intendencias, y trabajamos de muy buena forma con los intendentes, en el Congreso, y con el Ministerio de Transporte. El control que tiene que ver con la resolución del Ministerio de Industria se hace con el LATU, y creo que de ahora en más -está bueno que así sea; es más que positivo- se van a empezar a regular los radares, porque no puede ser que haya alguno que no esté marcando las velocidades debidas.
La velocidad
Con respecto a la velocidad, nosotros trabajamos en forma muy allegada y conjunta -lo agradecemos públicamente hoy, acá- con la Dirección General de Tráfico de España; para nosotros sus integrantes son verdaderos maestros. Hemos tenido oportunidad de visitar a su director general, el ingeniero industrial Pere Navarro, quien hace poco tiempo tuvo la gentileza de pasar por Uruguay -no de manera oficial- para saludar a nuestro país e interiorizarse de todo.
España redujo un 50 % el límite velocidad; no solo lo hizo España, sino muchísimos países.
Hace no mucho estuve recorriendo las carreteras de España y de países linderos, y las velocidades que están allá están acá. Es más, el diputado hacía referencia a los 30 kilómetros, y el mensaje de las Naciones Unidas hoy es que en los centros poblados el límite de velocidad sea de 30 kilómetros por hora. Lo que le molesta al señor diputado, nos molesta a todos, sin duda alguna, pero tenemos que analizar si vale o no la pena. Reitero que tenemos que uniformizar las velocidades; de eso no hay duda. Los tiempos son importantes, pero siempre hablo de lo mismo: durante las veinticuatro horas me pasan los comunicados de Policía Caminera respecto a los accidentes fatales. Es difícil procesar esos datos -no quiero ser más específico- y ver las edades de los fallecidos que aparecen en esos informes. Créanme que todo lo que se haga es poco, por todas las cosas que vemos. Esta es una instancia preciosa y está en nosotros hacer y no buscar algo para criticar. No quiero aludir al diputado, pero en determinado momento dije: «Si en algún momento veo a alguien en un auto con un revólver, ¿qué hago? ¿Le toco bocina? ¿Llamo a alguien para que lo pare?». Entonces, ¿qué hacemos nosotros cuando vemos a alguien con un celular en la mano conduciendo? ¿Festejamos porque es la moda? Esas son las inconciencias que tenemos que atender y jugárnosla, porque acá las tibiezas no sirven. Acá es vida o muerte. Perdonen si me extendí.
El tema es que estamos veinticuatro horas recibiendo mensajes y el fallecido puede ser un niño de dos años o un señor de ochenta. A veces no trasladamos esa información, pero soy de la idea de mostrar en la publicidad todas estas cosas.
Quiero recordarles que nosotros estamos en el octavo piso de la Torre Ejecutiva, con las puertas abiertas y a las órdenes. El diputado Perrone habló de algún informe; disculpe si no le respondí alguno, si no lo he tenido en cuenta, pero toda la información está colgada en la página web de Unasev. Terminamos de colgar todo eso, y ahora vamos a colgar los datos del primer semestre.
La movilidad
Olvidaba hablar de la movilidad, algo que no se tenía en cuenta. ¿Sabían que el año pasado pasaron cuatro millones más de vehículos por los peajes? Y en esa cifra no están contabilizadas las motos ni las bicicletas, ni tampoco, por supuesto, los peatones. ¿Saben cuántos autos más pasaron en los seis meses de este año por los peajes? Un millón seiscientos mil. Entonces, ¡si tendremos que estar agradecidos el Ministerio de Transporte y Obras Públicas por la obra que está haciendo!
Fuente Imagen: Portal Medios Públicos.