por Marcelo Márquez.
A lo largo de su historia, Uruguay ha sido reconocido en muchas áreas por destacarse en las políticas sociales y en la calidad de vida de sus habitantes.
Ha sido vanguardia en la legislación en defensa de muchos colectivos, pionero en regular y controlar las condiciones del trabajo en América, en derechos de minorías postergadas, en la defensa de la democracia, y en tantos y tantos logros que nos permiten hinchar el pecho y sentirnos orgullosos de nuestra República.
En lo concerniente al bienestar animal, se ha avanzado pero todavía queda mucho por hacer para que la respuesta contenga la fórmula del amor, la empatía social, el profesionalismo, y la ética.
Y precisamente todos esos componentes son las que promueve la Fundación Cero Callejero.
El objetivo que persigue es audaz y hermoso al mismo tiempo: “un país sin animales abandonado”.
La Fundación “tiene el desafío de reunir recursos humanos y económicos para construir albergues que reciban animales abandonados o requisados por maltrato dentro de todo el territorio nacional y, para lograrlo, necesita del involucramiento de todos”.
En Uruguay, un país de alrededor de 3.400.000 de habitantes y existen 2.400.000 animales domésticos en hogares. Además, se estima que casi 300.000 animales se encuentran en estado de abandono en ciudades y en el campo.
Paralelamente, existen aproximadamente 100 refugios en todo el país, y en todos los casos se encuentran superados en el número de animales. La gran mayoría de ellos no cuenta con las instalaciones mínimas necesarias ni con los recursos suficientes para garantizar su sostenibilidad y el bienestar de los animales. Por tanto, es inviable pensar en que los 300.000 animales en abandono puedan ser distribuidos entre estos refugios.
Como consecuencia, la solución debe ser eficaz y además regirse por principios éticos y filosóficos que se sustenten en el respeto por la vida. El Estado tiene la obligación de definir políticas éticas para detener el crecimiento poblacional, Educando en Tenencia Responsable, Respetando el Bienestar Animal y de las personas. Para ello, la ley 19.889 ha puesto el bienestar animal como política pública creando el Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA), el Programa Nacional de Control Productivo y el Programa Nacional de Albergues.
Es importante destacar que los albergues de mascotas desempeñan un papel crucial en la sociedad contemporánea al brindar un refugio seguro y cuidados a animales abandonados o maltratados. Además de su función de bienestar animal, estos albergues tienen un impacto social significativo al promover la responsabilidad y la empatía hacia los seres vivos, fomentar la adopción responsable y contribuir al tejido comunitario”.
Uno de los roles más evidentes de los albergues de mascotas es proporcionar un refugio seguro y adecuado para animales en situaciones vulnerables. Estos lugares ofrecen comida, refugio y atención veterinaria, contribuyendo a mejorar la calidad de vida de los animales rescatados. Además, muchos albergues promueven la esterilización y castración como parte de sus programas para controlar la sobrepoblación animal, lo que a su vez reduce el número de animales sin hogar y disminuye la propagación de enfermedades.
Sistema Nacional de Albergues
La Fundación Cero Callejero que dirige la arquitecta Astrid Sánchez, se ha comprometido a trabajar en la realización de un Sistema Nacional de Albergues, que tiene el objetivo fundamental de dar acogida a estos animales abandonados y a aquellos rescatados del maltrato, brindándoles un lugar para que las personas que rescatan y el INBA puedan atender y responder a las denuncias.
Cero Callejero tiene la convicción que estos animales abandonados deben estar en hogares dignos y que la sociedad debe colaborar respetando su bienestar mediante una tenencia responsable y su control poblacional. Compartimos con gran parte de la población que los refugios no son el lugar ideal para la vida de un animal doméstico. Sin embargo, hoy tenemos una realidad que debemos afrontar y hacernos cargo mediante soluciones integrales brindando buena vida a los animales requisados, rescatados o abandonados.
El programa promueve la creación de espacios que den oportunidad a los animales a vivir una vida digna gestionando su adopción: lugares que eduquen y sean atractivos para que las personas participen y sean parte de su gestión. De ese modo, los animales reciben la atención humana y los humanos desarrollan la empatía necesaria que producirá el verdadero cambio. Esta solución integral no puede desconocer los contextos sociales más vulnerables donde se ve agravado el problema y donde lo ambiental, productivo y sanitario requieren de especial atención. Esta complejidad asociada a la envergadura del problema amerita proyectos multidimensionales “jaurías” en territorio rural, “jaurías” en barrios periféricos, animales en vertederos, cárceles, rutas y espacios públicos.
El Proyecto Cero Callejero toma como referencia modelos y experiencias exitosas de Países Bajos, Bélgica, Francia, España, Inglaterra y Estados Unidos, complementando estrategias: Castrar, Identificar, Adoptar, Albergar, y Educar.
Tres Bases
La propuesta del Proyecto Cero Callejero se apoya en tres bases: Políticas de Estado; Sociedad Organizada; y Planificación.
Política de Estado. No existe solución posible sin un efectivo control de la población y no existe economía ni esfuerzo social que lo resista si el mismo no se prolonga en el tiempo. Para comenzar a controlar el crecimiento poblacional de estas especies se tiene que haber logrado un 70% de las esterilizaciones. Por esta razón, únicamente una política de shock que obligue a la esterilización en forma obligatoria, temprana, masiva, extendida, sistemática, abarcativa y sostenida en el tiempo, nos permitirá lograr este objetivo. Esto solo se puede ejercer mediante una Institucionalidad fuerte que cuente con las herramientas normativas apropiadas y un importante trabajo de coordinación interinstitucional.
Sociedad Organizada. Existen numerosos grupos y organizaciones dedicadas a la protección de los animales que trabajan en pos del bienestar animal. La gran mayoría de éstos se encuentra enemistado unos con otros. Sin embargo, todos reclaman las mismas cosas. Apoyo del Estado, normativa clara y aplicable, denunciando situaciones de injusticia y maltrato, exigiendo respuestas institucionales pero ya sin poder respuesta al ingreso de más animales. En la medida que esta parte de la población logre unir esfuerzos y formar parte de un sistema organizado y planificado que pueda brindarles los espacios y los apoyos para poder trabajar, el país tendrá un importante recurso para gestionar cualquier proyecto y programa bien planificado. Para garantizar el éxito de las gestiones, es imprescindible la comunicación y la formación de las personas en equipos locales que se apropien del proyecto para llevarlo adelante en forma protocolizada.
La Fundación
El marco de actuación definido centra el trabajo de la Fundación en la comunicación del proyecto a los diferentes actores con el objetivo de obtener los recursos necesarios para la ejecución del plan estratégico, el armado de los equipos de trabajo, la obtención de recursos humanos y económicos, la gestión protocolizada y planificada y la articulación con los actores. por otra parte, la elaboración e implementación de proyectos y de modelos de gestión así como procedimientos y la definición de los caminos a seguir para su materialización son las tareas fundamentales para las cuales se creó.
Actores sociales
La complejidad del tema hace que sea imprescindible la participación de todos los actores sociales. De un modo u otro, todos están involucrados en la instrumentación del sistema y son protagonistas de la solución. Asimismo, todos serán, directa o indirectamente, beneficiados por su éxito.
Ya se encuentra muy avanzado el trabajo para finalizar la obra del primer Albergue de la Fundación Cero Callejero que será en el departamento de Florida.
También hay obras previstas en los departamentos de Soriano, Treinta y Tres, Rocha, Unidad 4 del INR (ex Comcar), entre otros lugares del país.
Recientemente, se conoció que Junta Departamental de Rivera aprobó el comodato por 20 años de un predio municipal en Tranqueras para la Fundación Cero Callejero, donde se comenzará la construcción de un refugio de animales en situación de calle y abandono en dicha ciudad, según consignó el dirigente nacionalista Santiago Da Silva, quien elogió el trabajo de la responsable de la Fundación, Astrid Sánchez, así como del Alcalde Luciano Viera (Partido Colorado), destacando también al grupo de vecinas que han estado ocupadas y preocupadas por tema desde siempre.
En concreto, Cero Callejero es mucho más que un Proyecto, es una obra social a la que todos debemos apoyar desde nuestro talento, el voluntariado o el aporte económico.
Y por si fuera poco, tienen su propio Himno:
Para conocer más sobre Cero Callejero:
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