Así se expresa a través de la firma del doctor Sebastián Ramos.
“Uruguay emitió su primer informe. Además, trabaja en un préstamo sostenible vinculado a las emisiones de metano de la actividad ganadera.
Primer Informe Anual sobre el Bono Soberano Vinculado a la Sostenibilidad (SSBL)
El SSLB de Uruguay, emitido en octubre de 2022, está directamente vinculado a los objetivos climáticos del Acuerdo de París. Dicho informe se basa en dos Indicadores Clave de Desempeño (KPI):
reducción de emisiones brutas agregadas de GEI por unidad de PIB real con respecto al año 1990 (“KPI-1”) y mantenimiento de la superficie forestal autóctona con respecto al año 2012 (“KPI-2”).
– El Informe Anual actualiza los dos KPI hasta el año 2021, proporcionando información cuantitativa y cualitativa, para permitir el seguimiento del progreso de Uruguay hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDGs) establecidos; y monitorear el nivel de ambición de Uruguay y evaluar su contribución a los esfuerzos climáticos globales.
– Se ha publicado un informe de verificación externa del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) sobre el informe de Indicadores Clave de Desempeño 2020-2021 del SSLB de Uruguay. Dicho informe:
concluye que los valores reportados para los KPI-1 y KPI-2 cumplen con la metodología y las buenas prácticas establecidas confirma que se han seguido las directrices del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de 2006 y los principios de los Métodos y la Orientación de la Iniciativa Global de Observaciones Forestales (GFOI).
– El informe destaca que los datos e información utilizados cumplen con los principios de calidad establecidos por el IPCC en términos de transparencia, precisión, consistencia, comparabilidad y exhaustividad.
El resultado del Informe Anual
KPI-1 para el período 1990-2021
En el período de 1990 a 2021 hubo una progresiva descarbonización de la economía de Uruguay, alcanzando una reducción del 48% en la intensidad de las emisiones en 2019 en comparación con el año base de 1990.
La economía del país se contrajo un 6% debido al impacto de la pandemia de COVID-19. Esto llevó a un aumento significativo en la intensidad de las emisiones por cada unidad de PIB real en 2020, situando el indicador en un 43%.
La actividad económica del país se recuperó en 2021. El PIB real creció un 5%, pero no logró recuperar la pérdida experimentada en el año anterior. Además, las emisiones aumentaron significativamente, principalmente debido a las sequías en la región. Por esta razón, la intensidad aumentó en 2021 en comparación con 2020 y, por lo tanto, el KPI-1 aumentó un 2% en 2021 respecto al año anterior (de -43% a -41%).
Por tanto, al 2021, este KPI no se estaría cumpliendo.
KPI-2 para 2021
– El KPI-2 se basa en estimaciones del área de bosque nativo (en hectáreas) obtenidas a partir de un mapa desarrollado utilizando imágenes de satélite y técnicas de teledetección. El Informe de Bosque Nativo para el SSLB (NFR 2021) describe los resultados estimados.
– Como se muestra en la Tabla debajo, el valor del KPI-2 para 2021 con respecto a 2012, año de referencia, es del 100%.
Por tanto, al 2021, Uruguay estaría cumpliendo este KPI, pero no estaría accediendo a una disminución en la tasa.
Uruguay trabaja con multilaterales en instrumentos financieros innovadores
– Dichos instrumentos reducirían los costos de endeudamiento de los países, en función de su desempeño ambiental.
– Uruguay ha colaborado con el Banco Mundial, el BID y CAF en el desarrollo de instrumentos financieros vinculados al medio ambiente que contarán con un mecanismo de reducción única, es decir, disminución de los costos de endeudamiento si el país alcanza sus metas climáticas y naturales, pero sin penalizaciones en forma de tasas de interés si no logra cumplir con sus objetivos de desarrollo sostenible.
– En el caso del Banco Mundial, Uruguay está trabajando en vincular el costo de endeudamiento del préstamo con el éxito en el logro de dos objetivos ambientales a nivel nacional: i) reducir la intensidad de las emisiones de metano de la actividad ganadera y ii) proteger los bosques nativos. Ambos objetivos están alineados con los compromisos del país en el Acuerdo de París.
– Estos indicadores demuestran la determinación y ambición de Uruguay por seguir un camino de desarrollo sostenible que combina un mayor crecimiento y productividad en el sector ganadero (que es una parte integral del país) con el compromiso de no deforestación.
– La posible reducción en la tasa de interés pagada durante la vida del préstamo sería financiada a través del Fondo de Soluciones Innovadoras para Bienes Públicos Mundiales (GPG Fund) del Banco Mundial.
– El diseño financiero incluirá niveles crecientes de ambición en los indicadores ambientales propuestos. Es decir, Uruguay se comprometerá a lograr objetivos incrementales con el tiempo (para 2025 y 2030), basados en sus primeras y segundas Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) presentadas en el marco del Acuerdo de París”.
Dr. Sebastián Ramos (Ferrere).