La venta de NFT inició con 507 elementos en la plataforma de Open Sea y una Edición Especial con 50 imágenes inéditas y exclusivas para 50 compradores.
A cincuenta años de la Tragedia de Los Andes, Gustavo Zerbino entra hoy en el mundo de los NFT con la única intención de ayudar y colaborar con causas que lo mueven y en las que cree fervientemente: estas son el Centro Educativo Los Tréboles y la Biblioteca Nuestros Hijos. Las imágenes representan en lo personal, lo vivido durante esos 72 días en los que estuvo perdido en Los Andes viviendo innumerables penurias: temperaturas extremas, hambre y ver desde primera fila la pérdida de sus amigos y compañeros. Las obras digitales podrán ser adquiridas desde hoy a través de un proceso de subasta en la plataforma Open Sea (https://t.co/EiL9qhPO2g) donde se encuentran 507 elementos subidos y comercializables, que podrán adquirir una o varias de las mismas para usar en su vida: decorar una habitación, contar una historia, usar en un perfil de redes sociales, conservar un recuerdo o como forma de inversión a través de la criptomoneda Ethereum. Además de los 507 elementos que se podrán visualizar en la plataforma, se presenta una Edición Especial – y limitada – que contiene cincuenta fotos, exclusivas para cincuenta personas. Quienes tendrán el beneficio de recibir la pieza impresa y firmada Por Gustavo Zerbino, sin importar en qué lugar del mundo se encuentre. La plataforma Open Sea le permite a cada usuario realizar una o varias compras virtuales, brindando un certificado de autenticidad único por cada obra. Las compras se podrán realizar a través de una moneda digital, he irá incrementando su precio, encontrando una oportunidad de negocio o inversión para cada comprador. En Uruguay, el mundo de los NFT no es tan claro para algunos. Estos se pueden pensar como un registro digital único que representa un determinado activo, como puede ser una obra de arte. Ese registro digital garantiza la autenticidad y propiedad del activo en cuestión. Si se quiere comprar el activo, se debe adquirir el registro digital a través de alguna de las plataformas donde se encuentre a la venta. De la misma manera en que una copia de una obra de arte no tiene el mismo valor que la original, si se hiciese una copia de una obra de arte digital, la misma también tendría un valor muy inferior sin la prueba de autenticidad y propiedad de esa obra. Los NFT representan un certificado digital de autenticidad y propiedad inmodificable, que puede ser comercializado. Todas las transacciones (compras y ventas) que se realizan de ese certificado (y en definitiva del activo digital que representan) quedan almacenadas en la blockchain. Esto quiere decir que, si se compra un contenido digital “tokenizado” con NFT, siempre habrá constancia del primer valor que tenía. Por eso los NFT brindan a cada usuario un sentido de pertenencia en cada una de sus compras. Por lo general, la mayoría de «tokens» o NFT suelen estar basados en los estándares de la red Ethereum y de su cadena de bloques (Blockchain). Gracias a utilizar una tecnología conocida y popular, es sencillo operar con ellos para comprarlos y venderlos utilizando determinadas “wallets” o billeteras electrónicas que también trabajan con Ethereum. Muchos se preguntan dónde está la rentabilidad al comprar y vender NFT. Los expertos indican que los usuarios están convencidos que su precio aumentará con el tiempo y luego podrán venderlo a mayor valor. Es un activo único, una moneda de cambio, lo que en teoría le debería dar un valor mayor al no existir otro igual. Los NFT pueden adquirirse en plataformas como OpenSea, Binance, Ethernity, Valuables y algunas más. Para poder adquirir alguna de las obras, solo se debe crear un usuario y tener una wallet (billetera) con criptomonedas. Ya con esto, se puede acceder a las piezas digitales. La campaña que impulsa Gustavo Zerbino en Uruguay, inicia siendo una campaña de ayuda y apoyo para dos causas sociales y puede resultar siendo una inversión para otras personas, tal y como lo son los NFT. Zerbino es uno de los 16 sobrevivientes del accidente aéreo de Los Andes ocurrido el 13 de octubre de 1972, el cual se denominó “La Tragedia de Los Andes”.
“El 13 de octubre de 1972 viajaba en un avión uruguayo rumbo a Chile con 45 pasajeros, incluidos mis compañeros de rugby, y me estrellé en la Cordillera de Los Andes. Tuvimos que soportar innumerables penurias, hasta que, tras varios intentos, Fernando Parrado y Roberto Canessa cruzaron la montaña, y luego de 72 días fuimos rescatados. Después de esta conmovedora experiencia he intentado volver a la vida, a todas las oportunidades que me ha dado” comentó Zerbino. Según los análisis posteriores al accidente, marcan que el piloto al mando creyó, equivocadamente, que habían llegado a Curicó, Chile, aunque las lecturas de los instrumentos indicaran lo contrario. La aeronave comenzó su descenso demasiado pronto, creyendo llegar al Aeropuerto de Pudahuel, cuando chocó con una montaña. Inicialmente, el avión perdió ambas alas y la sección de la cola. La parte restante del fuselaje se deslizó por la montaña unos 725 metros antes de chocar con un glaciar. Los restos se encontraron a una altura de 3.570 metros sobre el nivel del mar en la Cordillera de los Andes, del lado argentino, pero cerca de la frontera con Chile. Tres miembros de la tripulación y ocho pasajeros murieron con el impacto y varios más lo hicieron debido a las temperaturas extremas y heridas del accidente. A pesar de que las autoridades comenzaron la búsqueda enseguida, después de ocho días cancelaron los esfuerzos. Los siguientes 72 días perdidos en los Andes significaron la muerte de 13 pasajeros más, debido a las bajas temperaturas y a la falta de alimento. Los 16 sobrevivientes tuvieron que recurrir a la antropofagia para no morir de hambre. Nando Parrado y Roberto Canessa, dos de los pasajeros que sobrevivieron al impacto, subieron un pico de montaña de 4.650 metros sobre el mar sin equipo para nieve y caminaron durante 10 días hasta Chile, buscando ayuda. Finalmente y contra todo pronóstico, el 23 de diciembre de 1972, 72 días después del accidente, fueron rescatados 16 sobrevivientes. Siendo uno de ellos, Gustavo Zerbino. En la plataforma OpenSea Gustavo se presenta de la siguiente manera: “Soy Gustavo Zerbino, padre de 6 hijos. Me describo como una persona alegre, agradecida con Dios y con la vida. Muchas veces planificamos minuciosamente nuestra vida y la realidad se encarga de alterarla con escenarios totalmente impredecibles. Muchos me conocen como uno de los 16 sobrevivientes de la tragedia de Los Andes.
Por eso hoy, te invito a ser parte de esta gran iniciativa, adquiriendo uno de estos NFT con fragmentos de esta historia de superación y gratitud. Estarás colaborando con la Biblioteca de Nuestros Niños y la Educación Los Tréboles”. La comercialización de estas obras únicas y digitales se iniciará el 13 de octubre – fecha de la caída de la aeronave – a través de una subasta en la plataforma Open Sea https://t.co/EiL9qhPO2g y cerrará 72 días después, el 23 de diciembre, día que fueron rescatados. Esto se realiza como forma de conmemoración de los 50 años de la Tragedia de los Andes. Se puede seguir las redes sociales y subasta de este proyecto a través de https://t.co/ObS3toe6OQ
Sobre las instituciones
En el 2022, el Centro Educativo Los Tréboles cumple 13 años atendiendo a niñas, niños y adolescentes, promoviendo el desarrollo integral e interviniendo sobre los factores condicionantes que dificultan o impiden su desarrollo y el de sus familias. Por su parte, la Biblioteca Nuestros Hijos colabora en la formación académica de estudiantes en situación de vulnerabilidad social y además aporta para que niños y adultos aprendan y conozcan las herramientas básicas de informática, mejorando sus oportunidades. Esta institución surgió por iniciativa de las madres de los jóvenes que fallecieron en el accidente aéreo de Los Andes en 1972, quienes trabajaron en el nombre de sus hijos en forma silenciosa y honoraria por la promoción de la lectura y la instrucción en Uruguay.