El cardenal Daniel Sturla, arzobispo de Montevideo, en programa radial se refirió al creciente índice de suicidios en nuestro país, una de las tasas más altas del mundo.
Transcribimos a continuación las reflexiones del cardenal Daniel Sturla en el Programa “Un aporte de la Iglesia” (Radio Oriental), 29 de julio de 2022:
Con motivo del Día Nacional de Prevención del Suicidio muchos en el Uruguay salieron a hacer propuestas, […] algunas de las cuales resultan interesantes para bajar, disminuir o eliminar esa tasa de suicidios que tanto pesa a los uruguayos.
Esta semana la carátula de un semanario capitalino -con una foto muy dramática- decía “Cada 12 horas se suicida un uruguayo”, y en el interior de la publicación, presenta una entrevista al sociólogo Pablo Hein, quien afirma: “creo que, históricamente a inicios del siglo XX el índice de suicidios subió drásticamente, entre otros, porque la secularización del Estado contribuyó para esto.”
A continuación el entrevistador le pregunta al sociólogo: “¿Entonces, la gente religiosa se suicida menos?”; quien responde diciendo: “¡Claro, la gente religiosa y con cohesión, pertenecer a un sindicato, por ejemplo! La respuesta de la religión es una cohesión.”
En su alocución radiofónica el cardenal Daniel Sturla comenta que: lo que sí es claro y los obispos lo venimos diciendo desde hace mucho tiempo, es que el drama del Uruguay es la falta de sentido de la vida, que tiene mucha de nuestra gente. Esto no lo soluciona la civilización del espectáculo, ni lo tapa las distintas actividades que por aquí y por allá se realizan con ánimo de distraer, aquello de pan y circo de los antiguos romanos. Es un hecho que no lo resuelve ningún gobierno, ningún partido, ninguna pertenencia a un grupo, aunque sin duda hay cosas que dan un sentido de grupo que puede ayudar. […]
Pero, más allá de esto, la condición religiosa, y concretamente el cristianismo que une la fe y la razón, da un marco de sentido a la vida, que nos habla de una esperanza que no defrauda.
Y que, para los que creemos en la verdad del Evangelio, más allá de las -digamos entre comillas- ventajas que la fe puede dar, está el hecho del amor de Dios, que siempre está de nuestra parte. Hasta el punto que se ha hecho uno de nosotros, asumiendo nuestras miserias y pecados, y abriéndonos el horizonte de un amor infinito, que a su vez da un orden sano y justo a la vida. A nuestra vida sobre la tierra y nos da la esperanza de la vida eterna.
Sin duda, la fe religiosa cristiana es el antídoto más poderoso contra la falta de sentido de la vida, que atenta de distintos modos contra una vida sana en nuestra gente. Y que tiene, entre otros males, esta secularización de tipo jacobino, y no digo del Estado, sino esa secularización del alma, ese cercenar la esperanza. Y por lo tanto, irnos introduciendo en esa cultura de la muerte y del sin sentido que lleva a muchos a la tragedia del suicidio.
Fuente: «El aporte de la Iglesia» (Radio Oriental), 29 de julio de 2022.
Fuente Imagen: icm.org.uy