“De que te vale alcanzar lo que quieras,
Que te aplauda la gente si detrás del telón,
Sigue sentado el dador de la vida, esperando que un día,
Le presten atención,
Lo que tenemos lo tenemos por gracia,
Por su misericordia, por su inmenso amor,
Y en el momento de abrirse la cortina si alguno te admira,
Que vean la imagen de Dios”.
Así reza parte de la letra de la canción “Detrás del Telón” del cantante cristiano, el puertorriqueño René González.
Y fue, ni más ni menos, lo que sucedió en la gran final de la primera edición de “La Voz Uruguay”, en donde, aludiendo a conceptos de la Biblia por los cuales “nadie es profeta en su tierra”, triunfó el argentino Óscar Collazo.
“No se pueden imaginar el corazón que tiene este cristiano», expresó el reconocido Lucas Sugo, su mentor, que otorgó la victoria a Collazo con el 41,82 % de los votos populares entre los cuatro finalistas, una vez conocido el resultado este lunes 27 de junio.
Desde los 11 años la vida de Óscar estuvo vinculada la música desde su fe cristiana, en la Iglesia.
Pero un hecho extremo, como un puñal en su corazón, cambiaría su vida por completo: la pérdida de un hijo. Óscar se enojó con Dios, y dejó de cantar, hasta que comprendió que estaba equivocado.
“Perdimos un hijo hace un tiempo, y eso me enojó mucho. Y (con) mi voz, que era para el Señor, dije: ‘Estoy enojado, no quiero hacer más nada’. Pero estaba equivocado», contó luego de interpretar, en su primer paso por el estudio, la canción «La gloria de Dios» de Ricardo Montaner, se recordó en un reciente artículo de TV Show del diario El País.
Y al impulso familiar, de amigos y de hermanos de la fe, se presentó entre 5000 concursantes aunque pensó que por su edad no lo iban a tener en cuenta.
El tema que compartió con su mentor Lucas Sugo, en la primer parte de la final, y quien lo ha tratado más de una vez como hermano, fue “Llora mi garganta” como un presagio de lo que podía suceder minutos después al transformar Dios radicalmente sus sentimientos, para bien.
“Llora Mi Garganta Si Te Vas, Lágrimas
Que Le dan Vida A Este Sufrimiento
Llora Mi Garganta No Da Más
Mis Días Ya No Ven El Sol Y Se Están Muriendo”…
¿Y qué dijo Óscar al ganar el certamen y $ 1.000.000?
“Gracias por el apoyo porque realmente yo pensé que no podía. Enterré mi voz y no lo quise hacer más. No quise cantar más pero la vida me dio otra oportunidad. Quiero agradecer a la gente que votó Óscar al 7020, porque se han movido, porque han puesto de su economía, porque mucha gente que no tiene mucho, la pandemia lo dejó en una situación bastante vulnerable, me mandaban mensajitos y ponían ‘te voté, puse mi votito, puse mi corazón, puse mi granito de arena’, y eso para mí es lo máximo.
No quiero perder la oportunidad de agradecer a Lucas, la verdad que es una persona excelente, un gran compañero, un gran amigo”, luego agradeció a varios profesionales que estuvieron detrás de cámara.
“Y… por último, que tendría que ser el primero: a mi Dios, que me dio la vida y que me da las oportunidades”, concluyó Collazo.
La Palabra de Dios alude a situaciones en que se transforma la muerte en vida, como en “El valle de los huesos secos” en Ezequiel 37.
Así lo menciona el influyente pastor Dante Gebel en una de sus prédicas en el 2013: “Y entonces dijo Ezequiel, Dios me dijo: Profetiza hijo de hombre”. Vean el cuadro, Ezequiel en medio de la muerte. Dios lo podía haber hecho en ese momento pero no lo hace si ahora su siervo no lo profetiza. “Profetiza que viene vida, profetiza y estos huesos tendrán vida. Y Ezequiel dice: así ordena, sopla de los cuatro vientos, para que revivan y profeticé. Y aliento de vida vino en ellos”.
Según Gebel “Dios les está hablando a los que se les murió un sueño. Le estoy hablando a los que enterraron, a los que tienen un sepulcro en lugar de una visión, y han dejado morir el sueño que Dios te ha dado”.
“Dios, cuando quiere, como a Ezequiel te pone en medio de un valle de muerte, y usted dice ‘Yo no quiero creer en ese Dios’, pero Dios te pone en ese valle porque hay un propósito. No vas a ir ahí porque te equivocaste, no vas ahí porque hiciste algo malo, sino justamente porque Dios quiere contaminar de vida”, puntualizó Gebel.
Óscar Collazo afirmó: “Enterré mi voz y no quise cantar más”.
La lección que compartió es que a pesar de las difíciles circunstancias, “Sí, se puede”.
Y yo acoto: Sí, se puede. Con Dios, se puede.
Fuente Imagen: La Voz Uruguay.