Mario Benedetti es sin duda recordado por muchos como un escritor, poeta, periodista uruguayo y dramaturgo de la generación del 45. El mismo nació en Paso de los Toros, departamento de Tacuarembó en 1920. Benedetti fue un niño obsesionado con la lectura por lo que sus padres lo limitaban a leer 20 páginas al día y él lo que hacía era volver a leer y releer las mismas páginas.
De niño aprendió a mecanografiar con una vieja máquina de escribir y redactar noticias policiales. Además, hacía copas para venderlas en el barrio, aunque era algo que no hacía por dinero sino por disfrute. Por otro lado, fue director universitario del Departamento de Literatura Hispanoamericana en Montevideo. Sin embargo, Mario Benedetti se vio en la necesidad de renunciar a su cargo para exiliarse de Uruguay.
Su obra conocida como “La Tregua” se encuentra traducida a más de 15 lenguas con géneros como la novela, el cuento, la poesía, la crítica literaria o el ensayo. Además, la adaptación cinematográfica de la misma estuvo nominada a los Premios Oscar como Mejor Película Extranjera. Pero eso no es lo único, sino que el cantautor español Joan Manuel Serrat grabó el disco “El sur también existe” sobre los poemas de Benedetti.
Por otro lado, el escritor participó en la película “El lado oscuro del corazón” recitando poemas en alemán. Debido a su pasión por el periodismo, Benedetti fundó y dirigió la revista “Marginalia” y en su último libro “Vivir adrede” nos enseña su lado más íntimo como escritor y la postura que tiene sobre la vida.
Son varias las novelas que destacan de este escritor, como “Quien de nosotros”, “La Tregua”, “Gracias por el fuego”. Aunque sus cuentos “A imagen y semejanza”, “Noche de los feos” y “Los Bomberos” y sus poemas como “Táctica y estrategia”, “Amor de tarde” y “Bienvenida”, también son bastante populares.
La muerte de Mario Benedetti ocurrió en 2009 a los 88 años de edad, en su casa, sin embargo, su legado de cuentos, novelas y poesías, siguen presentes aún en nuestros días.
Benedetti en 1948 dirigió la revista literaria Marginalia. Aquí fue donde publicó el libro de ensayos Peripecia y novela ese mismo año. Sin embargo, en 1945 se había integrado al equipo de redacción del semanario Marcha y se mantuvo allí hasta 1974. Esto debido a que fue en este año cuando fue clausurado por el gobierno de facto de Juan María Bordaberry.
A partir de 1959 Benedetti trabajó como crítico de teatro y como codirector en la página literaria semanal Al pie de las letras del diario La Mañana. De igual forma colabora como humorista en la revista Peloduro, con el seudónimo de Damocles y escribió la popular crítica de cine en La Tribuna Popular.
El escritor también viajó a Cuba para participar en el jurado del concurso Casa de las Américas, participó en el encuentro sobre Rubén Darío y viajó a México para participar en el II Congreso Latinoamericano de Escritores.
Durante un tiempo Benedetti se mantuvo en el exilio, concretamente luego del Golpe de Estado en Uruguay en 1973, cuando renunció a su cargo en la universidad. Esto a pesar que fue elegido para integrar el claustro. Sin embargo, sus posiciones políticas lo llevaron a abandonar Uruguay, partiendo al exilio en Buenos Aires, Argentina. Pero no se mantuvo allí por mucho tiempo, ya que luego se exilió en Perú, donde fue detenido, deportado y amnistiado.
Luego se instaló en Cuba, desde agosto de 1975 hasta finales de 1979. Mientras se mantenía entre las ciudades de La Habana y Alamar, escribió los libros Con y sin nostalgia (1977), Pedro y el Capitán (1979) y Cotidianas (1979).
El regreso de Benedetti a Uruguay fue en marzo de 1985, iniciando el autodenominado período de “desexilio” el cual fue motivo de muchas de sus obras. Para este entonces fue nombrado miembro del consejo editor del nuevo semanario Brecha, el cual dio continuidad al proyecto Marcha, que fue interrumpido en 1974.
En cuanto a sus últimos años de vida, a causa del asma y por recomendación médica, el escritor decidió alternar su residencia en España, en el Barrio de la Prosperidad, con su residencia en Uruguay. Aunque luego de agravarse su estado de salud permaneció en Montevideo.