Autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y representantes de la Secretaría de Educación Pública del Gobierno de México oficiaron la apertura del Seminario Binacional “Convivencia Escolar, Derechos Humanos y Participación”, que se extenderá hasta el 8 de abril y se transmite en vivo a través del canal de Youtube.
El objetivo del Seminario, que es organizado conjuntamente por la Dirección de Derechos Humanos (DDHH) del Consejo Directivo Central (CODICEN) de la ANEP y la Secretaría de Educación Pública del Gobierno de México, es generar espacios de diálogo y reflexión acerca de la convivencia escolar, desde una perspectiva de educación para los derechos humanos. Asimismo, constituye un avance con miras a la construcción e implementación de un Plan Nacional de Convivencia en el ámbito educativo en nuestro país.
El seminario cuenta con la presencia de conferencistas de México y Uruguay que disertarán sobre las distintas dimensiones de la convivencia escolar, haciendo énfasis en temas clave como el respeto, derechos, participación, vínculos, empatía, conflicto, solidaridad, diálogo, escucha, compromiso, violencia, oportunidad, aprendizaje, corresponsabilidad y diversidad.
La convivencia escolar surge como una preocupación del ámbito educativo y es entendida como una cuestión cultural, que debe ser construida en el ejercicio de los procesos participativos y prácticas democráticas cotidianas de enseñanza-aprendizaje.
La puesta en marcha de un Plan Nacional de Convivencia Escolar apuesta a crear mejores climas y entornos de convivencia, a partir de una nueva mirada que sea capaz de producir escenarios alternativos. Esto será posible a través de una política educativa que oriente el accionar de toda la ANEP.
Hacia una convivencia saludable
El presidente del CODICEN, Robert Silva, destacó la posibilidad de estar en contacto con docentes de todo el país y de la región gracias a la dinámica del seminario binacional, “algo muy significativo en momentos en los que la incertidumbre nos inunda. Esto es algo sumamente positivo”.
Silva recordó que desde que se desempeñaba como consejero electo por los docentes, le preocupaba el impulso de acciones vinculadas a la convivencia escolar. Por ello, “la ANEP lo incluyó en el Plan de Desarrollo Educativo que presentamos en el Parlamento el 31 de agosto del año pasado. Un Plan Nacional de Convivencia Escolar que contemplara muchas problemáticas que existen en los entornos escolares para generar herramientas, instrumentos y posibilidades de acción para los docentes. El conflicto escolar es una realidad que siempre está, es inherente a nuestras comunidades educativas, pero hay que gestionarlo”.
Por último, celebró el trabajo junto a México, del que las comunidades educativas de ambos países podrán enriquecerse.
La directora de Derechos Humanos del CODICEN, Gloria Canclini, señaló como una responsabilidad colectiva la mejora de la convivencia escolar, ya que allí es donde “se realizan u obstaculizan los derechos humanos. En estos momentos colmados de desafíos pero también de oportunidades para promover aprendizajes e innovaciones, reafirmamos nuestro compromiso de estimular y fomentar valores que conduzcan a la corresponsabilidad del ejercicio efectivo de los derechos humanos, y en particular del derecho a la educación”.
El embajador de México en Uruguay, Víctor Barceló, afirmó desde su formación profesional como maestro la importancia de propiciar ámbitos educativos donde exista una convivencia saludable.
“En la escuela surgen las posibilidades de crecimiento y de desarrollo más importantes. La escuela debe mirar hacia la comunidad y aportarle criterios para vincularse con los estudiantes, y construir un sistema de convivencia regional local específico que no solo esté compuesto por las familias y los docentes, sino que se amplíe e incluya a toda la comunidad”, subrayó.
Por último, el director general de Gestión Educativa de México, Gustavo Sánchez Moreno, valoró la necesidad de promover que los niños, niñas y adolescentes expresen “lo que sienten, opinan y necesitan, aprendan a dialogar, a autoregularse, a escuchar, a reconocer y a respetar las ideas de los demás, a trabajar en equipo, a respetar acuerdos y compromisos, y a fortalecer su autoestima y sentido de pertenencia a la comunidad. Estos aprendizajes son la base de la formación de ciudadanos libres, responsables y participativos”.
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