En el marco del debate sobre el proyecto de ley que limita las tierras para forestación, la diputada por Rivera, Virginia Fros (Partido Nacional), consideró que los cambios que se impulsan en el sector “afectan la libertad económica y el derecho de propiedad”.
En su intervención en la sesión de la Cámara de Representantes del martes 15 de diciembre, Fros reivindicó las políticas de forestación porque han demostrado “ser muy beneficiosa para el país, tanto desde el punto de vista económico como ambiental y social”.
“Mi posición a este proyecto ingresado como grave y urgente es debido a que el mismo afecta seriamente los derechos de propiedad y libertad económica, además que es abiertamente discriminatorio contra una actividad productiva que ha demostrado ser muy beneficiosa para el país, tanto desde el punto de vista económico como ambiental y social”, evaluó la parlamentaria nacionalista.
Con este proyecto de ley –agregó- “se estaría yendo en contra de buenas partes de los principios que llevaron a la concreción de la Ley Forestal 15.939 aprobada por unanimidad de los partidos políticos que integraban el Parlamento en el año 1987”.
Destacó que “el desarrollo del sector forestal uruguayo es visto en el mundo como un modelo exitoso de política pública. Que un sector se haya desarrollado en poco más de 30 años prácticamente desde 0 hasta convertirse en uno de los principales rubros de exportación de bienes del país, ocupando el 6% de superficie agropecuaria, es de por sí, algo poco usual”.
Virginia Fros fundamentó que “durante ese desarrollo se ha podido comprobar que el sector forestal no sólo es un gran generador por hectárea, sino que también lo es de valor agregado por hectárea y un gran generador de empleo. Puedo agregar por conocimiento de la realidad de mi departamento que ese empleo se ha localizado muchas veces en comunidades rurales, muy apartadas de Montevideo y de las principales capitales departamentales y que la forestación ha dado oportunidades laborales y de desarrollo a mujeres que viven en el medio rural”.
Sostenibilidad
“Lo bueno, -evaluó Fros- es que este desarrollo se ha logrado siguiendo elevados estándares de sustentabilidad desde el punto de vista ambiental. En Uruguay, aproximadamente el 90% de la superficie dedicada a la producción forestal está certificada bajo reconocidos estándares internacionales de sustentabilidad como son: el FSC y el PFC, entidades donde están representadas buena parte de las principales organizaciones ambientalistas del mundo”.
En ese sentido, “el sector ha hecho punta en someterse en forma voluntaria desde hace más de 20 años a auditorías independientes que certifican que la producción forestal en nuestro país se hace de forma sostenible desde el punto de vista ambiental y social”.
La legisladora por Rivera se preguntó: “¿esto porque se ha podido hacer? Porque la actividad forestal es una actividad que bien hecha es intrínsicamente buena para el medio ambiente”.
Explicó que “los predios dedicados a la forestación en nuestro país, tienen una gran proporción de áreas dedicadas a la conservación de flora y fauna. Por lo tanto, son resguardo de biodiversidad.
Desde que entró en vigencia la Ley Forestal la superficie de bosque nativo se incrementó en un 40%”.
Asimismo, “la actividad forestal efectúa un uso mínimo de agroquímicos comparando con otras actividades productivas agropecuarias. Prueba de esto es el gran desarrollo que ha tenido la apicultura para la producción complementaria en las áreas forestadas”.
Otro elemento que valoró Fros refiere a que “la actividad forestal cumple un rol amortiguador del flujo de aguas en las cuencas, previniendo el exceso de drenaje durante los episodios de lluvia intensa, y asegurando un caudal mínimo más estable en las épocas de estiaje”.
Paralelamente, “la actividad forestal es una gran secuestradora de anhídrido carbónico CO2, por lo tanto, es una importante herramienta para combatir el cambio climático”.
Sinergia con ganadería
Para Virginia Fros, “la actividad forestal ha demostrado tener sinergias con el principal rubro agropecuario del país, como lo es la ganadería. Más aún, probablemente la forestación sea clave para lograr producir carne carbono neutro en el país de forma rentable”.
“Este año se produjeron por primera vez en el país 3.000.000 de terneros, el mismo año en que se alcanzó la mayor área de plantaciones forestales. Esto es buena prueba de que el crecimiento de un sector no necesariamente implica el descreimiento del otro, si no que por el contrario, la intensificación de la producción obliga a un mejor uso de recursos por parte de todos los sectores”, añadió.
La representante por Rivera, dijo que frente a esto uno se pregunta: “¿qué desvío se quiere corregir con esta legislación?, ¿cuál es el problema que se quiere solucionar?, ¿cuál es la necesidad de cambiar algo que funciona bien? Como decimos en criollo y allá por el norte: ‘cuadro que gana, no se toca’, máxime teniendo en cuenta que una legislación como la promovida por este proyecto afecta nada menos que la libertad económica y el derecho de propiedad”.
Por tanto, “habiendo descartado cualquier implicancia fundamental del medio ambiente, con qué argumentos el Estado puede decirle a un productor rural ‘usted no puede plantar más árboles’”.
Según Fros, “siguiendo esta lógica en el futuro también podría decirle a usted ‘no puede dedicarse más a la producción de este rubro o de este otro rubro´”.
Asimismo, advirtió que “la historia nos enseña cómo le ha ido a los Estados que han tomado decisiones económicas por encima de la libertad de sus ciudadanos”.
Virginia Fros compartió una experiencia personal sobre la importancia de este sector. “El 4 de diciembre tuve la suerte de ser invitada en el departamento de Tacuarembó por integrantes del Ministerio de Ambiente, Dinama, donde allí hay diversas investigaciones realizadas a partir del aporte del sector forestal con la academia y con organizaciones no gubernamentales”. En particular, resaltó “la experiencia de ‘las cuencas apareadas’, investigación científica que lleva por más de 20 años en el INIA Tacuarembó, las Universidades de la República, de Carolina del Sur, y de Washington, estudiando con seriedad y profundidad el impacto de la forestación, comparando cuencas en donde existen plantación de eucaliptus de pino, y de aquellas en que no existe forestación, que hay solo ganadería extensiva”.
Agregó que “se ha estudiado con seriedad y a partir de esos datos se han realizado más de 20 tesis sobre calidad y cantidad de aguas, suelos y biodiversidad. Tuve la experiencia y la posibilidad de compartirlo”.
Barreras artificiales
Virginia Fros afirmó que “comenzar a limitar y a establecer la libertad, porcentajes de suelo para cada actividad, sin duda, para mí, es atentar contra la libertad. Tendríamos que poner porcentajes a todo, porcentaje exacto de no más arroz, de no más soja, y así sucesivamente”.
Por ello, “limitar el desarrollo, el crecimiento de sectores según las variables de las necesidades del mercado es poner barreras artificiales que nos hacen recordar a la planificación stalinista que sin duda fue un gran fracaso económico, social y productivo del siglo XX”.
Según la legisladora blanca, “al margen también debemos decir que estas super regulaciones, rígidas y sin fundamentos técnicos también han servido para abrir paso a especuladores y a la concentración de la tierra que perjudica siempre a los pequeños y medianos productores”.
Fuentes de trabajo
“Yo estoy claramente en defensa de las fuentes de trabajo, y la forestación con toda su cadena productiva es una importante fuente de empleos dignos, con alta capacitación y valor para muchos lugares del país, pero sobre todo, para el norte uruguayo. Por todo esto voto en contra de este proyecto”, puntualizó Fros.
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