A más de cuatro años de aquel 8 de marzo de 2016, fecha en que ocurrió el crimen antisemita que terminó con la vida de David Fremd frente a su comercio familiar de Paysandú, su hijo, Rafael Fremd, decidió publicar un libro escrito desde el alma, con anécdotas y relatos que describen a un vecino sanducero querido y conocido por muchos en el departamento.
El tratamiento público que tuvo el trágico suceso, principalmente por parte de los medios de comunicación que se referían a su padre como “el comerciante judío asesinado” o “el empresario sanducero víctima de un crimen antisemita”, incomodaron a Rafael por sentir que eran etiquetas injustas, que no reflejaban fielmente cómo y quién era David.
Con esa inquietud en mente, el joven comenzó a registrar algunos de los tantos recuerdos que quedaron en su memoria y que muestran una faceta de su padre “mucho más humana, noble, más real”. Según explicó Rafael, todo surgió en aquellos tiempos de tristeza y soledad, “tal como los músicos cuando componen una canción”.
El feedback que recibió al compartir lo que escribía con sus amigos, familiares e incluso con el escritor, periodista y cineasta argentino Marcelo Birmajer fue tan positivo que lo impulsó a querer transformar este conjunto de historias en un libro, que tituló “Un reloj que no es mío”, en alusión a un recuerdo de su padre que aún lleva consigo en su muñeca izquierda, marcando su camino.
“Ya que mis futuros hijos no podrán conocer a su abuelo, la idea fue por lo menos dejar de alguna manera establecidos ciertos elementos que sintetizan su personalidad. Me encantaría que ellos y todos los que lean el libro se queden con la idea de un tipo noble, sencillo, con una muy buena energía y una gran predisposición a dar una mano. Un elemento que está buenísimo en todo esto es que él ayudaba a un montón de gente en silencio. Cuando fue el velorio, el entierro y en los días siguientes que estuvimos en Paysandú, decenas de personas se acercaron a contarnos de qué manera mi padre los había ayudado y yo no me había enterado. En realidad nadie de la familia tenía idea”, mencionó Rafael.
El método que utilizó para reducir la cantidad de historias a las 20 que forman parte de este material fue seleccionar los que, “al final del día, al pasar raya, más me gustaron, más me emocionaron o eran un reflejo más claro de la personalidad de mi padre. No fue un criterio consciente, pero fue muy fácil hacer la selección”.
Para el autor, “son historias optimistas, alegres, positivas y empoderadoras. Algunas emocionan, unas hacen reír, otras pensar y creo que pueden ser una compañía. Pueden generar un impacto positivo en las personas que lean el libro, hayan conocido a mi padre, sepan su historia y cómo murió o no. Si alguien no tiene idea de lo que pasó y lo lee, creo que igual se va a encontrar con un personaje entrañable y seguramente se queden con la sensación de que le hubiera gustado conocerlo más”.
Lo recaudado por las ventas de “Un reloj que no es mío” tendrá como destino Educación Responsable, una fundación dedicada a desarrollar la inteligencia emocional, social y creativa de miles de niños, niñas y adolescentes en centros educativos de todo el país.
Una de las razones que llevaron a Rafael a elegir a esta organización tiene que ver con su propósito de transformar la sociedad a través de las emociones, lo que tiene un impacto muy importante en las personas en el mediano o largo plazo.
“Un reloj que no es mío” fue ilustrado y diseñado por Santiago Velazco y Gabriel Pica de estudio Land, prologado por Yehuda Ribco y Andrés Oberti e impreso en gráfica Mosca. Para conocer más sobre este material y adquirirlo de forma online se puede ingresar al sitio unrelojquenoesmio.com, el cual tendrá un costo de $490. Los interesados en comprarlo a través de la web, podrán abonarlo con tarjetas de crédito o a través de Abitab de todo el país.
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