Una delegación de la organización Trato Ético Animal considera que sería más apropiado que el Instituto Nacional de Bienestar Animal pase al proyectado Ministerio de Medio Ambiente.
El planteo fue efectuado el pasado lunes 22 en la Comisión Especial de la Cámara de Representantes que analiza la Ley de Urgente Consideración (LUC).
Organización Trato Ético Animal estuvo representada por Rita Rodríguez, presidenta, Daniela Pinto, y Christian Barboza.
Rita Rodríguez. También acudimos a exponer en nombre de la Coordinadora Nacional de Protección Animal, que está integrada por catorce ONG, que representan a doce departamentos del país, con su correspondiente personería jurídica. Quisiéramos conversar con ustedes sobre algunos acuerdos que hicimos entre todas las ONG, a nivel nacional, en relación a las modificaciones que se le hace al bienestar animal en el proyecto de Ley de Urgente Consideración, luego de su votación en el Senado y de algunos cambios del borrador anterior. Sabemos que quizás no se hagan muchas modificaciones en este ámbito; pero apostamos que a que sí se realicen.
Saludamos la creación del Instituto Nacional de Bienestar Animal, que es una reivindicación que hemos tenido las ONG durante mucho tiempo, que apuntaban a que ese ámbito fuera conformado fuera del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, que es algo que nos parece imprescindible.
Si no pudiera ser posible en este momento, sería bueno que sí se considere en próximas instancias -quizás en le ley de presupuestos o cuando fuere- que este instituto esté en la órbita del Ministerio de Ambiente, que posiblemente será creado en breve.
Entendemos que tendría mucha potencialidad en este trabajo, porque sería una tarea con la misma perspectiva que tiene la Dirección Nacional de Medio Ambiente, Dinama, en el cuidado de la fauna silvestre. El trabajo con los animales estaría enfocado desde una perspectiva de protección; y eso es algo distinto a lo que pasa en el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. Uno puede suponer que al trabajar con animales debería tener la misma mirada; sin embargo, se trata a los animales como producto: algo que no va de la mano con la protección de estos seres, espíritu que sí contempla la Ley N°18.471, de Protección, Bienestar y Tenencia de Animales. Esta es una de las mayores reivindicaciones y banderas que hemos levantado como movimiento. Es necesario que el bienestar y la protección animal estén fuera del mencionado Ministerio, con un liderazgo con perspectiva de protección de los animales
Por otro lado, dentro de las modificaciones también saludamos que se haya incorporado a la protección animal dentro del consejo ejecutivo de este Instituto Nacional de Bienestar Animal, INBA. Ahora, queremos dejar asentada nuestra preocupación por la vaguedad del término «protectoras de animales». Eso es algo que no está registrado en un lugar específico: no se sabría muy bien cómo hacer esta elección de representantes.
Por lo tanto, creemos necesario e imprescindible que se hable de ONG de protección animal y que la elección de los representantes se haga por parte de las propias Organizaciones No Gubernamentales registradas en el MEC. De hecho hace un año realizamos un censo en el cual acreditamos nuestra función, nuestra actividad como instituciones, por lo que solicitamos que la elección del representante de las ONG de protección animal se haga a registro abierto y por mayoría simple para no repetir viejos errores, que se dieron en la Conahoba y en la Cotryba donde el representante de las Organizaciones No Gubernamentales no había sido electo por ellas, sino por el Poder Ejecutivo; por lo tanto, no hay una representación real de aquellos a quienes dicen representar.
Por otro lado, dentro del propio consejo directivo nos preocupan dos cuestiones. Saludamos con mucho agrado que se haya incluido a los profesionales veterinarios, que están encargados de la salud de aquellos a quienes queremos proteger. Sin embargo, nos preocupa una doble representación, ya que ahora se incorpora, no solamente la Facultad de Veterinaria, sino también a la Sociedad Médica Veterinaria. Consideramos que por tratarse de dos instituciones debería hacerse una elección, del mismo modo en que se hace dentro de las ONG de protección animal. Imaginemos que todas estas instituciones consolidadas -somos más de veinte en todo el país- queramos tener una representación dentro de este instituto: sería caótico. Por eso solicitamos que -de la misma forma- se haga una elección entre los representantes de la medicina veterinaria.
El otro punto que nos preocupa sobremanera con respecto al consejo directivo tiene que ver con la incorporación de las gremiales de productores rurales. Hoy por hoy ya existe el bienestar animal dentro del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca -lugar donde se va a crear el INBA- y la mirada sobre los animales de producción es muy particular: claramente no es de protección. En esa área de bienestar animal no estamos incorporadas las ONG de protección animal y esta es una reivindicación que tendremos que hacer en su momento. Ahora, nos preocupa esta doble visión: ¿cómo se va a trabajar con los animales de producción? ¿Con la visión del bienestar animal que está estipulada hasta ahora, con la nueva visión del Instituto Nacional de Bienestar Animal, o con las dos? Creemos que debe seguir el bienestar animal en la órbita del Ministerio de Ganadería, como viene funcionando hasta ahora, y que las gremiales de productores no estén en ese Instituto o, si lo están, que allí se centralice la visión sobre los animales de producción y que los animales que hoy son explotados -cerdos, vacas, corderos-, sean considerados con las mismas garantías que los perros, gatos y caballos. De lo contrario, no tendría sentido que estén incorporadas estas agremiaciones rurales. Un ejemplo claro son las esterilizaciones que a estos animales de producción se les realiza sin ningún tipo de protocolo veterinario. Por ejemplo, en actividades como la yerra las esterilizaciones se hacen sin anestesia. En fin, son cuestiones que tendremos que empezar a trabajar. Y si están las agremiaciones rurales, deben ser consideradas dentro de esta nueva institucionalidad. En el primer borrador de la Ley de Urgente Consideración se incorporaba como una de las tareas de este instituto nacional la fiscalización de los espectáculos públicos en los que participen los animales con fines de atracción, aspecto que desaparece de la norma. Nos parece que esta es una pérdida muy importante, porque es necesario que esta fiscalización esté a cargo de alguien. En este momento hay un vacío legal y de gestión, porque esto se prevé en la ley, pero no hay quien fiscalice.
Entonces, si al INBA no le va a competer la fiscalización de estos espectáculos, ¿quién garantiza que esos animales utilizados para diversión en espectáculos públicos tengan las garantías correspondientes?
Es necesario que este aspecto se revise y que se vuelva a incorporar.
Insisto: si no es posible hacerlo en esta instancia, por lo menos que quede sentado para la próxima y que haya algunas modificaciones o, al menos, señalamientos en cuanto a la regulación de esta ley. Por ejemplo, que el INBA no solamente pueda recibir y diligenciar las denuncias sobre actos de maltrato y abandono, sino también sobre actividades prohibidas con animales, que es algo que no se prevé actualmente en la redacción; y quedarían por fuera actividades como peleas de perros, riñas de gallos o carreras de galgos. ¿Quién se encargaría de ejecutar las sanciones correspondientes para esas actividades, si no es el INBA? Debo decir que saludamos con mucho agrado la creación del programa nacional de castraciones, que es algo urgente y necesario como forma de controlar la población canina que hoy está siendo vulnerada, en situación de calle.
Diputada Verónica Mato. (FA). No me quedó clara la diferencia entre los albergues y los pensionados u hoteles. Los albergues serían para animales que están en situación de calle, por decirlo de alguna manera, pero me queda la duda con respecto a los pensionados u hoteles.
Rita Rodríguez. Los pensionados caninos son lugares que se instalan como negocios y que ofrecen el servicio de mantener a la mascota durante un tiempo puntual, por ejemplo, cuando la familia se va de viaje o no la puede tener por otro motivo. En este caso, estamos hablando de animales que están en una situación de contención familiar. Entonces, la familia paga para que cuiden a su animal de compañía mientas ella no lo puede hacer. Estamos hablando de un negocio puntual, por lo cual consideramos que sí corresponde, como todo prestador de servicio, que tenga una tasa de habilitación, un registro y demás. Si hablamos de refugio se puede entender que nos referimos a un albergue de animales en situación de calle. En ese sentido, el programa de albergue nacional apunta a contener a la población canina en situación de calle. Si nosotros usamos la expresión «albergue de animales» para referirnos también a los pensionados, estamos generando una polisemia que puede llevar a confusión. Nosotros entendemos el término «albergue» como un refugio o pensionado, pero no como las dos cosas, tal como se presenta en esta ley.
Fuente Imagen: ONG Trato Ético Animal.