El diputado Enzo Malán (Frente Amplio) presentó un proyecto de ley por el cual se declara de interés nacional la plantación forestal de especies autóctonas.
La iniciativa del legislador socialista fue impulsada el pasado 23 de mayo.
Plantea que “el Estado uruguayo promoverá la plantación de un mínimo de 3.000.000 de árboles autóctonos en el territorio nacional en cada período de gobierno”.
Asimismo, “la Presidencia de la República a través de su Secretaría de Ambiente, Agua y Cambio Climático, coordinará con los Ministerios y organismos estatales, así como con el Congreso de Intendentes, el diseño de un Plan Nacional de plantación y protección de árboles autóctonos en el primer año de instalado el gobierno”.
También “la Presidencia presentará un informe anual del avance logrado en siembra de árboles. Dicho informe constará de número y nombre de especies sembradas, lugar y su dependencia, medidas para su protección”.
En tanto, “los particulares que se adhieran a la plantación y protección de árboles autóctonos serán reconocidos y podrán acceder a exoneraciones y beneficios tributarios que el Poder Ejecutivo reglamentará”.
En su exposición de motivos, el representante de Soriano expresa que “diversos países, preocupados por los efectos del cambio climático y la contaminación, han determinado diversas estrategias para revertirlo mediante la plantación sistemática y controlada de árboles”.
La plantación de árboles, especialmente los nativos de cada territorio, tiene diversos beneficios para los ecosistemas tanto a nivel ecológico, como social y económico.
A manera de aproximación enumeraré alguno de esos beneficios.
Protegerse contra las inundaciones ayudando a drenar las precipitaciones. Los montes, sus árboles y plantas tienen un gran potencial: el de recoger y almacenar lluvia y evitar así, que haya desbordamientos de los niveles de agua.
Mientras que los suelos forestales son capaces de absorber cuatro veces más agua de lluvia que los suelos cubiertos por pastos, los suelos desnudos absorben 18 veces menos.
El monte intercepta gran parte de la precipitación que cae sobre él, de lo contrario la lluvia, caería directamente sobre el suelo, erosionándolos gradualmente y finalmente vaciando de nutrientes esenciales a la tierra.
El monte evita que suceda esta erosión. El agua que cae sobre él luego cae suavemente al suelo con mucha menor fuerza que la lluvia directa, evitando la excesiva erosión e inundaciones.
Los árboles contribuyen a reducir la contaminación del aire. El exceso de dióxido de carbono (CO2) causado por muchos factores se está acumulando en nuestra atmósfera y está contribuyendo al cambio climático. Los árboles absorben el CO2, removiendo y almacenando el carbono al tiempo que liberan oxígeno al aire.
Los árboles absorben los olores y gases contaminantes (óxidos de nitrógeno, amoníaco, dióxido de azufre y ozono) y filtran las partículas contaminantes del aire, atrapándolas en sus hojas y corteza.
No es menor la función de producir oxígeno.
Los árboles reducen la exposición a los rayos UV en aproximadamente un 50 por ciento, proporcionando de ese modo protección al ser humano en general pero especialmente a los niños en las escuelas y parques de juego, donde pasan mucho tiempo al aire libre. Los árboles también reducen el resplandor.
Los árboles pueden minimizar el sonido de las calles y rutas cercanas y crean una agradable cubierta de verde.
Tienen incidencia en el buen humor de los ciudadanos, cohesión social, responsabilidad en sus cuidados, alimentación, lo económico, etc.
En base a todo lo anterior y muchos argumentos más que fundamentan la necesidad, es que proponemos el siguiente proyecto de ley que en definitiva busca iniciar la plantación con la cifra simbólica de 3 millones. Simbólica pues sería como que el país todo (sus habitantes) toma conciencia y se aventura a esta acción.
Es de destacar que este proyecto de ley que presento se sustenta y se forja en el impulso de un grupo de la ciudad de Mercedes. La interacción con este grupo de personas denominado «Mundo Verde» y el ejemplo de su esfuerzo por un hábitat mejor fue estimulante para el estudio, la consulta y la elaboración del siguiente proyecto de ley».