En medio de una polémica de un asunto sin resolver a pesar de ciertos amagues provenientes de parte de las autoridades de la enseñanza, el candidato a diputados por el Partido Independiente en Colonia, Daniel Pérez, calificó de “una pésima decisión de UTU” el eventual cierre de la Escuela de Bachillerato Agrario de Criado Pérez, en zona de La Horqueta.
En una columna de opinión en Sociedad Uruguaya, Pérez manifestó:
“Mantuvimos una reunión con padres y docentes de la Escuela Criado Pérez, quienes nos informaron que la UTU resolvió no abrir inscripciones para el Bachillerato Agrario argumentando que los estudiantes no tienen la cantidad de prácticas necesarias, el nivel académico de los egresados es bajo y que la Congregación Salesiana no tiene interés en el proyecto educativo.
Los argumentos que se esgrimen por parte de UTU para no abrir el curso carecen de todo sustento, ya que los estudiantes realizan prácticas en dicho centro educativo, en INIA e incluso en otros lugares cercanos, existiendo incluso la posibilidad de ampliar estas prácticas a otros lugares. Por otra parte, los egresados que han decidido continuar su formación a nivel terciario han podido hacerlo sin dificultades. Finalmente, desde la Congregación Salesiana han expresado a los padres el interés en continuar con el proyecto educativo, indicando que solicitarían una entrevista al Codicen para buscar alternativas que permitan que el proyecto continúe.
Asimismo, las alternativas que se brindan a los estudiantes frente a este cierre no son adecuadas. Los estudiantes tendrían que trasladarse a La Carolina o la Escuela de Lechería de Nueva Helvecia. En caso contrario deberían optar por alternativas educativas en otros centros de UTU que nada tienen que ver con el Bachillerato Agrario.
En caso que los padres decidan enviar a sus hijos a la Escuela de Lechería o a La Carolina, les implicaría grandes cambios y sacrificios, tanto para la familia como para el adolescente. Los estudiantes deberán recorrer grandes distancias para llegar al centro de estudios y cambiar su rutina diaria, ya que en lugar de concurrir a clases y volver a sus casas diariamente, deberán entrar en un régimen de internado, lo cual implica que no vean a sus padres, hermanos y amigos durante la semana.
Tampoco podrán ayudar a su familia en tareas cotidianas, algunas de las cuales pueden estar vinculadas al área de estudios. Las familias también deberán asumir el costo adicional de mantener un internado, el cual no deben pagar si el curso se realiza en la Escuela de Criado Pérez.
Por otra parte, en caso que los padres optaran por inscribirlos en alguno de los cursos que brindan otros centros de UTU cercanos, también tendría consecuencias negativas. En tal caso, los estudiantes deberán resignar su interés en especializarse en algo vinculado al campo y hacerlo en alguna actividad que nada tiene que ver con su interés original.
Esta decisión además de frustrar las intenciones de sus hijos, aumenta la probabilidad que deserten del sistema educativo, por estar estudiando algo que o no les apasiona o directamente no les gusta. En un país donde los niveles de deserción en la educación media y particularmente en segundo ciclo son muy altos, no parece prudente agregar motivos que favorezcan la deserción de los estudiantes. Por otra parte, es deseable que se favorezca que las personas se desempeñen en aquello que les gusta, ya que por lo general tienen mejores condiciones para llevar a cabo esa actividad y logran mejores resultados, además de contribuir a la realización personal de las personas.
En un país donde la emigración del campo a la ciudad ha sido una constante y el afincamiento de personas en el campo ha sido un desafío desde hace muchas décadas, tomar decisiones que vayan en sentido contrario no parece prudente, más aún cuando desde el MEC se ha indicado que hay una decisión expresa de trabajar en la descentralización y acercar las propuestas educativas a los estudiantes.
Resulta totalmente ilógico que desde UTU se haya tomado la decisión de no abrir inscripciones en la Escuela Criado Pérez. La decisión va en contra del sentido común, del mayor interés de las familias y los estudiantes e incluso de las intenciones expresamente transmitidas por las autoridades nacionales. No abrir la inscripción de primer año del Bachillerato Agrario, implica directamente decidir el cierre de la emblemática Escuela de Criado Pérez, ya que el año próximo sólo quedarían estudiantes de tercer año y en 2020 no habría más estudiantes en dicha escuela.
Resulta más inconcebible cuando – luego del anuncio del cierre de las inscripciones-, los padres y docentes recibieron el interés de más de quince estudiantes que quieren cursar el Bachillerato Agrario. Nos parece una pésima decisión no abrir las inscripciones en la escuela de Criado Pérez y haremos todo lo posible para revertir tal decisión”.
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