La Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda de la Cámara de Representantes recibió a una delegación de la asociación civil Cooperadora de Personas Diferentes (Cooperdi) de Paysandú quienes llevan adelante una obra con recursos en base a venta de pollos, de rifas y con la colaboración de algunos socios y procuran el apoyo estatal.
La delegación que asistió el pasado 13 de julio estuvo integrada por Betina Pizzorno y por Andrés Klein.
KLEIN (Andrés). La idea es contarles lo que venimos haciendo.
Es una obra que viene desde hace unos diecisiete años, o un poco más, por donde han pasado unos ciento cincuenta jóvenes y no tanto, porque también hay gente adulta que ha tenido algún choque en moto o en auto o que ya son así.
Hay un caso que es el que más me llama la atención de un hombre de unos cuarenta y seis años, químico de profesión, que tuvo un choque en auto y quedó mal. Hoy es un niño de unos dos o tres años. Con eso estamos viendo que nosotros, que nos creemos que estamos bien, no estamos lejos de que nos pueda pasar eso. Entonces, hoy, gracias al centro, el chico tiene un espacio donde hacer cosas.
Esta es una institución que trabaja con fondos que se van consiguiendo mediante la venta de rifas, de pollos, de pasteles, y de aportes mínimos de algunos socios amigos.
Toda la gente que trabaja ahí lo hace honorariamente, lo que creemos que también es un poco injusto, porque pensamos que el tiempo de la gente debe ser pago. Es uno de los dramas que tenemos, por el cual a veces la gente rota. Entonces, para poder mantener un grupo firme, estable, capaz que sería bueno contar con otras asignaciones. Básicamente, ese es el concepto general.
PIZZORNO (Betina). Soy la coordinadora de Cooperdi desde su fundación.
Han pasado por el centro aproximadamente ciento cincuenta «chiquilines». Así les llamamos nosotros, porque las personas con discapacidad son siempre jóvenes; entonces, son los «niños grandes», como les digo yo.
Nuestra institución no tiene fines de lucro. No tiene apoyo de nadie. El apoyo solo lo brinda la Intendencia de Paysandú, que siempre nos ha dado una mano en sus distintas épocas.
Hemos tratado de lograr el apoyo del Banco de Previsión Social, pero no lo hemos logrado. No sabemos cuál es el motivo. Seguimos luchando por esos chiquilines, porque todos los años decimos que es el último, porque no podemos mantener la obra
Con la venta de pollos, de rifas y con la colaboración de algunos socios, muchas veces no se puede mantener una obra tan grande, porque todos somos honorarios. Todos los materiales que se utilizan allí son reciclados. De cosas viejas, hacemos cosas nuevas y seguimos adelante.
En oportunidad de la rendición de cuentas anterior fuimos a la Comisión del Senado y llegamos tarde. Entonces, esta vez venimos a ver si se puede, porque ese es nuestro eslogan: «Sí, se puede».
Si alguna vez van a Paysandú, las puertas del centro están abiertas. Pueden ir cuantas veces quieran. Estamos allí desde las 14 hasta las 18 horas, de lunes a viernes.
Los chicos tienen diferentes actividades en Cooperdi. Los sacamos a pasear con el ómnibus solidario de la Intendencia de Paysandú y eso es a base de esfuerzo y de querer seguir la obra, porque eso es lo que queremos.
VIEL (Stella). ¿Ustedes ya tienen alguna asignación? ¿Ya les otorgaron algo?
PIZZORNO (Betina). No, nada.
Reitero: hacemos las cosas a base de beneficios y la ayuda de la Intendencia de Paysandú que nos da, por ejemplo, los alimentos secos para la merienda. Con eso seguimos luchándola.
KLEIN (Andrés). Y hay una casa que nos dio una de las socias. Todo es por obra de las personas que están en el entorno.
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