Los blancos están en su salsa. Sí, como casi siempre, en el extenso abanico de expresar con libertad lo que cada uno piensa hasta la dura crítica u opereta contra el compañero al punto de crear, de la nada, células fagocitantes.
Es un delicado equilibrio en donde está en juego también, si las aspiraciones son llegar al gobierno, la presentación de una propuesta que cautive a la ciudadanía, y que desafíe la hegemonía de la izquierda que transita 12 años de gobierno, con aciertos, y errores.
La adelantada campaña, en un Partido Nacional siempre dinámico en lo interno –en un año de elecciones juveniles el 2 de setiembre- agudiza la necesidad de marcar perfiles sectoriales o personales, incrementando el margen de error en lo partidario, provocando tensiones que no siempre son resueltas con sabiduría.
Bastó que en un reportaje el diputado Álvaro Dastugue, Alianza Nacional, socio políticamente de la senador Verónica Alonso, saliese a expresar su punto de vista, equivocado o no, con matices en algunos casos de lo que es la postura del Partido Nacional en algunos de los asuntos de la agenda de derecho, para qué, aquellos que fundamentalmente procuran desmarcarse o deben confrontar con Alonso, salieran –poco menos- a querer ejecutar o linchar a Dastugue en la plaza pública.
Dastugue había expresado que si el Partido Nacional llega al gobierno debe revisar las leyes de la “agenda de derechos”, puntualizando al día siguiente, ante las duras críticas que habló de derogar derechos logrados. Sí es partidario de “revisar ley de marihuana y aborto; afirmé que no hubiera votado matrimonio igualitario”.
Acaso, ¿no puede dar una opinión personal?
El líder de Juntos (buena parte de Alianza Nacional), el senador Jorge Larrañaga, siendo desafiado hoy por Alonso, entre otros, consideró que “no permitiremos que se afecten las conquistas. Los derechos no se tocan. El Partido Nacional en esto ni un paso atrás”.
El Presidente del Directorio del Partido Nacional, Luis Alberto Heber dijo a El País que “no se puede invocar al Partido Nacional porque hay muchos legisladores que votaron este tipo de leyes, yo entre ellos”. El legislador consideró que el Partido no tiene una posición oficial sobre estas cuestiones.
Importante: “el Partido no tiene una posición oficial sobre estas cuestiones”.
En medio del tire y del afloje, en donde, Alonso –admitiendo diferencias o matices- salió a respaldar a Dastugue, aparece una llamativa Declaración del Partido Nacional el viernes 23 de junio, lavatina, poco profunda y clara, que dice poco, y no parece estar muy clara para quiénes está dirigida.
“Ante recientes declaraciones públicas vinculadas a la Agenda de
Derechos, el PARTIDO NACIONAL, EXPRESA:
Que las únicas opiniones válidas como posición de Partido, son
aquéllas emanadas de sus Autoridades Orgánicas.
Que en ese sentido, y en particular sobre la Agenda de Derechos, fiel a las raíces mismas de su fundación, y como comunidad de hombres y mujeres libres, reivindica el derecho de todos los individuos a vivir según sus concepciones personales, sin más restricciones que las derivadas del ordenamiento jurídico.
Que en consonancia con lo anterior, respeta el derecho de todas las personas a expresar libremente sus opiniones personales”.
“No me representa una declaración del Directorio en la que Agenda de Derechos puede incluir abortar un bebé o comprar un porro en la farmacia”, fue la reacción del diputado Gerardo Amarilla.
Trasladar la interna a seudas posturas del Directorio que procura cobijar a todos, ya, de por sí es malo, pero mucho peor es amoldarse a un statuo quo de lo “políticamente correcto”, en donde estoy más preocupado que no me digan “retrógrado o conservador”, cuando, en definitiva, a la hora de la función pública “retrógrado” es solo aquel que debiendo hacer lo bueno no lo hace, y que, es incapaz y egoísta a la hora de tender la mano al necesitado, material, emocional o espiritualmente.
El plato está servido. Si la salsa blanca se licua perderá solidez, y con ello, en este caso, la esperanza del Partido Nacional de eregirse como alternativa, a un gobierno, a una izquierda, que con sus luces y sus sombras, seguirá transitando olímpicamente por las sendas del poder, y no habrá debate de la agenda de derechos que valga.
Fuente Imagen: www.bigbangnews.com