Detectar a tiempo la sordera en recién nacidos y realizar implantes cocleares a los adultos añosos para ayudarles a tener una mejor calidad de vida y evitar la depresión, es una de la metas puesta en marcha para este año por la Sociedad de Otorrinolaringología de Uruguay, con el apoyo de la Cátedra y del Sindicato Anestésico Quirúrgico (SAQ).
Los avances y últimas tecnologías serán debatidos en Uruguay, en el mes de octubre donde se recibirá a más de 1000 especialistas de todo el mundo en el Cuarto Curso de la Asociación Panamericana de Otorrinolaringología, evento declarado de interés científico por la Academia Americana de ORL, máximo exponente internacional de la especialidad.
Detección de sordera en recién nacidos.
En Uruguay nacen 48 mil niños por año. Se estima que nacen unos 300 niños con sordera por año en el Uruguay.
Detectar a tiempo la sordera permite realizar un tratamiento efectivo y precoz logrando un desarrollo piscointelectual, afectivo-emocional y del lenguaje acorde con un niño sin sordera.
A quienes se detecte la patología, se les realiza un seguimiento, y de ser necesario un tratamiento a través del Fondo Nacional de Recursos y el BPS con la colocación de audífonos o implante coclear según el grado de sordera.
De cada 1000 nacidos, uno a seis nacen con sordera profunda, hipoacusia severa o moderada. Debido a que ésta es la única patología que presentan, lo habitual es que se detecte tardíamente, en general a partir de los dos años de edad, cuando sus padres consultan porque no han desarrollado el lenguaje.
Si a esta cifra se agrega los bebés que nacen con riesgo de sordera por presentar patologías prenatales o perinatales, cuya incidencia es de 10 a 50 en 1000 nacidos vivos y que tampoco son evaluados sistemáticamente, se llega a una cifra máxima de 56 niños en 1000 con hipoacusia o sordera que no son detectados tempranamente, o sea antes de los seis meses de vida, como lo define la Academia Americana de Pediatría, el Comité de Hipoacusia Infantil y el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos que son quienes rigen las normas de detección de la sordera en los niños.
A través del decreto 677/09 desde el año 2009, las instituciones de salud públicas y privadas de todo el territorio nacional donde se producen nacimientos, deben realizar procedimientos de screening a través de las emisiones otoacústicas (EOA) antes del alta de la maternidad. Este estudio especializado para detección de hipoacusia se incorporó formalmente al Programa Nacional de Pesquisa Neonatal.
Existen centros de referencia en el Hospital Pereira Rossell en Montevideo, y en los Hospitales de Durazno, Paysandú y Maldonado.
El informe del Joint Commitee of Infant Hearing (año 2000) promueve la detección e intervención temprana de los niños con alteraciones auditivas a través de programas estatales interdisciplinarios.
“Se define ‘detección temprana’ a la practicada antes de los seis meses de edad. Es por eso que se recomienda realizar un estudio auditivo con emisiones otoacústicas a todos los recién nacidos antes de ser dados de alta de la maternidad.
La forma de implementar la detección de la sordera en los centros de Salud es mediante un protocolo que permita estudiar la audición del recién nacido y realizar un seguimiento cuando se detecta la sordera”, informó el Dr. Andrés Saibene, Profesor adjunto Cátedra ORL del Hospital de Clínicas, Vicepresidente del IV Curso de la Asociación Panamericana de ORL y Cirugía de Cabeza y Cuello y delegado por ORL del SAQ.
Otoemisiones acústicas auditivas (OEA)
Este es un estudio objetivo (ya que no depende del examinador ni del examinado), no invasivo, y repetible que se aplica desde 1990 para la detección de sordera en recién nacidos. Las ventajas que tiene sobre otros estudios auditivos son: no requiere ningún tipo de anestesia; se puede realizar en las habitaciones de internación, dentro de los servicios de neonatología, el tiempo que requiere este estudio no sobrepasa los 10 minutos; no produce molestia al paciente estudiado; se puede realizar el estudio en estado de vigilia, alimentándose o dormido.
El aparato se coloca en ambos oídos del recién nacido, se lo estimula con sonido y se obtiene un registro que confirma la audición del recién nacido. Si el análisis da normal, ese bebé es retirado del Programa, pero si la prueba falla, se repite en 15 días.
Factores de riesgo auditivo
Antecedentes Prenatales: sordera hereditaria, toxoplasmosis, rubéola, citomegalovirus, herpes, sífilis y VIH, ingesta de ototóxicos.
Antecedentes Perinatales: prematurez, bajo peso (menor a 1500 grs.), pequeño para la edad gestacional, hipoxia, apgar menor a cuatro el primer minuto y/o menor a seis a los cinco minutos, asistencia ventilatoria mecánica más de cinco días, hiperbilirrubinemia, convulsiones, hemorragia intracraneana grado III ó grado IV, malformaciones cráneofaciales, meningoencefalitis aguda supurada, sífilis congénita y recibir fármacos ototóxicos (aminoclucósidos, furosemide).
Sordera en adultos
Por otra parte, y no de menor importancia, tenemos las sorderas que se presentan en la quinta y sexta décadas de la vida, debidas fundamentalmente a una alteración del órgano de la audición por la edad. A esto se lo denomina presbiacusia, la cual en algunos de los casos llega a producir sorderas profundas que determinan alteraciones importantes en la vida de los pacientes.
Entre estas alteraciones, las cuales son presentadas en el último manual de la Academia Americana de Psiquiatría, la depresión se ha visto vinculada en forma directa con la sordera en pacientes añosos. la explicación deriva de que los pacientes con sordera, al no poder tener una conversación adecuada, tienden a aislarse, determinando en la gran mayoría de los casos trastornos de ansiedad y depresión¨, indicó Dr. Gabriel Charlone, Asistente Cátedra ORL del Hospital de Clínicas y Presidente del IV Curso de la Asociación Panamericana de ORL y Cirugía de Cabeza y Cuello .
Por esta ultima razón, en países avanzados, la indicación de equipamiento y de cirugía del implante coclear va en aumento con la finalidad de disminuir los efectos negativos que la sordera en edades avanzadas produce.
Tratamiento de la Sordera:
Tanto para el tratamiento de las sorderas infantiles en la edad pediátrica como en adultos, contamos con el equipamiento auditivo a través de audífonos, los cuales históricamente has sido el primer gesto terapéutico para el paciente sordo.
Con el advenimiento de la tecnología en los dispositivos implantables en cirugía de oído, se han abierto las puertas para el uso de los Implantes Cocleares, los que funadamentalmente estimulan el oído interno a través de electrodos que se insertan en la colea del oído del paciente sordo, y determina una audición prácticamente fisiológica. A través de una cirugía, la colocación del implante coclear es el tratamiento mas eficaz para el paciente con sordera severa en el cual el audífono no tiene posibilidad de mejorar la calidad auditiva.