Varios emprendimientos han surgido en los últimos tiempos bajo este concepto, que supone el uso de recursos que están subutilizados o con capacidades excedentarias y que se brindan en forma temporal, ya sea gratuita u onerosa y usualmente por particulares. El emprendimiento más resonante de este sector en los últimos tiempos fue Uber, una plataforma de transporte colaborativo que funciona en Uruguay con resistencia por parte del gobierno. Existen también otros casos como Airbnb e incluso emprendimientos de creadores uruguayos con distintos niveles de éxito.
“La economía colaborativa es consecuencia del surgimiento de modelos de negocios innovadores y claramente disruptivos, como respuesta a una crisis económica y de empleo de características singulares en la historia de la humanidad”, explicó el presidente de CEDU, Marcelo Montado.
Se estima que el volumen de negocio operado por plataformas de economía colaborativa crecerá exponencialmente, llegando en 2025 a USS 350.000 millones, el equivalente al 6% del Producto Bruto Interno (PBI) conjunto de América Latina y el Caribe.
El proyecto de ley que comenzó a trabajarse ante el desembarco de Uber en Uruguay fue el catalizador de distintas iniciativas del gobierno que apuntaban al control y la restricción. “Las regulaciones para las empresas ya existen en temas de impuestos y aportes. Para esto no se requiere legislación nueva. Puntualmente en el caso Uber son las intendencias las que tienen que hacer valer las regulaciones existentes para el transporte”, señaló el presidente de la Cuti, Álvaro Lamé.
En contraposición a esta situación, ambas Cámaras propusieron un proyecto que apunta a la promoción, entendiendo que la economía colaborativa brinda nuevas oportunidades a los ciudadanos. El proyecto indica que “el objetivo es impulsar el desarrollo económico y sustentable del país, promoviendo la creación de emprendimientos con base en plataformas colaborativas, así como su desarrollo y utilización a nivel nacional y departamental”.
“Estas plataformas promueven que más actores se sumen, diversificando y aumentando la oferta, generando competencia, mejorando la calidad de los servicios, la adecuación de los precios, el impulso de la innovación, la iniciativa personal y el emprendedurismo. Además, responde a una preocupación creciente de la humanidad como es el desarrollo de una economía sustentable y ecológicamente amigable”, indicó Montado.
La aparición de este nuevo modelo implicará asumir importantes desafíos, administrar las tensiones, revisar las leyes, adecuar las normativas específicas y aggiornar las regulaciones, destacaron los representantes de ambas Cámaras.
“Vivimos en un país que ha marcado el camino en Latinoamérica respecto al uso de las tecnologías, a nivel de la educación con Plan Ceibal, a nivel de gobierno con la Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento (Agesic), y de infraestructura y telecomunicaciones con la fibra óptica. Tenemos el deber de seguir en ese camino”, enfatizó Lamé.
Fuente Imagen: ecommerceday.org.uy