Ante los hechos de pública notoriedad vinculados al traslado de la cárcel de mujeres “EL MOLINO” por parte del Ministerio del Interior, la Facultad de Psicología junto a otras organizaciones elaboraron un comunicado en el que hacen saber:
Desde sus orígenes y con preocupación especial desde 2014, cuando comenzaron los rumores de que la cárcel El Molino (institución destinada a mujeres privadas de libertad con hijos/as) sería trasladada a la Unidad Nº 5, las organizaciones sociales, los vecinos y la Academia, hemos buscado aportar desde nuestro lugar a la mejora de las condiciones de vida de esta población.
Ante nuestras preocupaciones el Ministro ha reiterado sistemáticamente que el traslado es una decisión tomada y “no tiene marcha atrás”. Con sorpresa, el pasado jueves 16 de julio, escuchamos las declaraciones del ministro Bonomi a TNU: “Nosotros el año pasado tuvimos que internar a todos los niños en el CTI, todos en el CTI, porque [El Molino] no está en condiciones. Mantener a los niños en un lugar que no está en condiciones y le provoca eso es una violación de los derechos humanos. Entonces, lo que dicen [las organizaciones], que está previsto un lugar donde no se violen los derechos humanos (sic) y quieren mantener un lugar donde los enferma y eso comprobado por Bomberos, ASSE y Arquitectura, que dicen que no tienen arreglo. Lo que hay que hacer es trasladarlos”.
Ante estas declaraciones creemos necesario hacer varias puntualizaciones:
La defensa que hacemos de El Molino tiene que ver con el proyecto de rehabilitación y las condiciones de vida que allí se dan. No defendemos un local, defendemos una concepción de rehabilitación que pueden desarrollarse en unidades pequeñas, donde las reglas son distintas a las de una unidad penitenciaria común y de mayores dimensiones. Defendemos un proyecto de centro vinculado al espacio social y comunitario, que trabaje en red, y no como parte de un complejo penitenciario.
De acuerdo a evaluaciones pediátricas realizadas en los meses de invierno de 2015 los niños/as de El Molino no padecían de fallo de crecimiento, trastornos de sueño o enfermedades crónicas. Hubo 5 niños/as internados en CTI de un total de 28 en un momento en el que había en Uruguay una epidemia de gripe y un altísimo porcentaje de niños de la población en general sufrieron infecciones respiratorias, no solamente los niños/as de la cárcel El Molino.
Defendemos la existencia de unidades pequeñas, para 30 mujeres, y no una unidad que alberga a aproximadamente 350 mujeres.
En acuerdo con la Nota enviada por UNICEF al Comité de los Derechos de Niños, niñas y adolescentes ante el pedido de recomendaciones para esta situación, defendemos el principio de “interés superior del niño” a la hora de definir la política carcelaria sobre mujeres privadas de libertad que viven con sus hijos/as.
Defendemos la idea de que los cambios en el sistema penitenciario se hagan en el marco de un plan de abordaje multidisciplinario; que aún desconocemos para la unidad “El Molino” en su nuevo enclave.
Además de lo expuesto, otras experiencias indican que en el Sistema Carcelario todo lo transitorio se convierte en permanente. Por lo tanto lo mencionado por las autoridades del Ministerio no generan confianza al afirmar la corta estadía que tendría “El Molino” en el nuevo establecimiento.
A pesar de los esfuerzos realizados por el Instituto Nacional de Rehabilitación en avanzar en una mirada con perspectiva de género, este escenario planteado solo deja en claro la precaria, limitada y carente mirada sobre el tema. Además define -de alguna forma- la participación de la sociedad civil desde un lugar testimonial únicamente. No otorgar un espacio de discusión sobre temas cruciales que hacen a la agenda pública en el área de género, infancia y sistema carcelario, va en retroceso con la apertura dispuesta desde hace varios años por parte del sistema.
Llamamos la atención sobre las nuevas condiciones de alojamiento las más de 100 mujeres privadas de libertad que fueron mudadas de los pisos superiores al que ocuparía El Molino en la Unidad Nº 5. Para mejorar la habitabilidad de El Molino en la Unidad Nº 5, las autoridades empeoraron la situación de las mujeres que allí se encuentran.
Llamamos la atención de cómo un centenar de mujeres han sido vulneradas en su derecho a la educación, al trabajo y a la redención de pena debido a que las obras anularon los espacios donde se desarrollaban estas tareas y que aún no han sido reubicadas.
Por último reiteramos nuestro compromiso a seguir trabajando con las mujeres privadas de libertad para que una vez egresen del sistema penitenciario su proyecto de vida pueda ser reconstruido.
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