Iafigliola presento una denuncia a la Secretaria General de la OEA y a su titular Luis Almagro, por impedir que organizaciones sociales de América, perfectamente inscriptas y acreditadas, puedan participar de la Asamblea General.
Organizaciones sociales de 35 Países recibieron un Comunicado de la OEA, a horas de empezar la Asamblea General, que no podían ingresar, y se las mandó a un Hotel, a verla por televisión.
Recorrieron cientos y miles de kilómetros, con costos elevados, y la voz social de sus Países no pudo ser escuchada.
Carlos Iafigliola estuvo con las organizaciones civiles, y reclamó por sus derechos en forma escrita y en reuniones con Secretaría Gral, y con el embajador de Uruguay ante la OEA, Cayrous, en varias oportunidades, sin éxito.
El argumento de la falta de espacio, nos parece poco serio, teniendo en cuenta que las acreditaciones se tramitan dos meses antes de la misma: “acá hay gato encerrado”, dijo Iafigliola.