Ante el Canciller de la República, legisladores, autoridades nacionales y representantes diplomáticos, Amarilla manifestó que es el Parlamento, representante genuino de la ciudadanía, donde existe especial consideración por la promoción, la defensa y la lucha por los derechos y libertades fundamentales, pero también de valores como la justicia y la defensa de la vida.
Durante su exposición el Presidente recordó las llamadas “masacres hamidianas”, ocurridas durante el período 1894-1896, donde murieron entre 200 y 300 mil armenios. Recordó además la “masacre de Adaná” que costó la vida de entre 15 y 30 mil armenios, para concluir con el genocidio de 1915, donde murieron cerca de dos millones de personas.
“Para evitar que estos episodios se repitan tenemos que afirmar y reafirmar la importancia de preservar la defensa irrestricta de los derechos humanos” afirmó, para lo cual –dijo- hay que respetar la condición del otro, su dignidad humana, sin importar la etnia, el color de la piel, el idioma, la religión o cualquier otra condición.
El diputado Amarilla destacó los firmes valores del pueblo armenio señalando que no en vano fue la primera Nación que adoptó el cristianismo como religión oficial, allá por el año 301.
Finalizó su discurso adhiriendo a esta fecha y reiterando a la colectividad armenia residente en Uruguay el compromiso del Parlamento de mantener viva la memoria “razón de nuestro accionar a favor de la paz y la justicia en nuestra Nación y junto a la comunicad internacional”.