“No soy afecto a escribir sobre temas religiosos porque habiendo sido educado por religiosos aprendí que la Fé se siente o no se siente, se tiene o no se tiene, no se impone, y solo se puede transmitir los valores implícitos en la misma; la cuestión es que más allá del dogma estatal de llamarla semana de turismo, estamos en Semana Santa, celebrando un hecho histórico determinante y viviendo una época donde los totalitarismos de todo tipo tienden a exacerbarse; especialmente los totalitarismos de tipo religiosos, por lo que siento la necesidad de escribir algo al respecto.
Lo que buena parte de la humanidad puede celebrar, y esto más allá de la fé, es que haya existido Jesús de Nazareth, porque los valores por los que vivió y murió, y para la gente de fé, resucitó, son valores universales, que merecen ser vividos, y que de serlo, sin duda generarían una humanidad superior a la actual.
Vivir amando al prójimo más que a uno mismo, pero vivirlo en serio de esa manera, nos haría tan diferentes, que sin poder ser dioses, nos asemejaríamos mucho.
Tener la libertad para vivir de esa manera o de la que querramos, creyendo que hay un Dios que nos guía hacia él, o no, es la libertad que ganamos por la muerte del cristo, y esto es desde mi punto de vista, la mejor enseñanza que nos puede dejar esta celebración de la Semana Santa.
Cuando observo las barbaridades extremistas que ocurren en el mundo, son casi invariablemente ocasionadas por personas que viven la Fé musulmana, y donde invariablemente los clérigos musulmanes dicen que la religión de Mahoma es pacífica, no violenta, pero el hecho cierto y comprobable, es que allí donde la religión musulmana es mayoría, la libertad, por lo menos la libertad que Jesús predicó, no existe.
Leí en algún lado que “El Islam no es una religión, ni un culto. En su forma más amplia, es una forma de vida 100 % completa, total. El Islam tiene componentes religiosos, legales, políticos, económicos, sociales y militares. El componente religioso es una tapadera de todos los demás componentes.”
Y esta concepción totalitaria de la vida, es la que genera el salvaje extremismo que algunos viven y quieren imponer a la humanidad.
Y quienes hemos sido educados en valores cristianos, y en esto incluyo a todos en el mundo occidental, más allá de lo religioso, sino desde el punto de vista cultural, porque aunque no se diga ni acepte, por ejemplo el Estado uruguayo, la escuela pública uruguaya, está imbuida de la concepción cristiana del hombre, digo entonces que en general, por aquel tema de la libertad que hablaba al principio, tendemos a aceptar todo tipo de creencias, y corremos el riesgo, de que un día nos encontremos con que nuestra libertad inicial, fue combatida y eliminada por quienes, simplemente, no creen en ella.
De manera que en esta semana, más que nunca, paz y amor a todos los hombres, y abrazo a todos, con absoluta independencia de sus creencias, mancomunados todos en lograr una mejor humanidad, y sin que nadie coarte el derecho a la libertad, bajo ningún aspecto, porque como decía Wilson: “CON TOTALITARIOS, NADA, NADA”.