En el diario «El País» de hoy se expresa lo siguiente:
» … El gerente de Producción y Exploración de Ancap, Héctor de Santa Ana, explicó a El País que el proyecto «no supone ningún tipo de actividad más allá de un reconocimiento para definir la potencialidad o no de ser explorado (el territorio)».
El contrato autoriza a la firma de capitales nacionales a trabajar en la zona por un año y permite una extensión del permiso por un año más. Campo Alegría es propiedad del empresario local Juan Sartori y tiene actividades petroleras en otros países de América Latina como Perú y Colombia …»
(Ver en http://www.elpais.com.uy/economia/noticias/ancap-cede-area-tareas-exploracion.html)
El procedimiento es el mismo utilizado por Ancap para los contratos con Schuepbach (ahora manejada por Petrel) para la exploración de la posible explotación de hidrocarburos no convencionales en la Cuenca Norte del país. Se comienza con un contrato de prospección extensible hasta dos años, con la opción para firmar un contrato de exploración y producción por 30 años, como ya tiene Schuepbach.
Es mentira que Campo Alegría S.A. (esto suena igual que la carnicería El Novillo Alegre) sea una firma de capitales nacionales. Juan Sartori es uruguayo, si «local», pero dirige el Union Capital Group (UCG), con sede en Suiza, un fondo de inversión internacional con operaciones en los más diversos rubros, desde agropecuaria, minería y energía hasta forestación, bienes raíces y el mercado del arte.
En Uruguay, el UCG es punta de lanza de la ocupación del territorio por el capital financiero internacional. A través del Union Agricultural Group (UAG), comenzó a comprar estancias en 2008 y hoy es el mayor propietario de tierras dedicadas a la agropecuaria y el mayor productor de carne y granos del país. UAG posee 250.000 hectáreas distribuidas en 105 establecimientos agrícolas y ganaderos (entre sus últimas adquisiciones están los activos del grupo argentino El Tejar por 170 millones de USD). Y a través del Union Mineral Group (UMG) tiene un millón de hectáreas con pedimentos mineros.
Para Movimiento Uruguay Libre de Megaminería “es mentira también que la finalidad de este contrato con Campo Alegría sea un simple reconocimiento del terreno”. La búsqueda de hidrocarburos no convencionales en esa zona ha sido alentada por el Servicio Geológico de los Estados Unidos (SUGUS), para su política de expansión de la tecnología de fracturación hidráulica (‘fracking’), y por el propio Héctor de Santa Ana para impulsar sus negocios particulares con las empresas perforadoras, como ya fuera denunciado desde el programa Rompkbzas.
Este anuncio es una prueba más de la política seguida desde Ancap en los últimos años en favor de la posibilidad de utilizar el ‘fracking’ en nuestro país, a pesar de sus declaraciones diversionistas e incluso de las declaraciones realizadas hace pocos días por el presidente Tabaré Vázquez y la ministra Carolina Cosse. Frente a los contratos firmados no hay buenas intenciones que valgan.