Sobre uso y tenencia de armas.
La Dirección Nacional del Ir reunida en el día de la fecha y ante los dichos de público conocimiento del Ministro de Defensa Nacional Sr. Eleuterio Fernández Huidobro respecto al uso y tenencia de armas, declara:
Su más enérgico repudio a las referidas declaraciones, por considerarlas conservadoras e inspiradas en un paradigma propio del pensamiento más reaccionario de la derecha mundial.
En segundo lugar, se advierte a la población que las ideas allí vertidas se encuentran a contrapelo con las posiciones y compromisos programáticos del Frente Amplio, así como con el marco legal impulsado en la pasada legislatura (Ley 19247). En este marco, reivindicamos todas las acciones y decisiones que han sido tomadas desde el Poder Legislativo en pos de generar un contexto favorable para el desarme civil en el Uruguay.
En este sentido, queremos comunicar a la opinión pública, que hemos decidido trasmitirle a la Bancada del Frente Amplio y a la fuerza política nuestra preocupación por los dichos del Ministro de Defensa a los efectos de que se discuta el tema.
Estamos convencidos de que la democracia desde una perspectiva de izquierda se fortalece con libertad y más libertad, pero no con aquella que se sustenta a los tiros y en el uso ilegitimo de la fuerza.
Es francamente inadmisible que un Ministro de Defensa de un gobierno de izquierda, exhorte a la población a defenderse a sí misma con un arma, en lugar de cumplir con su deber: el de buscar los mecanismos que garanticen los derechos de la ciudadanía, entre ellos, el de ser protegidos de una lógica en la que inevitablemente sobrevive el más fuerte. La propiedad de un arma no es un derecho, es apenas una concesión que hace el Estado, quien tiene el monopolio del uso de la fuerza por una sola razón, la de garantizar de manera democrática y equitativa la defensa de la sociedad en su conjunto.
Reivindicar la tenencia de armas como una libertad es propio de derechas tales como la norteamericana, y han conseguido tan sólo sociedades más desiguales, más polarizadas y con tasas de mortalidad cada vez altas vinculadas en forma directa con marcos regulatorios permisivos sobre la tenencia de armas.
La evidencia empírica internacional ha demostrado suficientemente que tener y usar un arma para defensa de la propiedad, aumenta exponencialmente el riesgo de muerte de su propietario o sus cercanos.
La respuesta a este problema se encuentra lejos de una apología liviana e irresponsable a la defensa por mano propia, sino en un camino planificado de desarme, en la incorporación la mirada civil en dicho proceso y en el empleo de recursos suficientes para garantizar la concientización de la población.
En este marco decimos:
No a las ideas de la Asociación Nacional del Rifle en Uruguay.
No al terrorismo mediático que desvirtúa las discusiones políticas.
Sí a la creación de una nueva institucionalidad en materia de control y desarme de armas de fuego.
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