Llega la Navidad, las Fiestas Tradicionales y la mayoría de las personas son proclives a las reflexiones. Los políticos no están exentos.
En este caso compartimos la opinión del líder de Unidad Popular, Gonzalo Abella.
“Diciembre 16, 2015. Tres compañeras preparaban pequeñas macetas descartables para obsequiar. Lechuga, orégano, perejil, albahaca. A cada minúscula maceta se le hacía un lazo con cintas rojas y verdes, los colores de la UP. Había prisa, porque El 17 se reunían los participantes de los viajes de la UP organizados por la Comisión Nacional de Finanzas, y cada persona debía salir de ese encuentro con una pequeña maceta para su casa. Cada brote llevado al hogar sería un compromiso, una bandera de Reforma Agraria y huerta orgánica. Y eso me trajo un recuerdo…
Diciembre, 1974. Me veo muy joven, llevando la doble vida de maestro de escuela y militante clandestino del PCU. Ya no creía en su línea política, pero no podía desertar: yo era responsable de un puñado de casas y vehículos “legales” (no requeridos) que se empleaban para proteger a los perseguidos más notorios. Y la Dirección del aparato interno que se ocupaba de este frente decidió entregar esa Navidad una pequeña maceta con una planta en cada hogar donde se había protegido a los perseguidos. Claro, en aquellos años debían ser plantas muy diferentes entre sí, y sin ningún distintivo.
Casas de reunión, de alojamiento, kioskos que oficiaban de buzones, motos y autos de gente todavía “no quemada” que arriesgaba todo en cada tarea, a cada lugar llegué enmacetado, en los días previos a la Navidad. Cada uno recibió su plantita; y la recibió con una inmensa emoción que yo no había previsto.
Pasaron los años. Ya no había dictadura abierta, en 1986, y yo caminaba por Montevideo cuando advertí que me seguía una mujer envejecida, una persona que no reconocí de inmediato. Acelerando el paso aquella mujer se me acercó y en un susurro, como en los años ya idos, me dijo al oído: “Horacio, usted no sabe cómo cuidé la plantita del Partido”.
Diciembre, 2015. Las compañeras colocan las pequeñas plantas en bandejas para transportarlas a Vázquez 1463. Las plantitas van alineadas, con su verdor recién nacido, con su lazo rojiverde de milicianas de la tierra. No ayudo; simplemente miro. Y pienso que vale la pena ir llegando a viejo, cuando podemos renovar así, de esta manera, los votos por una mejor Navidad.
Fuente Imagen: www.siibil.com
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