BUENOS AIRES, Argentina. Cómo impactarán las nuevas tecnologías en la vida de latinoamericanos y caribeños fue la gran pregunta que abordó INTAL 50, un evento que marcó la celebración del medio siglo de vida del Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (INTAL), del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Académicos de universidades internacionales, empresarios y emprendedores, y funcionarios públicos se reunieron el 7 de octubre para debatir sobre temas críticos para la integración y las estrategias comerciales de los países de la región, como el futuro de la educación y el empleo, el potencial de la biotecnología y la nanotecnología, el fomento a la innovación, los riesgos del cambio climático, y los desafíos que los cambios tecnológicos “disruptivos” plantean para los formuladores de políticas públicas alrededor de la región.
En su mensaje de bienvenida, el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, destacó el rol que tuvo el INTAL y sus contribuciones a la integración regional desde su fundación en 1965. “Creo que este es el mejor homenaje que podemos hacer a los pioneros de la integración: soñemos con los ojos abiertos para percibir un destino común, partiendo de la diversidad del mundo de hoy”, dijo.
Una revolución tecnológica impacta la economía global cada 50 años y altera los patrones de integración y comercio. Inteligencia artificial, robótica, drones, impresoras 3D, internet de las cosas, realidad virtual y redes digitales son apenas algunos de los fenómenos que ahora están desafiando las reglas clásicas del intercambio de bienes y servicios. Las tecnologías disruptivas poseen una capacidad transformadora asombrosa, pero plantean, al mismo tiempo, desafíos inesperados para el empleo, la producción, el comercio y el cuidado ambiental.
Raymond McCauley, el biotecnólogo que fundó BioCurious, un laboratorio de Silicon Valley que ofrece espacio compartido a los emprendedores y estudiantes para que colaboren en la innovación científica y tecnológica, disertó sobre cómo la biología digital puede contribuir a incorporar valor a las exportaciones primarias.
Carl Frey, Director del Programa Oxford Martin en Empleo y Tecnología, de la Universidad de Oxford en el Reino Unido, advirtió que muchos empleos corren el riesgo de ser automatizados, es decir, realizados por máquinas. Entre las profesiones con más riesgos de ser reemplazadas por máquinas se encuentran la de bibliotecario, asesor impositivo, azafata, reparador de reloj, técnico en matemática y telemarketer.
En una charla abierta, el economista Jean Paul Fitoussi, del Instituto de Estudios Políticos de Paris, conversó con el ex presidente del BID, Enrique Iglesias, sobre las perspectivas, las oportunidades y los desafíos para la integración regional en este nuevo escenario.
En relación a los riesgos ambientales que provocan las nuevas formas de producción y comercio, Aaron Cosbey, de E15initiative, y Ricardo Meléndez Ortiz, del Centro Internacional de Comercio y Desarrollo Sustentable (ICTSD), sostuvieron que las nuevas energías renovables son clave para mitigar los efectos del cambio climático.
El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de Argentina, Lino Barañao, afirmó que la innovación es clave para el crecimiento sostenible y recalcó la necesidad de profundizar la cooperación entre los sectores público y privado para fomentar el desarrollo con inclusión social, destacando la creación de sinergias entre la ciencia y el sistema productivo.
Por su parte, el viceministro de Obras Públicas de Chile, Sergio Galilea, subrayó la importancia del Consejo Suramericano de Infraestructura y Planeamiento (COSIPLAN) para la infraestructura regional y la apuesta de la región a cerrar la brecha en materia de costos logísticos y de transporte con las economías más avanzadas.
El evento también contó con la participación de José “Pepe” Mujica, ex Presidente de Uruguay, quien expuso sobre las posibilidades y los límites de la cooperación público-privada para el desarrollo y sobre el potencial de la integración como motor del progreso en la región.
Gustavo Beliz, director del INTAL, resaltó las nuevas iniciativas del Instituto, como el INTAL-LAB, un espacio para la co-creación de ideas innovadoras en integración y comercio, y el Nodo i+i, una iniciativa lanzada en colaboración con la Universidad de Columbia, que examina cómo la integración regional puede contribuir a reducir la desigualdad en las Américas. Líderes de opinión y funcionarios de los gobiernos de la región se reunieron en Nueva York los días 25 y 26 de septiembre para intercambiar ideas sobre el tema y analizar diseños de políticas públicas que tengan alto impacto social.
Por último, Marta Lagos, la directora de Latinobarómetro, una encuesta de opinión publica que capta datos de tendencias en 18 países de la región, destacó la iniciativa que el INTAL puso en marcha para seguir en forma permanente indicadores de la integración regional y el comercio.