1) En el día de ayer (6/8/15) los trabajadores organizados en el PIT-CNT protagonizaron el paro general más grande de los últimos 30 años. Más de un millón de trabajadoras y trabajadores respondieron a la convocatoria de su central única paralizando el país entero y apoyando las propuestas reivindicativas y programáticas para enfrentar los impactos de la crisis internacional del capitalismo en nuestro país.
Es un hecho de enorme relevancia y no se puede, ni se debe, minimizar su importancia. Se equivocan quienes desde la derecha ven al movimiento sindical como un apéndice del Frente Amplio, y también, quienes desde la izquierda, perciben la acción sindical como un palo en la rueda para el gobierno del Frente Amplio. Ni una cosa, ni la otra. Los trabajadores son un componente central del bloque político y social de los cambios y su movilización es parte sustancial de la lucha entre los dos proyectos de país. No hubo, no hay y no habrá cambios en el Uruguay sin el protagonismo organizado popular, y en particular de los trabajadores. Para que los cambios no se detengan, y por lo tanto avancen, se precisa el despliegue de todo el bloque político y social de los cambios: acción de gobierno aplicando el programa del FA que nuestro pueblo respaldó; acción política y parlamentaria del Frente Amplio; debate ideológico; construcción de una perspectiva transformadora de largo plazo y protagonismo y lucha popular. Desde esa perspectiva el paro general y las acciones de movilización de los trabajadores son un aporte, fundamental además, al proceso de cambios.
2) En estos días se produjo un grave incidente en una dependencia del SIRPA con adolescentes en conflicto con la ley internados allí con la participación de trabajadores, militantes y dirigentes sindicales. No tenemos dudas en repudiar la violencia, más cuando se ejerce contra menores internados en una institución estatal. Están en marcha investigaciones administrativas y judiciales, el SIRPA, el INAU y el MIDES están actuando y tomando medidas. También el PIT-CNT. Impulsaremos y apoyaremos, en todos los ámbitos, la investigación de los hechos y la delimitación de responsabilidades, no debe haber impunidad, para nadie.
3) El movimiento sindical y el movimiento popular han construido su unidad basada, entre otras cosas, en la defensa de los DDHH. El movimiento sindical ha demostrado con hechos, y no con declaraciones, su compromiso con la situación de los menores que están en el SIRPA y en el INAU, más de 400 han participado del Programa de Egreso y con el apoyo de sindicatos, de instituciones del estado y privadas, han trabajado y aprendido un oficio. Cientos de trabajadores y trabajadoras del INAU y del SIRPA trabajan cada día, en condiciones muy difíciles, para atender a los menores allí internados y lo hacen sin vulnerar sus derechos. La bancada del FA acaba de aprobar una iniciativa, nacida del movimiento sindical, para que se modifique la Ley de Mano de Obra local y se establezca que un 5% de los empleos generados por la obra pública sean para menores internados en el SIRPA.
4) Seguimos con atención todos los pronunciamientos públicos y sabemos diferenciar los intentos de la derecha por utilizar este grave incidente contra los trabajadores y su movilización, de los de organizaciones populares que expresan su rechazo al mismo. No nos confundimos. Pero con fraternidad decimos no se puede transformar este incidente, cuya gravedad asumimos, en una campaña contra el movimiento sindical en su conjunto y tampoco intentar minimizar el paro general o los planteos de los trabajadores. No es justo y no responde a la realidad.
5) Comprometemos nuestra lucha y nuestra acción concreta para, en unidad con todo el movimiento popular, cambiar un sistema que no garantiza la reinserción de los adolescentes en conflicto con la ley y erradicar las prácticas y situaciones que vulneran gravemente sus derechos. Rechazamos la baja de la edad de imputabilidad y el endurecimiento de las penas, lo hicimos y lo hacemos porque creemos que la respuesta a la violencia y a la situación de los menores infractores debe ser la contención, la educación y la inserción en el trabajo y en la sociedad. El movimiento popular, el movimiento sindical, el Frente Amplio, el gobierno, la sociedad toda, deben comprometerse aún más en la construcción de un sistema para los menores en conflicto con la ley desde esa perspectiva, que supere la actual de encierro y castigo y profundice los programas de reinserción como los que señalábamos anteriormente.
Comité Ejecutivo Nacional
Partido Comunista de Uruguay
7 de agosto de 2015.
http://pcu.org.uy
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