Para nosotros, la muerte de un ser humano como Galeano es siempre prematura y deja vacíos difíciles de cubrir sobre todo en el inmenso territorio de las ideas, en estos tiempos donde tanto se precisan.
El pueblo uruguayo y los pueblos de América debemos un reconocimiento imperecedero a Eduardo Galeano.
Este latinoamericano gigante de las letras representa a las grandes mayorías del mundo. Desde los pueblos originales de nuestro continente, hasta las generaciones más recientes, sentimos el mayor agradecimiento a su obra y a su consecuencia, que alimentan las mejores partes de nuestra condición humana.
Nos sumamos a la congoja de su familia y al dolor que seguramente sienten los pueblos de nuestra América, de la cual él es uno de sus mejores hijos.
Llamamos a nuestras gremiales y a todos los trabajadores del país a sumarse a los merecidos homenajes que se brindarán en estos momentos, pero sobre todo, extendemos nuestro llamamiento al mejor homenaje que le podemos ofrecer: perpetuar su obra y transmitirla a las nuevas generaciones. Como él nos ha enseñado: “En realidad, –nos dijo –todos escribimos un solo libro, que va cambiando y se va multiplicando a medida que la vida vive y el escritor escribe. Para mí, Las venas… fue un puerto de partida, no un puerto de llegada”. En nosotros estará llegar a los puertos que faltan, desde donde volveremos a partir para continuar.
Montevideo, 14 de abril de 2015.
SECRETARIADO EJECUTIVO.