EL SUNCA se moviliza en defensa de más de 700 fuentes de trabajo y también de la concreción de una obra estratégica para el cambio de la matriz productiva del país.
Desde hace quince días las y los compañeros se encuentran movilizados ante la situación provocada por la crisis de la empresa brasileña OAS, a cargo de la obra civil, cuestionada doblemente: por decisiones de la justicia brasileña que congeló sus cuentas y por los señalamientos de la supervisión de la obra que detectó problemas de ingeniería en la misma.
El Comité de Empresa del SUNCA en la Regasificadora lleva quince días de movilización, con fogones en la obra y jornadas de difusión pública de la situación. En todo este tiempo el SUNCA ha estado dispuesto a dialogar en todos los ámbitos y esperamos la concreción de un ámbito tripartito para encontrar una salida que contemple los dos aspectos anteriormente señalados.
El Comité Ejecutivo Nacional del SUNCA evaluará la marcha de las negociaciones y no se descarta adoptar nuevas medidas de lucha.
El Comité Ejecutivo Nacional del SUNCA resolvió también, expresar su rechazo y exigir un desmentido a la información publicada por el diario El País el sábado, en la que se afirma que el Sindicato provocó la expulsión de obreros bolivianos de la obra de OHL Industrial, planta fotovoltaica La Jacinta, de una multinacional española, en Salto. La realidad es exactamente al revés de como la cuenta El País. Los compañeros bolivianos habían sido traídos indocumentados al país y se le estaba pagando como peones, cuando en realidad desempeñaban tareas calificadas. La lucha del SUNCA fue reclamando que se respetaran los derechos de los compañeros bolivianos, que se los documentara y que se les pagara lo que marca la legislación uruguaya. Hay 20 compañeros bolivianos que siguen en la obra y otros 20 que decidieron irse. El SUNCA sigue luchando para que cobren lo que corresponde y no como mano de obra en negro y sin ninguna garantía.
No es la primera vez, ni será la última, que El País tergiversa la lucha de los trabajadores y trata de enfrentarnos a obreros de otros países. En la obra de Montes del Plata sacaron varias notas afirmando que el SUNCA no quería trabajadores de otros países. En realidad el SUNCA luchó en Montes del Plata para que se respetaran los derechos de los trabajadores de todas las nacionalidades y por ejemplo, logró que a decenas de trabajadores turcos, polacos y de varias nacionalidades se les devolvieran los documentos que les tenían secuestrados, se les mejorara las condiciones de trabajo y de vivienda y se les pagara lo que se les debía pagar. Muchos de esos compañeros se afiliaron al SUNCA y participaron de nuestras movilizaciones.
El SUNCA, como ha hecho históricamente, levanta las banderas de la solidaridad, la lucha y la unidad de los trabajadores, el martes todos a defender las fuentes de trabajo y el desarrollo productivo del Uruguay.