Aproximadamente una tercera parte de las mujeres que ejercen la prostitución en Uruguay (31,2%) comenzaron siendo menores de edad, revela el estudio «Indagación sobre condiciones de trabajo y opinión sobre trata de personas entre población que ejerce la prostitución femenina en Uruguay», dirigida por el sociólogo y docente de la carrera de Relaciones Laborales, Pablo Guerra. Avances de la investigación fueron presentados el 29 de noviembre en un seminario realizado en la Facultad de Derecho.
Basada en 188 entrevistas a trabajadoras sexuales, la investigación indica que el 58,2% tuvo una infancia problemática o muy problemática. Esta alta vulnerabilidad en las etapas de infancia y adolescencia de las mujeres entrevistadas se expresa por ejemplo, en situaciones de violencia intrafamiliar así como en contextos de pobreza y marginalidad.
Otro de los hallazgos de la investigación es el incremento en los últimos diez años de mujeres que se inician en la prostitución a edades tardías. Efectivamente, algo más de 1/5 de esta población comienza a prostituirse luego de los 25 años de edad, dato vinculado a la necesidad de lograr sustento económico autónomo luego de una separación, divorcio o incluso viudez.
Respecto a su expresión como trabajo, la investigación indaga sobre los diferentes tipos en Uruguay: prostitución en la calle, whiskerías, prostíbulos, casas de masajes, sistema call girls y por vínculos personales. Mientras que la prostitución en la calle ofrece mayores grados de autonomía, se observan preocupantes indicadores de control patronal en los locales. Por ejemplo, la mayoría de quienes ejercen en casas de masajes y whiskerías afirma tener que cumplir un horario, encontrándose evidencias de sanciones y multas para quienes llegan tarde o no concurren a trabajar. Respecto al proxenetismo, una quinta parte de la muestra expresó tener o haber tenido una persona cercana a este tipo de figura delictiva.
En relación a la temática de la trata de personas con fines de explotación sexual, Pablo Guerra entiende que Uruguay no solo oficia de origen y puente, sino que además tiene antecedentes de destino que han recobrado fuerza en los últimos años. La evidencia manejada en su investigación indica que 41% de las trabajadoras sexuales entrevistadas conocen casos de trata, en tanto 2,7% afirman haber sido víctimas.
Fuente Contenido. Universidad de la República. www.universidad.edu.uy
Fuente Imagen: www.reportero24.com
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