Sociedad Uruguaya

Rubio: “Lacalle Pou y Bordaberry representan lo más rancio de la política tradicional”

El senador Enrique Rubio (Vertiente Artiguista) realiza una primer evaluación de los resultados de las elecciones internas del pasado 1º de junio.

“Estimados compañeros:

El escenario es otro. Por ello, como frenteamplistas, nos conviene hacer un análisis profundo de los resultados de las elecciones del domingo en varios planos: en el escenario nacional, con vistas a la competencia interpartidaria; en el plano departamental y local; y en lo interno, particularmente en lo que tiene que ver con nuestro Frente Amplio.

Quiero destacar, primero que nada, lo positivo. Hemos alcanzado el objetivo que nos propusimos de consolidar la candidatura de Tabaré hacia octubre, con una abrumadora votación. Complementariamente, hay una concreción que al Frente Unido le importa mucho desde su gestación: potenciar la diversidad del Frente; hoy ya no hay dos bloques mayoritarios y grupos aislados y reducidos, sino un equilibrio o balance interno mucho más rico. En tercer lugar, soplaron vientos de renovación: queremos saludar la militancia y la votación de los compañeros de la lista 711 y las de las listas que acompañaron a Constanza, todo lo cual valoramos como una señal altamente positiva para el Frente y para el país.

Es una realidad la consolidación del Frente Unido y del sublema que integramos hacia octubre con la Liga Federal.

Hablemos en primer lugar la votación alcanzada por nuestra lista 775005. El resultado es el fruto de nuestra militancia.

Si bien la performance en algunos departamentos (particularmente en Montevideo) estuvo por debajo de nuestras expectativas, en lo global muestra un piso interesante. En algunos departamentos como Paysandú, Río Negro, Flores y Florida la votación es muy importante en términos proporcionales (en alguno también en términos absolutos), alcanzándose también un buen nivel en Canelones y en Maldonado, así como en Soriano, Rivera y otros departamentos.

Las listas de la 775005, acumularon, en todo el país, 12.187 votos, un 4.1% del total de votos válidos. Si a éstos sumamos la lista 959 (MAS) también integrante del FU (2.579 votos, 0.87%), el Frente Unido totaliza 14.766 votos, lo que equivale a un 4.97% del FA.

Por otra parte, el sublema que integramos el FU y la Liga Federal, se constituye en un bloque significativo. Como la lista 1813 de la LF alcanzó 8.145 votos, un 2.74% del FA, el sublema FU y LF acumuló 7.7% del Frente con 22.911 votos.

Si agrupamos en sublemas (los que se han anunciado), la votación de las principales listas nos arroja un cuadro en el cual el sublema de la lista 711 con la 609, 1001 y otros alcanza el 40%, el FLS el 20%, el «constancismo» el 18%, la 90 el 11% y el FU-LF el 8%.

sublema votación nacional * % de la interna

711 + 609 + 1001 + 7373 117.461 40

FLS (2121 + 99738+1312) 58.027 20

Listas de Constanza (todas) 53.092 18

Lista 90 31.990 11

FU + 959 + Liga Federal 22.911 8

*Estos números están sufriendo pequeños ajustes en la propia información oficial

Con esta plataforma de lanzamiento -y si bien no es posible extrapolar hacia octubre los resultados de junio- estamos convencidos que podemos y debemos alcanzar en octubre otro de nuestros objetivos: una buena representación parlamentaria para el Frente Unido y la Liga Federal.

Los datos que preocupan

Más allá de estas realidades emergentes y los datos que las muestran, queremos comentar también algunos aspectos preocupantes de la votación del domingo.

El primero de ellos el bajo número de votantes absoluto, que evidencia una fatiga o hastío de la ciudadanía con respecto a ciertas formas de la política y de la publicidad electoral. El segundo de ellos, la reducción del número de votantes del FA, particularmente en el departamento de Montevideo. El tercero, la presencia de un alto número de votos en blanco.

Complementariamente, nos preocupa mucho quienes resultaron triunfantes en los partidos tradicionales. Lacalle Pou y Bordaberry, adornados de un decorado de renovación y desmemoria (o amnesia), en realidad representan lo más rancio de la política tradicional, a los grandes intereses económicos, sociales y mediáticos.

Ellos son, por separado, y juntos, básicamente lo mismo: la promesa de la restauración.

Es ineludible una lectura correcta de lo que sucedió el domingo 1° de junio. No podemos seguir haciendo las mismas cosas, de la misma manera: El Uruguay cambió, y cambió gracias a nosotros.

¡A ganar en primera vuelta con Tabaré y asegurar la mayoría parlamentaria para apuntalar las transformaciones! Hemos avanzado en el sentido de nuestros sueños, el futuro sigue valiendo la pena”.

Fraternalmente,

Enrique Rubio

5 de junio de 2014.

Fuente Imagen: uruguayeconomico.blogspot.com

 

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