“En la recta final hacia las elecciones internas del 1ero. de junio de 2014, el líder de Futuro Nacional y candidato a la Presidencia por el Partido Nacional, Jorge Larrañaga expresó en carta abierta publicada en matutinos de circulación nacional, la importancia de los comicios a celebrarse en 11 días y la necesidad, por tanto, de que la ciudadanía toda, concurra a votar.
Larrañaga sostiene que el Partido Nacional presenta las mayores fortalezas para ubicarse en un escenario político en que ningún Partido tendrá mayorías parlamentarias propias.
Sostiene que «el país requiere acuerdos y diálogo» y el «Partido Nacional está pronto para gobernar en las condiciones de este presente y las necesidades del futuro «.
GARANTÍAS
Señala como fortaleza del nacionalismo que su propuesta «garantiza, por trayectoria y convicción, la voluntad de diálogo, la sensibilidad social, la certeza jurídica, equilibrio político; el rumbo y la dirección clara que los tiempos nacionales están precisando.
NI REFUNDACIÓN NI RESTAURACIÓN
Somos además, garantía de respeto por los avances de los últimos tiempos, pero somos también garantía de hacer los cambios que hacen falta.
No somos ni refundadores ni restauradores. No hay necesidad de barrer con todo lo que se ha hecho, de hacer tabla rasa. Tampoco de permanecer insensibles ante las demandas de cambio de los uruguayos.
LOS CAMBIOS A IMPLEMENTAR
No estamos bien en materia de seguridad, educación, salud y existe una sobrecarga impositiva que asfixia al trabajador. Esos cambios que quienes ejercen el gobierno hasta ahora no han podido ni han querido hacer, son forzosos para construir una sociedad más segura, justa, educada y en paz.
ESTABILIDAD y EQUIPO CONSOLIDADO
Además Larrañaga señala que en su gobierno no habrá duplicidad de criterios a la hora de gobernar: «Ofrecemos la estabilidad de equipos sólidos, experientes, con coherencia conceptual. Somos un Partido que le ofrece al país unidad de pensamiento y acción por encima de las diferencias que existen en su interior; no habrá en nuestro gobierno, ni dos equipos económicos ni gobiernos paralelos.
A continuación, adjuntamos la carta completa.
Por un gobierno de acuerdos.
El 1 de junio los uruguayos comenzamos a elegir Presidente.
Cívicamente se impone la participación en el proceso de decisión, para lo cual no se requiere estar afiliado a ningún Partido.
La Democracia se revitaliza con el voto, con la gente yendo a las urnas. A eso invitamos.
Nuestro Uruguay requiere cambios. Pretendemos llevarlos a cabo y para ello necesitamos la confianza, en primer lugar de nuestros compañeros blancos.
Pertenecemos a un Partido que ha estado siempre a la orden de las necesidades del país y su gente desde el momento mismo de su nacimiento. Desde ese Partido buscamos construir el nuevo contrato de relacionamiento político para una sociedad y un sistema de partidos en donde, a partir de 2015, no habrá mayorías propias de ninguna fuerza parlamentaria. Por tanto, hay una realidad que se impone. No es tiempo de gobiernos de Partido, menos aún de sectores. Es tiempo de gobiernos de acuerdos sobre puntos clave de la vida de los uruguayos.
Tampoco tiene vigencia la lógica de izquierda y derecha para la solución de los problemas de la vida cotidiana de los uruguayos.
El país que viene requiere acuerdos y diálogo.
El Partido Nacional está pronto para gobernar en las condiciones de este presente y las necesidades del futuro próximo.
Nuestra propuesta garantiza, por trayectoria y convicción, la voluntad de diálogo, la sensibilidad social, la certeza jurídica, equilibrio político; el rumbo y la dirección clara que los tiempos nacionales están precisando.
Ofrecemos la estabilidad de equipos sólidos, experientes, con coherencia conceptual. Somos un Partido que le ofrece al país unidad de pensamiento y acción por encima de las diferencias que existen en su interior; no habrá en nuestro gobierno, ni dos equipos económicos ni gobiernos paralelos.
Somos además, garantía de respeto por los avances de los últimos tiempos, pero somos también garantía de hacer los cambios que hacen falta.
No somos ni refundadores ni restauradores. No hay necesidad de barrer con todo lo que se ha hecho, de hacer tabla rasa. Tampoco de permanecer insensibles ante las demandas de cambio de los uruguayos.
No estamos bien en materia de seguridad, educación, salud y existe una sobrecarga impositiva que asfixia al trabajador. Esos cambios que quienes ejercen el gobierno hasta ahora no han podido ni han querido hacer, son forzosos para construir una sociedad más segura, justa, educada y en paz.
La decisión de cambiar empieza con el voto el 1 de junio. Por eso invito a votar, participar y a elegir el Uruguay que se viene”.